Ella regresó

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Al final de tantos rollos parece llegar la calma a mi rutina, conseguí una nueva novia dos veces más bonita que Laura que por cierto aun no había superado. Mi novia se llamaba Bonny y ella me quería de verdad pero sin embargo yo estaba con ella porque no quería estar solo.

Era la relación perfecta, salíamos a fiestas, nos dedicábamos canciones y yo le hacia visitas a menudo. Ella sabia besar muy bien, su lengua era mi punto débil.

Llegó la competencia a nivel departamental que sería clasificatoria para los nacionales. En esta competencia estaba muy nerviosos, hace mucho no competía. Mi categoría era de las últimas ese día por lo que me pase todo el día con mi novia devorándola a besos y mordidas. Yo la besaba como si nadie nos mirara con abundante intensidad.

Cuando llegó mi combate ya estaba preparado con mis implementos pero me devoraban los nervios, sentía que me quemaba por dentro y mi corazón estaba palpitando a gran velocidad, mi cuerpo estaba helado.

Al iniciar el combate de inmediato le lanzó una bandal con mucho nerviosismo, mi adversario de inmediato reacciona girando por la espalda con un barrido que me derriba de inmediato, la lona me recibe y quedó sin aire por el impacto del tatami contra mi espalda.

Mi rival era muy rápido, solo le logró marcar dos puntos con una patada a la cara. De nuevo vuelvo a perder el el primer round, no entiendo que estoy haciendo mal. "¿Acaso el oro me aborrece?" Pienso mientras me estoy cambiando la ropa.

En el bus de regreso a casa me siento con mi novia para besarla sin parar. Ese día le deje un chupado en el cuello y al día siguiente me regañaron por estas cosas. Me sentía muy apenado por lo sucedido y me di cuenta que eso se veía feo en público, las manifestaciones de afecto están bien en privado pero en público son incomodas.

Desde ese día deje de tratarme así con Bonny, ya casi no nos besábamos y la relación se volvió aburrida para mi. Ya no tenía sentido y me di cuenta que lo que nos mantenía juntos eran los besos y las cosas que hacíamos cuando los padres no estaban en casa de ella. Sin eso no tenía sentido seguir pero yo no era capaz de decírselo por miedo a que le fuera a afectar rompiéndole el corazón. Lo que menos quería es que ella sufriera entonces seguí la relación como si nada sin comunicarle lo que en realidad sentía.

Tiempo después Laura volvió a hablarme, había terminado con su novio y quería mi "amistad" de nuevo. Bonny me hacia escenas de celos porque Laura muy descaradamente me invitaba a salir o a ir a la casa en frente de ella. Yo no sabia que hacer, Bonny decía que yo no la quería lo que era cierto pero no quería que se enterara. No toleraba ver como Laura me buscaba y me tocaba justificando sus acciones con excusas vagas.

Este acontecimiento debilitó aun más la relación y por fin llego la apatía por parte de Bonny la cual aproveche como motivo para terminarle.

Con Laura me llevaba bien, molestábamos, charlábamos y nos reíamos.

En un momento me encontraba en un espacio confinado y necesitaba salir rápidamente pero Laura me estaba impidiendo el paso, sin pensarlo dos veces empujo a Laura sin saberlo del pecho y en este instante me doy cuenta que es ella al sentir su seno en mi mano derecha. Ella me miró y se rió por lo sucedido, por el contrario yo me inmute quedando totalmente avergonzado frente a ella.

- Que pena Laura no era mi intención - le digo disculpándome.

- Tranquilo cariño no fue nada - dice en forma risueña.

- Bueno, gracias por no enojarte. No se volverá a repetir.

- A no? - dice confusa - a mi me gustaría que se repitiera pero en otras circunstancias - agrega Laura.

- ¿Cuando y donde? - preguntó ansioso.

- Jueves en mi casa, llega a la casa a las cuatro. Mis padres no estarán.

Ese día no puedo dormir por la conversación que he tenido con Laura. El jueves llego a casa de Laura solo. No entendía exactamente lo que iba a pasar. Laura tenía aun el uniforme del colegio y por lo visto acababa de almorzar.

- Ya vengo Fred me voy a cambiar la ropa

Estaba desesperado, pero me guardo las ganas y espero a Laura en un sillón frente a la T.V, ella regresa con una blusa blanca y unos shorts de blue jean. Se acomoda al lado mío.

- ¿ Que tal estuvo tu día? - preguntó para romper el hielo.

Ella no responde, simplemente se lanza sobre mi y me empieza a besar de una manera loca. Me muerde muy fuertemente el labio inferior sacándome sangre, yo introduzco mis manos bajo la blusa de ella y le pellizco los pesones para que me suelte. Nos separamos un momento y ella se quita la blusa dejando el pecho totalmente desnudo. Sus pechos eran perfectos, a la medida perfecta. Yo me le acerco tomando un seno con una mano y chupando el peson del otro seno con mi boca. Rodeo el peson con mi legua en forma circular y al otro peson le doy masaje con mis dedos. Que sensación más excitante, no puedo aguantar mas las ganas y muerdo el peson que estoy chupando, ella gime. Nos separamos de nuevo.

Nos quitamos la ropa y tenemos sexo sin condon. Le lamo el sexo con mi lengua incansable, logrando sacarle un orgasmo. Cuando siento que ya me voy a venir le digo a Laura que me practique sexo oral rápidamente. Ella obedece de inmediato.

Miro a mi alrededor y me doy cuenta de lo que acaba de pasar. Estoy muy asustado. "¿Porque lo hice sin condon?" Me pregunto en mi interior. Pero ya era demasiado tarde, me había dejado llevar por el deseo de mi cuerpo.

Aun seguíamos desnudos, Laura me dice que nos bañemos para enfriarnos un poco, yo le obedezco sin pensar. Estaba ofuscado. Después de bañarnos juntos nos ponemos la ropa y me despido pero antes de salir le doy un beso a Laura, para vengarme de su mordida le muerdo el labio inferior con toda mi fuerza hasta sentir sangre en mi lengua.

- Quedamos a mano - dije justificando mi mordisco.

Ella me da una bofetada en la cara porque le había dolido mucho. Y me vuelve a besar, ambos pasamos las lenguas por donde nos mordimos pero ya no lo volvemos a hacer. Llego a mi casa mirando hacia el piso, sentía como si tuviera en la cara un cartel que dijera culpable. Me sentía culpable, pero no sabia de que era culpable.

En los siguientes entrenamientos manejaba mucho la distancia con Laura, no quería un nadie sospechara de nada.

Un día estaba en la parte de atrás de la academia, estaba guardando mis cosas y preparándome para irme. Laura llega por sorpresa y me aprieta fuertemente los testiculos.

- ¿Que te pasa conmigo cabron?- me grita. - tuvimos sexo un día y ya no me hablas.

- No pasa nada, solo que no quiero que nadie se entere - respondo casi que sin aire, me estaba doliendo mucho lo que ella me hacia.

- ¿¡Te da pena que los demás se entere que follamos!?- grita aún más fuerte.

Yo miro hacia a todas partes desesperado, por fortuna estábamos solos.

Laura al fin me suelta mis genitales. Y me toma la mano, se la lleva a las nalgas y me hace apretarlas.

-Todo esto es tuyo mi amor - dice mirándome a los ojos.

Yo no digo nada, ella me da un beso y se retira del lugar. Maldita sea, que quiere esta chica, al principio me abandona y ahora aparece de nuevo queriendo que me quede con ella.

¡Al diablo! No caeré de nuevo en su red.

Nadie nace campeónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora