Me encontraba tumbado sobre mi cama, esperando que una respuesta llegara. La respuesta a mi decisión. Aun eran las dos de la mañana y no podía conciliar el sueño, pues estaba en una dura decisión. El campeonato nacional de Hapkido y el campeonato nacional de Taekwondo. Eran el mismo fin de semana. Por lo tanto debía tomar una decisión.
Competitivamente me iba bien en los dos deportes, los dos maestros discutían constantemente para imponer la voluntad de uno de ellos sobre mi. En especial sobre mi categoría, pues mi entrenador de Taekwondo necesitaba que enfrentará a un contendiente muy rápido en una categoría de menor peso y mi entrenador de Hapkido necesitaba que me quedara en la categoría que estaba, porque en mi categoría había gente que solo yo podía derrotar. Lo más curioso del caso es que ninguno de mis dos maestros preguntó por mi opinión al respecto.
Analizando el estilo de combate, me gustaba mucho más el estilo del Hapkido, pero pensando en el sistema de competencia, el estilo del Taekwondo era muy superior. Desde mis inicios siempre fui entrenado por mi maestro de Hapkido, él me guío y gracias a las buenas bases que me dio, se podría decir que por eso ahora estoy en donde estoy. Por otra parte mi entrenador de Taekwondo potenció todas mis habilidades en cuanto a patadas nos referimos, me hizo rápido, me enseño a nunca parar de atacar y también me dio un nuevo mundo de experiencias.
Si gano la competencia de Hapkido, que bien por mi. En cambio si gano la competencia de Taekwondo clasificaría a un torneo panamericano y quedaría becado en la universidad. Sin lugar a dudas el Taekwondo me daba más beneficios, que el Hapkido nunca me daría. Pero sin pensar en las cosas materiales la moral del artista marcial debe de ser pensando siempre en mejorar como persona. Y en Taekwondo muy pocas personas siguen los principios y tampoco le dan respeto al Dobok como se debería.
Anastasia entrenaba Taekwondo, pero no le apasionaba tanto el tema de la competencia y esas cosas. A ella lo que le llamaba la atención era el estudio, ella quería ser médico.
De igual forma si escogiera ir a la competencia de Taekwondo no vería a Anastasia, pues ella no había clasificado. Las únicas de las mujeres que habían clasificado eran Carolina y la hermana de Anastasia. Entonces este factor no estaba ni a favor ni en contra de la decisión.
La gente rumoraba la situación de Anastasia. Decían cosas como : "Anastasia cambio a Samuel por Fred", "Fred le robó la novia a su compañero" y "Anastasia es una chica fácil, solo le interesa el momento". No me imagino como se debe de estar sintiendo ella. Y de verdad me di cuenta que lo nuestro era incondicional, pues no cualquier persona aguantaría todos esos comentarios y seguiría con lo mismo.
Me encantaría pasar por la casa de Anastasia para hacerle visita, pero su padrastro me sacaría a machetazos. Ese hombre era muy conservador, si se enterara de lo que hubiera hecho su hija la habría corrido de la casa. No quería por nada hacer algo que perjudicará a mi amiga, por eso lo mejor era actuar prudentemente. El padrastro de ella sabia que ella había terminado con Samuel, pero no que había sido por mi.
Soportaría cualquier castigo con tal de ver a Anastasia todo los días, ahora si acariciaba la idea de estar enamorado. Nunca me había sentido tan tonto al ver a una persona. Yo hacia cualquier cosa para hacerla sonreír. Incluso cuando llegaba enojada conmigo por los comentarios de los demás.
Carolina y Valeria junto con otra niña eran las mensajeras oficiales de todos los rumores de lo que pasaba entre Anastasia y mi persona. Estaban tan pendientes de nosotros que se les olvidaba que ellas eran visibles a nosotros también.
-Que se pudran- dijo Anastasia.
-Que mala eres- digo soltando una carcajada.
-Me hacen sentir importante.

ESTÁS LEYENDO
Nadie nace campeón
Teen FictionTrata sobre un chico inseguro que al empezar a entrenar artes marciales consigue seguridad en si mismo, una hermosa novia y los mejores amigos de toda la vida. En su carrera deportiva llega a ser el número uno a nivel nacional. Pero todo esto no es...