00

4K 356 44
                                    

— Señora, debemos salir de este lugar — informó mientras dejaba de correr para tomar en brazos a la mujer.

— Zhan, mi esposo, mi bebé — habló derramando unas cuantas lágrimas.

— Le prometí al rey que pase lo que pase los mantendría a salvo, ya casi llegamos, aguante un poco más, por favor.

Xiao Zhan corría por los pasillos de ocultos de aquel palacio que había sido su hogar. Luego de algunos minutos corriendo, llegó a una recámara, y allí los esperaban algunas sirvientas, algunos de los mejores soldados de la guardia, su padre y el rey.

— ¡Lin, Zhan! — gritó el rey al ver entrar a las dos figuras.

— Estábamos en el lago cuando comenzaron a atacar — dijo Zhan y dejó con cuidado a la mujer en la cama de aquel cuarto y se alejó posicionándose a un costado de su padre.

— Li... Mi bebé- ¡AAHG!

— ¡Está por dar a luz! — habló la dama de la reina.

— Xiao por favor asegura la habitación — ordenó el rey.

— Sí.

— Voy contigo papá.

— ¡No! Zhan... Q-quédate — tomó la camiseta del nombrado.

— Pero, no puedo quedarme. Tengo que ayudar a papá a prot-

Por favor — susurró en un hilo de voz, haciendo más fuerte el agarre.

— Zhan, quédate con mi esposa.

Zhan miró a su padre y este asintió, se sentó en el filo de la cama y tomó la mano de la reina.

— ¡CAPITAN, ENCONTRARON LA PUERTA EXTERIOR, ESTÁN INTENTANDO ABRIRLA! — uno de los soldado llegó apresurado y lo que dijo tensó al rey.

— Li, el conjuro de la puerta no durará mucho tiempo — el rey se giró y fijó su mirada en el capitán, quien había hablado.

— ¿Cuánto tiempo crees que durará antes de que lo derriben? — el rey se quitó su delegada capa.

— Unas dos horas, pero nada es seguro, al igual que nosotros, ellos son poderosos.

— La biblioteca secreta también corre peligro, si ellos llegarán a poner sus manos en esos libros, nuestro mundo caerá en un caos total —
habló el rey.

— Li, no puedo permitir que tú vayas, mi deber es proteger a la familia real, la señora te necesita y n-

— Y mi deber es proteger a mi familia y a mi reino — en su mano derecha se hacía presente una hermosa espada de un color azul brillante y detalles dorados mientras que en la izquierda aparecía un escudo que iba a juego con en el arma.

— Xiao Zhan, quédate junto a Lin y mi hijo. Por favor, te pido que los cuides.

Zhan se levantó y tomó una posición firme para luego hacer una reverencia.

— Sí, señor.

El rey y el capitán Xiao salieron de la habitación no sin antes asegurarla.

— Señora, ya es hora — dijo la dama d ella reina

— Zhan, podrías sujetar la mano de la señora. El saber que estás a su lado la tranquiliza un poco.

— Por supuesto Jie.

El menor tomó la mano de la reina, y esta le sonrió débil. Pero fue cuestión de segundos cuando los gritos de dolor se hicieron presentes.

Los minutos pasaban y el bebé aún no nacía, y toda la situación no ayudaba.

J A S ▪︎ ||Just A Second|| ▪︎ [YiZhan] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora