04

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Zhou Cheng, Ziyi.

Ambas personas se separaron asustadas.

— Yibo, yo-

— Ahora entiendo todo... No puedo salir contigo porque tengo que ir a visitar a mi abuela, eres tan hipócrita Zhou Cheng — lo miró con decepción.
— ¿Desde cuándo me engañas con mi "mejor amigo"? — hizo comillas con sus dedos, dirigiéndose a la mujer.

— Cariño dejame explicar-

— No... — dijo negando con su cabeza. — Quería cambiar por tí, te di todo de mí, y así me pagas, pero es que claro — sonrío. — Ustedes dos son como los demás, que solo están conmigo por conveniencia. ¿Pero sabes qué? Eso se acabó, el nosotros se terminó aquí, y es para ambos. Ya no soy tu novio, y ya no soy.

Salió del lugar y se subió en su moto para ir directamente a su casa. Abrió la puerta lentamente para no hacer ruido, pero unas voces en la sala llamaron su atención.

— Mamá creo que deberíamos decirle.

— Nuestro hijo tiene razón, en algún momento se va enterar de la verdad.

— Pero. ¿Cómo? No tengo el valor de decirle a Yibo que no es nuestro hijo.

El sonido de algo cayéndose
los hizo sobresaltar, Yibo había dejado caer su casco gracias a la impresión de lo que había escuchado...

— ¿No soy su hijo? — susurró lo suficientemente alto como para que los presente lo escucharán.

— Didi, íbamos a decírtelo per-

— ¿Ustedes lo sabían? — miró a sus hermanos con las lágrimas acumulando se en sus ojos.

— Pequeño nosotros... Nosotros... — su hermano, el mayor de todos e intentando calmar las cosas, no podía.

— Cariño las cosas no son como crees — habló la mujer levantándose de su lugar, al igual que todos lo hicieron.

— ¡¿ENTONCES COMO SON?! ¡CRECÍ TODA MI VIDA CREYENDO QUE ERA SU HIJO PERO RESULTA QUE NO LO SOY! — sus lágrimas cayeron.

— Hijo-

Su padre intentó, pero no lo dejó terminar, pasó su brazo búscame te por su rostro limpiando las lágrimas, tomó su casco y salió de la casa.

Dejando a toda su familia sorprendía, aunque más que sorprendida, ninguno sabía cómo reaccionar ante la situación.

Condujo sin rumbo, mientras sus lágrimas rodaban lentamente por sus mejillas, hasta que su moto empezó a fallar. Se detuvo en una calle algo  oscura para poder revisarla, durante todo el camino pensó en todo lo que había ocurrido unas horas atrás. Y se sentía muy mal, vivió engañado toda su vida. ¿Cómo se supone que se sobrellevaba una noticia así?

Se sentó en la acera, escondía su cabeza entre sus manos mientras negaba, dudando en si volver a casa o quedarse vagando toda la noche. Pero, nuevamente comenzó a sentir aquella sensación de ser vigilado, aunque esta vez era diferente, tenía miedo, sintió la presencia de alguien atrás suyo por lo que volteó y vio a cuatro personas paradas justo detrás, se levantó y retrocedió por instinto cruzando la calle de paso.

Cuando estuvo lo suficientemente lejos, pudo ver con algo de claridad. Habían alrededor de seis personas, todos eran altos

— Hola su majestad... Es un gusto conocerlo al fin — habló uno de los hombres mientras los otros sonrieron.

— ¿De-de que están hablando? — estaba empezando a asustarse.

— Vaya, parece que el príncipe no sabe nada — los extraños volvieron a reír.

J A S ▪︎ ||Just A Second|| ▪︎ [YiZhan] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora