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Luego de al rededor de unos cuarenta minutos en el auto, llegaron a la casa. Xiao Zhan estacionó la camioneta en el garaje y con cuidado de no despertar al menor empezó a sacar las cosas y meterlas a la casa. Un par de minutos después, todas las cosas estaban dentro, y antes de cerrar la puerta de su lado, fue con Yibo y con cuidado le quitó el cinturón de seguridad.

— Yibo... Yibo — lo movió un poco, pero este no respondió.

— Yibo... — volvió a llamar. — Ya llegamos a casa.

— Mhn — contestó aún con los ojos cerrados y acurrucándose mejor en el asiento.

— Vamos. Arriba.

Ya... Ya voy — susurró volteando su rostro.

— Haaaa... No me quedará de otra.

Cerró su puerta y rodeó el auto para acercarse a Yibo y sacarlo con cuidado de no dejar que se golpee la cabeza, lo cargó estilo nupcial y con el pie cerró la puerta.

Entró a la casa y dejó al menor en el sofá más largo, con despacio le sacó los zapatos y la chaqueta, estaba haciendo frío por lo cual fue a su recámara y trajo una de sus mantas para arroparlo.

— Espéreme ahí — le habló aún sabiendo que este no podía responderle.

Por Dios. Nunca pensé que tuvieras el sueño tan pesado como para no sentir nada — susurró audiblemente.

Con Yibo dormido, le tocaría ordenar las cosas a él solo. Fue hasta su cuarto y se cambió de ropa rápidamente, luego se dirigió a la cocina, lugar en donde había dejado todas las bolsas.

Y de a poco empezó a ordenar las cosas que iban la alacena, nevera y unas que otras cosas que compró. Revisó las demás bolsas y ahí estaban los juegos de sabanas y la ropa del menor, las hizo a un lado y siguió buscando hasta que encontró lo que quería.

Un pequeño León de peluche, que había comprado, y esto fue solo porque al verlo le recordaba a Yibo, lo puso en las bolsa de la ropa y fue hasta en cuarto del menor a dejarlas sobre la cama ajena.

Una vez listo y guardado todo, se dispuso a hacer la cena. Luego de un rato la cena estaba lista, así que fue hasta la sala donde dormía Yibo y a un lado, Cyrus.

— Yibo... Hey — lo movió lentamente.

— Despierta, es hora de comer — vio empezó a abrir los ojos lentamente, y cuando notó que el castaño estaba lo suficientemente despierto como para entenderlo, habló de nuevo.

— Ven, la cena está lista —  Yibo se levantó y sin decir una palabra caminó hasta llegar a la mesa, en la cual lo esperaban los platos de comida.

— ¿Cuánto tiempo dormí? — preguntó con la voz ronca de recién levantado.

— Son las ocho y llegamos a las seis así que como dos horas más o menos — el menor asintió haciendo una "o" con sus labios.

— Espera... ¿Cómo llegué hasta el sofá? — dejó de comer mirando a su mayor.

— ¿No es obvio? Yo te cargué hasta dejarte en el sofá.

— Oh... Gracias.

— No hay de qué, ahora termina de comer y ve a tomar una ducha.

— No soy un bebé Zhan-ge — hizo un tierno puchero al cual Zhan sonrió.

— Tal vez no serás un bebé, pero estás bajo mi cuidado, aparte, mañana tienes clases ¿No?

Yibo asintió volviendo a prestarle atención a su plato. Terminó de comer y se levantó de la mesa dando las gracias y dejando su plato lavado, para luego ir a su recámara. Al entrar, se topó con las bolsas del centro comercial y antes de ir a bañarse se dedicó a ordenar su nueva ropa. Al abrir una de las bolsas se topó con lindo peluche de león, sonrió.

J A S ▪︎ ||Just A Second|| ▪︎ [YiZhan] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora