Capitulo 2
Eran alrededor de las ocho, la cena estaba lista y la casa lucía impecable. Scarlette y yo terminábamos de regar las plantas y Camille preparaba un postre. El timbre sonó y fui a ver quién era.
-Señora Maslow. -Me sorprendió ver a la madre de James a estas horas.
-Buenas noches, ¿Mi hijo está aquí?
-No, debe estar por llegar.
-Lo esperaré. -Dijo entrando a la casa y acomodándose en un gran sillón.- Tráeme un café, Dawson.
-Sí, señora.
Fui hasta la cocina y puse agua a hervir para preparar un café para la madre de James, el teléfono sonó y fui a contestar.
-Residencia Maslow... No, no se encuentra... Aguarde un momento.
Escuché el sonido de las llaves y James apareció por la puerta, saludo a su madre sorprendido de verla y dejó su maletín en un sillón. Se quitó la corbata y la dejó sobre el maletín y yo solo lo miraba, recordé que tenía a un hombre esperando en el teléfono.
-Señor Maslow. -Él me miró.- Charlie Black está al teléfono. -James gruñó y se acercó malhumorado a mí, tomó el teléfono y contestó.
- Maslow.
-Ya le traigo su café, señora Maslow. -Ella asintió. Fui hasta la cocina y terminé de preparar un café cargado como le gustan a ella. Al regresar vi a James bastante serio y su mandíbula apretada, le entregué el café a la señora Maslow.
-______. -Habló entre dientes, lo miré nerviosa.- ¿Cuántas veces te he dicho que no me gusta atender el teléfono apenas llego a casa. -Me miró fijamente, realmente han sido unas seis. Mordí el interior de mi mejilla.
-Lo siento, señor.
-Tráeme un café cargado.
-Sí, señor. -Caminé hasta la cocina y preparé otro café.
-¿Pasó algo malo? -Camille habló en un susurro.
-Olvidé que odia atender llamados al llegar a casa. -Respondí en un susurro igual. Ella asintió.- Si sigo así me despedirá.
-Créeme que no, se acuesta contigo. -Me puse tensa y asentí.- Cuando te dije que trabajar aquí era complicado, lo dije en serio. Es difícil complacerlo.
Flashback
Llegué a la casa de Camille, era domingo y como tal, su día libre. Toqué el timbre y ella abrió la puerta, pasé y nos sentamos en el sillón.
-¿Y cómo estuvo la semana?
-Buena, James se fue a una casa de playa y nos llevó con él. La casa era inmensa.
-Me imagino. -Dije imaginándome a James en la playa con su traje de baño y esos músculos al aire.- Camille...
-¿Mmm?
-Necesito un favor, el más grande de tu vida.
-¿Cuál?
-Quiero que me ayudes a entrar a trabajar a la casa de James. -Camille estalló en una carcajada.
-¿Para qué?
-Ya sabes que me encanta...
-Ay, ____... ¿Cuál es tu plan?
-Meterme a la cama con él y... Tal vez se enamore algún día de mí. -Camille volvió a soltar una carcajada, pero esta vez nerviosa.
-No, ____, no te conviene.