Capítulo 11

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-¿Y qué si lo besé?
-Estás conmigo. -Negué riendo.
-No, nunca estuvimos.
-¿Por qué con él si quieres y conmigo no?
-Porque tú eres un bruto. -Él gruñó.- Deja de gruñir, no eres un perro.
-Perdóname por ser así.
-No, nunca pidas perdón de cómo eres. Eres así y ya.
-Te extraño. -Me miró con ojos suplicantes, yo me apoyé en mi cadera izquierda.- Hace días no hacemos el amor. -¿Qué? Él nunca me hacía el amor, yo se lo hacía. Él solo tenía sexo.
-Y sabes bien el por qué.
-¿Por qué quieres saber tanto de ella? -Se exasperó.
-Porque tengo dudas.
-Si te digo sobre ella... ¿Nosotros volveremos a lo nuestro?
-Ya no lo sé. Tal vez ahora sienta algo por Erick.
-¡No! -Me gritó furioso.- Tú eres mía.
-No soy de nadie.
-Ven, te contaré quien es Victoria. -Mis ojos se iluminaron. Al fin. Pero... ¿Realmente quería saber?
-Sí.
Salimos y fuimos hasta su habitación, pasamos y él cerró la puerta. Nos sentamos en el mismo sillón donde hace unos días habíamos follado. James se aclaró la garganta.
-¿Y bien?
-A ella la conocí en una fiesta de mi madre. Me dijo que buscaba un empleo de limpieza y que podría contratarla. Luego de dos semanas ella estaba trabajando en mi casa. Ella... Siempre se me insinuó y comenzamos a... Tener sexo. -Sí, mis sospechas eran ciertas. Me dolió un poco el hecho de no ser su primer aventura aquí.- Pero ella se enamoró y yo... No la quería. -Bien, tal vez me esté diciendo esto como advertencia de que él no se enamora.- Su forma de ser nunca me gustó y... -Pensó unos momentos en si seguir hablando o no.- La despedí.
-¿Eso es todo? -Sentía que faltaba más.
-Eh... Sí. -Yo asentí no muy segura.
-¿Por qué no querías decírmelo?
-Porque te alejarás.
-¿Por? -Él pensó un momento en qué responder.
-No lo sé. _____tú... Me encantas, no sé qué me estás haciendo. Pero... -Se detuvo.- No es nada comparado a ella.
¿Me quería?
-¿A qué te refieres?
-Te necesito. Me gustas. -Bien, eso no me lo esperaba.
-¿No estás diciéndome esto solo por sexo? -Él frunció el ceño.
-No, claro que no. -Me miró a los ojos.- Si tengo que decirte esto para que no veas a ese de la tienda y sigas pensando en mí... Lo haré. -Asentí y sentí mis piernas convertirse en gelatina.
-¿Por qué la despediste? -No me convencía su historia final.
-Yo no la quería y ella estaba enamorada. -Respondió. ¿Y si él no se enamoraba de mí?
-¿Y si yo me enamoro de ti me despedirías?
-No. -Respondió rápido sin dudar.- No, porque tú me gustas. Cuando te besaste con él... Quise bajarme del auto y golpearlo.
-Hey, espera. ¿Me estabas siguiendo?
-No, pero estaba frente a ese parque en una oficina y cuando entré al auto los vi y... ¿Por qué?
-Él es tierno. -Tal vez ahora él cambiara.
-De seguro él no te hace tener tantos orgasmos en una noche. -Bien, él no entendió.
-No pretendo acostarme con él. -Le dije claramente.
-Eres mía. ¿Ahora volveremos con lo nuestro?
-¿Esa aventura de acostarse cada noche, el jefe y la empleada?
Él lo pensó y asintió despacio e inseguro de su respuesta. Era mi turno de afrontar las cosas, según él yo le gustaba. Bueno que me lo demuestre. Puedo estar muy enamorada de él, pero si él no lo está ni estará por mí, no vale la pena seguir lastimándome.
-Bueno, no.
-¿No? -Me preguntó sin creerlo.
-Exacto. Yo... Si te gusto entonces... -No sabía cómo expresarme.- Quiero más. Y si tú no puedes, Erick besa increíble.
Él gruñó y apretó sus puños, pensé que me golpearía, pero no lo hizo. Solo maldijo una vez y me miró furioso.
-¿Ese es tu plan? ¿Eso es lo que quieres? -Asentí.- Bien, te daré más. Porque eres mía, ____.
-Aún no soy de... -Me interrumpió con un beso que bloqueó todos mis pensamientos, él me acarició la mejilla y se alejó de mí.
-Si tú crees que eres una caprichosa, entonces no me conoces.
Dicho esto él me volvió a besar y caí en la tentación de sus labios y su cuerpo sobre el mío. Me entregué a él nuevamente y soñé que él realmente me amaba y haría de todo por tener mi corazón.
Cuando me desperté, me duché y salí por las compras, sin querer me encontré a Erick en una botillería. Él me saludó y me invitó a salir en la noche, no pude aceptar por el trabajo, pero quedamos en juntarnos otra mañana. Realmente él me atraía por su físico y su ternura. No era el hombre que solo te buscaba por sexo.
Al volver a casa, me encontré con que James estaba aquí otra vez. ¿Qué pasaba? ¿Ya no trabajaba más? Camille estaba preparando el almuerzo, comeríamos lasaña. Yo me acerqué a ella y la saludé, tenía mucho que contarle. Ella me sonrió.
-James me dijo que le gustaba. -Le susurré, ella me miró perpleja y luego me sonrió.- Tengo mucho que contarte.
-Habla. James se está duchando en su cuarto.
-Conocí a Erick, en una tienda de zapatos. Él es muy tierno y es lindo. -Le sonreí.- Pero sigue estando James.
-¿En serio James te dijo que le gustas?
-Sí, y me contó sobre Victoria. -Los ojos de Camille casi se salían de su rostro.
-¿Te contó? -Asentí.- Y... ¿Cómo lo tomaste?
-Bien, en parte sabía que ella había tenido algo con él. -Camile asintió.
-¿Te dijo por qué la despidió?
-Ella estaba enamorada de él y James no la quería. -Camille hizo una mueca y luego asintió.- Le dije a James que quería más que solo sexo, que si no, me iría con Erick porque besa excelente.
-¿Lo besaste?
-En un parque, James de casualidad me vio. -Ella abrió grande los ojos otra vez.
-¿Y qué te dijo?
-Que era suya y yo le dije que no.
-No, no. Con respecto a que tú querías más.
-Ah... -Sonreí para mis adentros.- Dijo que él me daría más.
-Oh. -Parecía que no lo creía.- Jamás pensé que esto pasaría.

~En su camaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora