Capítulo 32
Ultimo capitulo
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Salimos del ascensor entre risas, James iba detrás de mí con sus brazos rodeando mi cintura, mis manos iban sobre las de él. Cuando llegamos a la habitación él me tomó en sus brazos y yo crucé con los míos su cuello, me besó y abrió la puerta. Yo sonreí y James me llevó hasta la gran cama king, con sábanas blancas y grandes almohadones. Me recostó y con sus manos quitó mis tacones para dejarlos en el suelo. Me miró con una sonrisa que yo le devolví y me besó.
-¿Quieres una copa de champagne? -Me preguntó una vez que el beso acabó.
-Bueno. -Me enderecé y recibí la copa que él había servido.- Por este día. -Dije levantando mi copa.- Porque te amo.
-Porque eres la señora Maslow.
-Y porque seremos felices siempre.
-Siempre. -Bebimos de nuestras copas y luego nos besamos, me volví a recostar en la cama y James se posó sobre mí, cuando nos detuvimos con los besos él aprovechó de quitarse sus zapatos y calcetines. Me miró con dulzura y me besó los labios otra vez.
-Te amo.
-También te amo, ____. -Recorrió mi cuello con sus labios calientes, gemí cuando sentí su lengua en mi oreja.
Sus manos me recorrieron la cintura por encima del vestido mientras sus besos bajaban por mi cuello hasta mi clavícula. Apreté sus nalgas hacia mí para sentirlo más de cerca. Me levanté y quedé sentada sobre la cama, pero me volteé para estar de espaldas a él. Me bajó rápido el cierre y bajó la parte delantera de mi vestido, tomó mis pechos entre sus manos y los masajeó. Gemí ante su toque. Apoyé mi espalda en su pecho mientras él seguía tocándome los senos, sus labios en mi cuello y mis manos hacia atrás en su cabello. Pellizcó mis pezones y gemí ante la sensación. Me soltó y se puso de pie tendiéndome la mano para que yo también lo hiciera, me terminó de quitar el vestido dejándome solo en bragas, porque no estaba usando brasier.
-Al fin. -Jadeó.
Desabroché los botones de su camisa y él se la terminó por sacar, mis manos se fueron directo al cinturón para desatarlo y así desabrochar el botón de su pantalón y bajar el cierre. Él me sentó en la cama y terminó por sacarse el pantalón. Miró mis senos y lamió sus labios, se acercó a mí y los tomó entre sus manos mientras me besaba.
Metí mi mano en el elástico de su boxer y la pasé por el borde, toqué su erección por encima de la tela y sentí como se endurecía. Con ambas manos se lo bajé y dejé libre su miembro que ya apuntaba hacia arriba. Comencé a masajearlo lentamente para darle una pequeña tortura, jadeaba pesado. Dejó de acariciarme y se alejó un poco de mí, me miró con esa sonrisa coqueta que me fascinaba y se sentó en la cama mirando hacia arriba, puso un brazo por debajo de su cabeza y con su mano libre comenzó a tocar su miembro, pasó la mano de arriba hacia abajo con más rapidez de la que yo había usado. Mordí mi labio inferior y me acerqué a él, me coloqué a su costado y lo besé, sentí una mano en mi nuca llevándome más cerca de él, me levanté un poco y me puse sobre él a horcajadas.
-____... -Gimió cuando me moví lento sobre él. -De nuevo, nena. -Me mordió el labio inferior. Volví a mover mis caderas, sentí como me mojaba. -Más rápido.
-Espera. -Lo besé y me baje de él, quité mis bragas y las lancé al suelo, volví a colocarme encima de su miembro y me moví más rápido.
-Oh, sí... -Tomó mi trasero entre sus manos y me apretó contra él haciéndome sentir lo duro que estaba. Me moví de nuevo y otra vez, y otra más. Estaba húmeda.- Estás lista para ser follada.
-James... -Gemí ante sus palabras.
-Móntame, amor.
Me levanté y tomé su miembro y lo llevé a mi entrada, bajé y se hundió en mí, no pude evitar gemir alto cuando sentí como me llenaba. Él me apretó las nalgas hacia abajo para evitar que me levantara. Las movió hacia atrás y adelante y yo me balanceé sobre él, ambos gemimos. Me apoyé en sus hombros y comencé a moverme, él me ayudaba a levantarme para que no me cansara. Sentí mis muslos apretarse y doler, caí y me quedé quieta, ningún movimiento más que el de mi pecho al inflarse cada vez que respiraba. James me abrazó y me apoyé en su pecho, aun no llegábamos al orgasmo. Giró nuestros cuerpos y quedó sobre mí, ambas manos apoyadas a cada lado de mi cabeza y su mirada fija en la mía mientras comenzaba a moverse rápido.
-Mírame, ____. -Dijo entre dientes cuando cerré los ojos.- Ábrelos.
-Sí... -Lo miré y vi solo lujuria en su mirada, él mordió su labio inferior y siguió penetrándome. -Más...
-Sí, nena... -Comencé a apretarme a su alrededor, mis flujos caían y sentía mi cuerpo estremecer, pero él no se detenía. Comencé a gritar del placer y a sacudirme, pero James no paraba de embestirme. Dio un grito grave cuando se corrio dentro de mí. -Dios...
-James... -Gemí apenas audible, mis ojos pesaban, mi cuerpo pesaba, sentía mis pliegues contraerse aún alrededor de él, me miró a los ojos y me besó.
-¿____? -Dijo luego de un momento, sentí que se tensaba.
-¿Qué pasa? -Lo miré preocupada.
-¿Te has puesto la inyección en las fechas, verdad? -Me preguntó con miedo, me relajé al saber que era eso.
-Claro que sí, amor... -Acaricié su mejilla y vi como él se relajaba.
-Dios... Me asusté. -Se rio. -Aun no quiero otro hijo. -Asentí.
-Yo tampoco me siento lista aún, tenemos a Bryan. -James sonrió.
-Sí.
Me besó nuevamente y se recostó a mi lado, ambos gemimos cuando él se salió de mí. Me apoyé en su pecho y cerré los ojos dispuesta a dormir. En París eran aproximadamente las once de la noche, habíamos tenido un vuelo largo y además una gran boda. Me levanté y James me miró confundido, caminé hasta mi bolso y saqué mi cámara cyber shot y la encendí, me acerqué a James y le tomé una fotografía en el momento preciso en que se rio. Sonreí y tomé otra y luego otra más.
-Te ves tan sexy así recién follado. -Mordí mi labio inferior y lo fotografíe de nuevo, James se rio y comenzó a posar como todo actor porno para mí. Me reí y alejé la cámara de mi cara.
-¿Me la pasas? -Se la tendí y él la llevó a su cara y enfocó hacia mí. -Sonríe amor. Lo hice y él mordió su labio inferior. Me di cuenta que estaba desnuda y me enrojecí, pero no sería la primera vez. Esa cámara contenía fotos que jamás mostraría al público. Bostecé. -¿Ya te dio sueño, amor?
-Sí, estoy agotada. -Me acosté junto a él y me apoyé en su pecho nuevamente y cerré los ojos. James me acariciaba el brazo y de pronto sentí la luz del flash en mi cara. -No me saques fotos así.
-¿Por qué no? -Besó mi sien. -Te ves tierna... y sexy. -Me reí.
-Tú eres el sexy aquí.
-Te amo. -Sonreí, me lo había dicho cientos de veces, pero amaba oír esa pequeña y a la vez gran frase.
-También te amo. -Besé su pecho y con mi dedo tracé diferentes figuras y muchos corazones. Mis párpados pesaban y el sueño me vencía.
-¿Mañana iremos a la torre Eifel? -Preguntó con voz soñolienta.
-Sí.
-Te tengo preparada una cena, con velas... Y corazones. Y flores. -Sonreí, hace unas semanas le dije que me gustaría una cena con aquellas decoraciones.
-Que detallista.
-Cuando vayamos a Venecia te llevaré a recorrer en vote. -Seguía acariciando mi brazo. -Y cuando pasemos por Inglaterra iremos a Londres y... -Bostezó.
-Ya duerme, amor. -Levanté mi cabeza y besé sus labios. -Mañana tendremos tiempo para ver que haremos en nuestra luna de miel.
-¿No quieres hacerlo una vez más? -Me reí y negué despacio.
-Tengo sueño, James. -Le dije con voz apenas audible. -Tendremos muchas noches y mañanas para hacerlo de aquí en adelante.
-¿Hasta viejitos? -Sonreí ante su tierna pregunta.
-Hasta viejitos... Aunque muramos de un paro cardiaco.
-Ahí ve tú, si yo tengo que morir, moriré de placer contigo.