capitulo 31

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  Capítulo 31.

Penúltimo capitulo


James se acercó a mí y me tomó por la cintura, me llevó hasta un grupo de hombres de más o menos su misma edad, ellos estaban acompañados de hermosas mujeres e incluso una de ellas tenía unos cinco meses de embarazo.

-_____, ellos son Kendall, Carlos, Christopher, Logan, Celia, Catherine y Zoe.
-Hola. -Saludé y ellos saludaron también.
-Felicidades, linda. -Me dijo... ¿Zoe?
-Gracias. -Sonreí.
-Déjame decirte que te daremos entre todos un premio, jamás pensamos que este día llegaría. -Me dijo uno de los amigos de James, creo que era Carlos. Nos reímos.
Luego de unos minutos más en los que nos felicitaron y demás, subí junto a -mi ahora esposo- James al carruaje. Me despedí con la mano de los invitados y los caballos empezaron a avanzar. Vi como el resto se dirigía a sus vehículos, todos para dirigirnos al recinto donde sería la gran fiesta.
-¿Te dije que te ves hermosa? -Me preguntó James al oído.
-Creo que no. -Me reí.
-Estás hermosa. Pareces una verdadera reina.
-Y tú un rey. -Él se rio negando.- Claro que sí.
-Yo soy un plebeyo que me saqué la lotería con los de la realeza. -Me guiñó un ojo y tomó mi mano para besarme el dorso. -Te amo.
-También te amo. -Me besó, como esos besos que nunca olvidas, como esos besos que te llenan por completo. Él me llenaba por completo.
-¿Sabes que dijo Bryan hoy? -Me preguntó luego de unos segundos.
-No, ¿Qué dijo?
-Que cuando comenzara las clases presumiría de nosotros. -Sonrió.- Dijo que diría que había asistido a una boda real.
-¿Real de realeza? -Fruncí el ceño.
-Sí, dijo que estabas como una reina. Oh, y que él te rescataría de los ogros con su dragón. -Frunció el ceño y rodeó los ojos.- No sé quién le habló de eso. -Me reí.
-Son cuentos, James. -Volví a reírme porque yo siempre le contaba cuentos de guerreros y esas cosas como a él le gustaban, pero en todos hablaba de princesas y reinas. -Mis cuentos.
-Dame tu mano. -Le di mi mano y él la acarició.- Prométeme que nunca te sacarás este anillo, ____. -Me miró a los ojos. -Y que jamás me vas a abandonar.
-Te lo prometo, James. Lo hice hace unos minutos también en la iglesia. –James asintió.- Tú también prométeme que jamás te lo quitarás, y que nunca me abandonaras, pase lo que pase.
-Te lo prometo. -Me besó.
-Siempre soñé de niña con andar en un carruaje.
-Estoy para cumplir todos tus sueños y fantasías. -Me miró y se mordió el labio inferior, no pude evitar reír.
-De mis fantasías hablaremos luego.
(...)
Eran aproximadamente las cinco de la mañana, James comenzó a despedirse y yo hice lo mismo. Nuestro vuelo salía en pocas horas. Mi madre volvió a darme las felicitaciones y esta vez ya un poco pasada de copas nos dio un sermón que a ambos nos causó gracia. Esta vez subimos al hermoso Ferrari que nos esperaba a fuera. Me apoyé en el pecho de James y me reí recordando las cosas chistosas que pasaron durante la noche.
-¿De qué te ríes? -Me preguntó James con una voz dulce.
-De la cara de Camille cuando agarró el ramo. -Volví a reír. -Aunque la de Thomás fue peor. –James rio.
-No, la mejor fue la tuya cuando te quite la liga. -Me puse roja al instante.- No, no, fue mejor que esa. -Se rio de nuevo.
-La mejor realmente fue cuando te enterramos una torta en la cara. -Me reí otra vez recordando la cara de James llena de crema. Él se rio.
-Deberíamos haberte tirado una a ti.
-Hubieran arruinado mi maquillaje. -Le saqué la lengua. -Esta noche fue perfecta.
-Sí... –James sonrió. -¿Estás feliz?
-Más que nunca. -Me besó y yo sonreí al terminar nuestro beso.
-Ya quiero llegar a ese hotel. -Le di un golpecito en el pecho. -¿Tú no?
-No arruines el momento.
-No lo arruino. -Me mordió el lóbulo de la oreja. -Amo hacer el amor contigo. -Me enrojecí.
-También lo amo. -Me mordí el labio inferior. Él con su pulgar lo soltó de entre mis dientes y se acercó a mí para morderlo ahora él.
-¿____? -Con un brazo me levantó para ponerme a horcajadas sobre él. Fue incómodo por el largo vestido, pero de una u otra forma él lo consiguió.
-Aquí no...
-Está todo polarizado.
-Tenemos un chofer que está oyendo todo. -Cuando me di cuenta de mis palabras di un gritito y escondí mi cara en el cuello de James, él se rio.
-A él no le importa lo que hacemos. -No me enderecé.- Bueno, mira. -Levanté mi cabeza y vi que apretó un botón y un vidrio polarizado apareció entre los asientos delanteros y los traseros.
-James... -Alargué su nombre.- ¿No puedes simplemente esperar a que lleguemos a Paris y tenga mi vestido puesto? Quiero entrar en esa habitación en brazos con mi vestido colgando y que luego me lo quites y... -Me callé y enrojecí.
-Y te haga el amor, está bien. Esperaré.
-Gracias, lindo. -Me acomodé nuevamente en el asiento de al lado y apreté el botón que James había apretado antes, para que ese vidrio polarizado bajara.

Llegamos al aeropuerto, James me ayudó con el vestido levantando la cola para que no se arrastrara mientras subíamos al avión, nos sentamos en la primera clase, obviamente. Estaba del lado de la ventana y miré hacia afuera mientras el avión ascendía a las alturas. La mano de James sobre la mía, y ambos con una de esas sonrisas que por más que quieras no puedes quitar.
-Siete pronti per la luna di miele migliore della sua vita, Miss Maslow? -Me habló James en italiano, sonreí ante su fluida manera de hablar el idioma.
-¿Traducción?
-¿Estás lista para la mejor luna de miel de su vida, señorita Maslow? -Me guiñó un ojo y asentí sonriendo.
-Me encanta tu italiano.
-Grazie. -Lo besé.
-¿Qué más sabes?
-Un po 'di italiano, un fluide française, und fast kein Deutsch. -Lo miré unos segundos y luego reí. Él besó mi mejilla.
-¿Y eso que significa?
-Un poco de italiano, francés fluido y casi nada de alemán. -Se rio y yo lo miré con mis ojos brillando, lo amaba.- Ich liebe dich. -Me besó.
-También te amo. -Me reí cuando vi su cara de sorpresa.- He visto esa frase más de una vez, pero no sé nada más de alemán. -Asintió.
-¿Por qué querías venir a París? -Preguntó luego de un momento.
-¿No es el sueño de toda chica?
-Cierto. -Se rio.- Ya quiero escuchar tus intentos de francés.
-Malo. -Le golpeé el brazo despacio.- Mais je me suis entraîné en secret. -Le dije y él se rio.
-¿Practicado a escondidas? -Me acarició la mejilla. -Me encanta como hablas en francés, ____.
-A mí me encantas tú. -Me besó.
-¿Por qué este avión va tan lento? -Frunció el ceño.- ¿O el piloto no se da cuenta que quiero llegar pronto para besarte completa y amarte toda la noche a mi manera?


~En su camaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora