Capitulo 17

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Capitulo 17

Entramos en la habitación de James entre medio de besos, él me apoyó en la cama y se puso encima de mí. Pasé mis manos por su pelo bajando por su cuello y pasando por su pecho, él me recorría con besos el cuello y el lóbulo de mi oreja. Sentí como él comenzaba a subir mi vestido de dormir, el tacto de sus manos calientes en mi piel me hicieron estremecer. Él me besó los labios por última vez y bajó hasta mi estómago, ahí dejó unos besos mientras seguía subiendo el vestido.
-Te ves sexy. -Me elogió, terminó por sacar mi vestido y quedé solo con mi babydoll.
-Gracias. -Le sonreí coqueta y comencé a bajar su pantalón de dormir, que además, era lo único que estaba utilizando.
-Eh, eh. -Quitó mis manos de su pantalón y me sonrió.- Aún no, déjame disfrutar tu vista.
Yo reí, era obvio que si él quedaba desnudo, yo lo haría en segundos. Besó mis pechos por encima del brasier del conjunto, me lo desabrochó y lo bajó para luego atrapar uno de mis pechos en su boca, gemí al sentir su lengua. Bajé mi mano hasta su creciente erección y la acaricie por sobre la ropa, él gimió y soltó mi pecho. Sus manos me acariciaban completamente y yo solo quería que él me quitara esta -ahora molesta- ropa, y me llevara al climax. Pero, él seguía lento.
-¿Sabías que eres la mujer más sexy que alguna vez he visto? -Me dijo con voz ronca en el oído.
-No lo creo. ¿Qué dices de Megan Fox? -El rio entre dientes.
-Ella usa mucho maquillaje, ____. Créeme. -Eso me entró en duda, ¿Acaso él la había visto sin maquillaje? ¿Qué tal si un día se acostaron y...?
-¿Cómo lo sabes?
-Una vez acompañé a una amiga a su casa y ella acababa de levantarse. -Frunció el ceño y eso me causó gracias, de todas formas Megan Fox con o sin maquillaje, era sexy, creo.
-Déjame quitarte este puto pantalón. -James negó con la cabeza y bajó hasta estar entre mis piernas, bajó la pequeña braga del conjunto y me besó. Gemí.- Sí...
-Estás lista, siempre estás lista. -Pasó su lengua y no pude evitar levantar mis caderas, él volvió a pasar su lengua queriendo entrar en mí.
Agarré las sabanas en mis puños y apreté fuerte, la sensación era increíble. Un dedo se introdujo en mi interior y luego otro. Me embestía rápido y hasta lo más profundo que podía, comencé a apretarme alrededor de él, apunto de correrme, pero James se alejó. Me besó los labios haciéndome probar mi sabor.
-Sabes exquisita. ¿Sabías?
-Prefiero el tuyo.
Y sin más apoyé mis manos en su pecho y le empujé para que él quedara debajo de mí. Me moví sobre su erección y él gimió. Me senté en sus piernas y bajé su pantalón hasta las rodillas, su miembro estaba erecto y apuntando hacia arriba. Lo tomé entre mis manos y comencé a acariciarlo, él jadeó y cerró fuerte los ojos y los abrió. Lo llevé a mi boca y lo lamí, mi lengua lo recorrió completo y sentí como él se tensaba completamente. Lo metí hasta lo más profundo de mi boca, mientras subía y bajaba mi mano alrededor de su longitud. Acaricié sus testículos y él gimió cuando se los apreté. Estaba a punto, pero no le iba a dejar, me alejé de él y me senté sobre su miembro duro.
-Móntame, ____. -Dijo entre dientes. Yo me moví, pero aún él no entraba en mí.- Vamos, linda...
Y con una mano lo puse en mi entrada y me senté encima de él, mientras James se hundía dentro de mí. Ambos gemimos, yo más alto que él. Estaba tan grande, tan... Pensé que me partiría, pero seguí moviéndome. Él me ayudaba a levantarme con sus manos en mi trasero. Sentí mis flujos caer y él pudo moverse dentro de mí más fácil.
-Voy a correrme. -Le dije, no creía poder aguantar más.
-Hazlo. -Me dijo, yo negué.- ¡Vamos, hazlo!
Y no pude más, me derrumbé sobre él y mi orgasmo se liberó. Sentí como él se corría, sentía su flujo dentro de mí y... Mierda. Me paralicé y lo miré con los ojos bien abiertos. Él no entendió por qué me había detenido y me miró extraño.
-¿Qué pasa? -Me preguntó.
-Te olvidaste... -Le dije preocupada.
-¿Qué?
-El condón, James. -Mi cabeza daba vueltas. Sabía que no era el fin del mundo, pero... ¿Y si quedaba embarazada? ¿O si uno de nosotros tenía alguna ETS y nos la contagiábamos? James abrió grande sus ojos y miró el sobre que estaba sobre la mesa de luz.
-Mierda. -Gruñó y me levantó para salirse de mí. Mi pecho subía y bajaba todavía al igual que el de él.- Iré a comprarte una pastilla del día después. -Se veía preocupación en sus ojos.
-Sí. Creo... Que mejor iré a ponerme una inyección, por si se nos olvida de nuevo. -James se alarmó, se notaba en sus ojos. ¿Qué andaba mal?- ¿James?
-No, la inyección no. -¿Por qué?- Yo... Tendré más cuidado.
-Pero James la inyección es más efectiva.
-¿Y si se te olvida? -Veía que estaba alarmado y tenía miedo.- Júrame que no se te va a olvidar.
-Te lo juro, James. -Besé sus labios y él cerró sus ojos. Entonces, recordé algo y... Oh, no.

Flashback

-Deja de hacerte la víctima, Victoria.
-James, entiende que fue injusto para mí.
-No, no lo fue. Tú no seguiste instrucciones.
-¡Era una maldita inyección!
-_____, ve a limpiar a otro lado.
-Sí, señor. ¿Puedo acabar con este mueble primero?
-Así que ella es mi reemplazo. ¿Es mejor que yo?
-En todo sentido.
-Bueno, creo que hablar contigo es como hablarle a una pared. No llegaremos a un acuerdo.
-Exacto, vas entendiendo Victoria.
-Brayan aún pregunta por ti. Está bien, adiós.

Fin Flashback

-James. -Lo miré seria. Él me miró.- Cuando hablabas con Victoria y tú dijiste que... Ella no había seguido instrucciones... -Él frunció el ceño.- James... ¿Tienes un hijo? -Él me miró varios segundos sin responder. La realidad me estaba golpeando. James suspiró.
-Sí. -Sentí que me mareaba.
-¿Y por qué no me lo dijiste? -Me exalté.
-No es algo que importe.
-¿No? ¡¿Cómo qué no?! -Le grité.- ¿Por eso despediste a Victoria?
-Sí. -Dijo apenas audible. Dios, ¿Era en serio?
-¿Por qué? -Pregunté en un susurro. ¿Realmente él era capaz de hacer eso?
-Porque te lo dije, _____. No me gustaba y ella no siguió las instrucciones de la inyección. Ella siempre estuvo enamorada y yo... Hasta ahora pienso que lo hizo para quedarse conmigo. -¿Podía Victoria haber planeado eso?
-Y... ¿La despediste cuando aún estaba embarazada?
-Sí. -Susurró.
-Cuéntame. -Le pedí, él suspiró y asintió.
-Tenía tres meses cuando me enteré. Ella entró en mi habitación y me lo dijo mientras... Follábamos. Yo... Yo no la amaba como ella a mí, y no me gustaba. Le dije que se fuera y me quedé en blanco. Kenny entró en mi cuarto preguntándome por unos papeles y... Le conté todo, le dije que desconfiaba de ella, y...
-¿Por qué desconfiabas?
-Porque ella sabía que yo no sentía nada por ella, pero ella seguía con lo suyo y... ella sabía que tenía que ponerse la maldita inyección y...
-¿Y si no fue su culpa?
-No la defiendas.
-Bueno, continúa.
-Al día siguiente la despedí y le entregué un cheque con dinero suficiente para criar a ese niño todo el embarazo, y luego le doy un cheque cada mes.
-¿Cuántos años tiene?
-No sé, dos o tres.
-¿No sabes? -Le pregunté atónita.- ¿Siquiera lo conoces?
-¡No! -Me dijo exaltado.- No quiero nada con ella ni con él. -No podía asimilar esto. Él ni siquiera conocía a su hijo, lo dejó cuando aún no nacía. ¿Cómo es posible?
-¿Por qué lo hiciste?
-Porque... No quería nada que me uniera a ella, ____. -Bufó y se pasó una malo por su cabello.- Seguro ahora piensas que soy lo peor, ¿No? Y está bien, ____.
-No, James. ¿Qué pasa si yo quedo embarazada, eh? ¿También me vas a echar?
-¡No, ____! -Él me miró con sus ojos brillantes.- A ti... Tú me gustas, ____. Incluso te quiero. -¿Me quiere? Esto era demasiado, mi cabeza empezaba a doler.
-Esto no puede seguir así, tienes que hacerte cargo de ese niño, ¿Bryan? -James asintió.
-¿No me vas a dejar? -Me miró con súplica.
-No. Eres humano, todos cometemos errores. -Le sonreí y él me besó.- Pero tienes que reparar ese error. Vas a ir a conocer a tu hijo.
-______...
-Nada de ____, James. Es tu hijo quieras o no. Y dar dinero cada mes no es hacerse cargo, si es lo que piensas. El niño no tiene la culpa. De seguro debe ser horrible crecer sin un padre. -James suspiró y asintió.
-Dame tiempo, ¿Sí? -Asentí.- Te prometo que lo haré.
-Bien. Ahora usa ese condón que tienes en esa mesa y hazme el amor otra vez.

~En su camaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora