Capitulo 20

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  Maratón 2|3
Capítulo 20.

Luego de haber estado unas cuantas horas probando y probando vestidos de distintas formas, tenía al menos 10 seleccionados, luego comenzó el trabajo de los zapatos, eran muchos y todos hermosos. Unos no combinaban con los vestidos elegidos y otros simplemente no me gustaban como se veían en mis pies. Algunos eran incómodos porque eran demasiado altos y apretados, pero luego de probar y probar conseguí los que quería.
-¿Qué es todo esto? -Preguntó Abbie al entrar por la puerta de la habitación de James.
-Somos de Dolce & Gabbana. -Habló un hombre.
-Ella es la empleada. -Les dije.- Abbie, ¿Por qué no limpias en otro lado? -Ella gruñó y salió dando un portazo.
-Vaya mujer. -Dijo un hombre de unos cincuenta años con el ceño fruncido.- Bien, Ellen encárgate del maquillaje, y Peter se encargará de tu peinado.
-Nos queda solo hora y media.
-Vamos, de prisa. James Maslow ya llegará.
-Aquí estoy. -Dijo él apareciendo en la puerta.- ¿Mi ropa está lista?
-Sí. Por aquí, te tenemos todo preparado.
-Una vestimenta muy elegante, es de la más alta categoría. -Mencionaban.
-Sí, ¿Escogiste ya un vestido, amor? -Sonreí ante el nuevo apodo, vaya. Asentí.
-Sí.
-De acuerdo.
Una hora y media más tarde ambos estábamos listos, James le pagó a Dolce & Gabbana y ellos se fueron, salimos de la gran mansión y un hermoso audi nos esperaba afuera. Pasé yo primero y James se sentó a mi lado y tomó mi mano.
-Estás realmente hermosa. -Me besó los labios.
-Gracias. -Le sonreí.
-Dejarás a todos con la boca abierta, ____. -Yo reí y me sonrojé.- Te quiero.
La emoción me llenó, sentí como todo mi cuerpo tomaba un calor acogedor, mi sonrisa se amplió mucho más y mis ojos brillaron, sentía... Él me quiere. Él... Esto era realmente increíble.
-Yo también te quiero, James.
-Oye... -Lo miré y él lamió sus labios.- ¿Quieres...? -Se detuvo un momento.- ¿Quieres ser mi novia?
-Sí. -Le dije sonriente, estaba feliz. Él me besó sellando nuestro nuevo paso. Si antes estaba feliz, ahora mucho más. Ya no era solo una "relación" de coqueteo, no, ahora... ¡Era su novia!
-Esta sin dudas es la mejor noche.
Una vez que llegamos entramos al gran salón donde montones de hombres en trajes conversaban de negocios y mujeres con vestidos hermosos conversaban de... Realmente no sé de qué conversen ellas.
Nos acercamos a unos señores que conversaban animados, sus novias o esposas estaban a los lados sonrientes, pero sin decir nada.
-James. -Habló uno de unos treinta años apenas lo vio, le sonrió.- Me alegra verte por aquí.
-Igualmente Harold. -Se dieron un apretón de mano y luego miró al resto.- Ella es _____ Dawson, mi novia.
-Es un gusto. -Yo asentí. James saludó al resto y yo tuve que hacerlo también. Comenzaron a hablar.
-Tenemos un gran proyecto con América del sur, será grande. -Hablaba un hombre de ya avanzada edad.
-¿Y tú, James? -Le preguntó un chico de más o menos su edad, eran pocos los empresarios jóvenes.- ¿Aún sigues con tu plan de industrias en Texas?
-Así es, en un mes comenzarán a trabajar en ellas. -Le respondió.
-¿Y a qué te dedicas, ____? -Preguntó el hombre... ¿Harold?
-Comenzaré la carrera de periodismo.
-Increíble. -Las mujeres me fulminaron con la mirada, me sentí incómoda. ¿Qué, acaso no podíamos tener carreras las mujeres de estos empresarios?
La noche pasó rápida, yo me aburrí la mayor parte del tiempo, solo disfrute el momento de la comida, porque James no habló con nadie sobre negocios. Aunque no tenía que quejarme, claramente esto era una cena de empresarios, de negocios. Cuando volvimos a casa nos duchamos y nos acostamos, James me besó y me abrazó.
-Este lunes empiezas la universidad. -Me quejé y él se rio.
-Perderé mi empleo. Tengo que hablar con Rose.
-Lo siento, amor. Pero ir a la universidad será mejor que cuidar niños y hacer el aseo durante tu vida.
-No menosprecies esos trabajos.
-No lo hago. -Me besó los labios.- _____...
-¿Sí?
-Mañana quiero que me acompañes.
-¿A dónde?
-Iré a conocer a Brayan. -Me dijo serio y con sus ojos mostraba miedo.
-¿Es enserio? -Le sonreí y él asintió.- Eso es muy, muy bueno, James. -Lo besé en los labios.
-¿En serio no te molesta que... haya tenido un hijo?
-No. Bah, sí. Pero no es culpa de Brayan. -Le dije y él me asintió.- No me gustaría que te enojaras conmigo si yo tuviese un hijo, así que no quiero enojarme por eso.
-¿Tienes un hijo? -Preguntó asustado y negué.
-Era un ejemplo. -James suspiró aliviado.
-¿Me querrá?
-Supongo que sí.
-Será incómodo. Te prometo que cuando tengamos un hijo no seré así. -¿Él quería hijos conmigo? Wow.
-De acuerdo. -Le sonreí.- Pero aún no quiero hijos. Apenas tengo veinte. -Me reí.
-Lo sé y yo tengo veintiuno, tampoco quiero un hijo aún. O sea... Otro hijo. -Le sonreí y acaricié su mejilla.
-Es un gran paso lo que harás. Estaré orgullosa de que lo hagas.
-Mi madre se enteró que eres mi novia... Por la prensa.
-¿Qué dijo?
-Está enojada. -Bajé mi mirada.- Ella... -Puso una mano en mi mentón y levantó mi cabeza.- No entiende porque estoy con la ex empleada, pero... Pronto lo asimilará.
-¿Y tu padre?
-Él está feliz, él siempre me apoya en todo. -Le asentí.
-¿Y si tu madre no me acepta?
-Lo hará y te querrá tanto como yo te quiero.  


~En su camaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora