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jaemin

Mis padres me inscribieron a unos cursos de inglés, para que "no tenga complicaciones para buscar trabajo en un futuro".

Tenía 14 años, la maestra había dicho que para que nos conozcamos entre todos nos iba a poner en parejas para presentarnos e iríamos cambiando, en ese momento tocaron la puerta un par de veces, cuando la profesora abrió se encontró con un chico, cabello negro, y una sonrisa algo incómoda pero radiante.

Había llegado tarde. Pero por ser el primer día le permitió entrar; casi todos los sitios estaban ocupados, cuando caminaba entre todos buscando con la mirada algún asiento libre noté que la mayoría lo miraba. Era muy guapo, no iba a negarlo.

Finalmente se sentó a un par de asientos a mi izquierda, continuamos con la actividad, tras un par de rotaciones, me tocó con él, presentándose como Jaemin, también dijo que si quería podía decirle nana, un apodo.

─ ¿cuántos años tienes? ─ preguntó

─ 14 ─

─ ¡oh! Yo cumpliré 14 dentro de unos meses ─ me miró fijamente ─ uhm, ¿sabes? Tengo un presentimiento de que tal vez seamos muy... ─ se detuvo unos segundos, pensando en que palabras usar ─ cercanos en el futuro ─

─ supongo que, podemos empezar desde ahora ─ dije con una sonrisa sincera.

Asintió repetidas veces y continuamos charlando de cosas varias, dónde me di cuenta de que teníamos bastante en común. Ahí fue dónde empezó mi amistad con Jaemin.

Los cursos de inglés eran todos los Miércoles y Viernes, por las tardes. Siempre me emocionaba cuando llegaba alguno de esos dos días. Y desde el primer día pasaba esas pocas horas con Jaemin.

No pensé que fuéramos a llevarnos tan bien desde el primer momento, nos pasamos nuestros números después de unos días. Y por culpa de ello me solía ir a dormir tarde y llegar cansado a la secundaria, pero no me arrepentía de nada, siendo sincero.

Así mismo también empezamos con las salidas, por lo que mi familia ya lo conocía, así como yo a la suya. No nos solíamos ver tan seguido porque además del inglés también asistía a otros cursos, entre ellos de piano y básquetbol; apenas tenía los fines de semana libre, y eso si sus padres no hicieron planes con anterioridad.

Así que, al momento en que los cursos terminaron; si surgía la oportunidad de ir a algún lado siempre intentábamos que fuera muy divertido, ya que nunca estábamos seguros de cuándo sería el próximo día en que pudiéramos salir a algún lado.

También Jaemin era muy amoroso y empalagoso, ya sabes, el clásico que en los mensajes manda muchos emojis de corazones, animales o algo así, repitiendo una letra muchas veces y siempre preguntando por el día, diciendo un buenos días, buenas noches. Y que siempre anda pegado como chicle a ti, dando mimos y abrazos, incluso besos en la cabeza o en las mejillas.

Había momentos en los que me molestaba que fuera tan empalagoso, pero también había veces en las que le dejaba darme mimos, que podía ser por dos razones: o era porque estaba muy cansado para quejarme y quitármelo de encima, o era porque andaba de buen humor, pero un MUY buen humor; osea, esos días que pasan muy rara vez, pero que pasan.

Hubo un día en el que salimos a un parque que estaba cerca de su casa, sentados en dos columpios estábamos hablando de algunas cosas que pasaron en esos dos meses que no habíamos podido vernos, por culpa de los estudios más que nada.

Se estaba haciendo tarde así que no lo pensamos mucho y decidimos irnos a su casa, obviamente porque era la que quedaba más cerca.

Llegando a su hogar se ofreció a preparar algo de comer, aprovechando que tenía la cocina para él sólo puesto a que sus padres tenían una comida con compañeros de trabajo. Y, creo que hasta ahora no había mencionado, pero Jaemin es un excelente cocinero, así que cuando sugirió aquello inmediatamente dije que sí.

Preparó algo de bibimbap, comíamos en silencio hasta que dije: ─ cocinas muy bien, ya puedes casarte ─ reí un poco.

Él sonrió ─ gracias, tú podrías ser mi marido ─

Para ese momento no sabía si estaba bromeando, generalmente lo hacía pero no estaba usando ese tono habitual que usaba para sus bromas, por lo tanto no estaba seguro.

Mis padres decían que debería sentirme diferente con alguien que me guste, que debería sentirme feliz, y las famosas mariposas en el estómago.

Creo que eso fue lo que sentí

Nos quedamos mirando por un tiempo, hasta que empezó a reír nerviosamente ─ Ah, digo... bueno... osea, yo estoy bromeando... pero no totalmente, uhm, quiero decir, tú serías un buen esposo, no mío, si no de quién quieras, y tal... je ─ tartamudeo mientras decía eso y miraba a todos lados.

Tardé un poco en procesar todo, pero finalmente dije un "bueno, gracias, supongo" con eso dimos fin a ese tema y cambiamos a otro dejando de lado la ligera incomodidad que surgió por unos minutos.

Cuando ya me tuve que ir a mi hogar, esa pequeña conversación se mantuvo en mi cabeza hasta por los próximos dos días. Junto con la duda de por qué el hecho de que Jaemin haya dicho que estaba bromeando no fue de mi total agrado.

Para ese entonces me había planteado que Jeno me gustaba, pero Jaemin estaba metido en mi cabeza, no podían gustarme los dos al mismo tiempo ¿eso no estaba bien, o sí?

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I- Lo edité pq me di cuenta de que algo me faltó JAJAJA. Fue sólo una palabra, no es la gran cosa, ah 😭✋