Harry Potter un Slytherin.

Son Black.

Severus estaba enojado, claro que sí, habían insinuado que manipulaban a su hijo con magia oscura por el tonto Weasley.

—¡Son Black!—la voz de Molly de elevó por encima de la voz de Regulus que era tan calmada como sería de esperarse.

—¿Tienes algún problema con eso?—Regulus pregunto directamente hacia la mujer regordeta, con la voz tan fría que Severus estuvo a punto de aplaudir su murmullo.

—Nada bueno puede salir de ellos—siguió gritando como una Banshee sin importarle mucho que Regulus estaba presente.

—Mi hermano es un Black—se levantó ignorando de una vez por todas sus modales—tienes sangre Black entre tu familia maldita mujer ignorante.

Severus se detuvo, mientras que Lucius parecía un poco sorprendido. Harry había dejado de intentar ocultarse entre las túnicas de su padre ante el grito horrible de Regulus, hasta Draco parecía sorprendido de toda la buena actitud del hombre siendo tomada y arrojada a la mierda.

—Mi maldito hermano es un Black que está casado con otro hombre—golpeó el escritorio con las palmas de las manos y una fuerza extraordinaria—su apellido arrastra las enseñanzas de los sangre pura, ¿o es qué sólo te interesa ser amiga de mi hermano por el maldito dinero?

—Ustedes son una familia de magos oscuros—miró hacia Regulus con ojos inyectados de ira—han pasado por Slytherin todos ustedes, la única buena semilla fue Sirius.

—¡Es un Black!—declaró—¡Harry también es un Black!—por una vez en su vida perdió toda la compostura—¡y me valen tres hectáreas de pura maldita verga, nadie cambiará ese hecho, ni tú ni el estúpido director que intenta convertir a Harry!

Severus tuvo que taparle los oídos a su hijo con un hechizo y sus propias manos para que no escuchara esos malditos insultos. Mientras que Lucius parecía asustado mientras protegía el lenguaje correcto de Draco. Ninguno estaba aceptando que Regulus corrompiendo a sus hijos y a su inocente forma de hablar.

Harry no podía escuchar nada igual que Draco. Solo observaron como Regulus manoteaba en el aire y señalaba a la horrible señora Weasley con ritmos rápidos. Alzando la voz de vez en cuando y empujando un poco de magia hacia el director que intentaba separarlos. No sabían exactamente porque, pero sí estaban seguros de que la primera en sacar su varita fue la mujer rechoncha que apuntó hacia el padre de Harry con un hechizo claramente peligroso.

Porque Regulus se enfrió en las discusiones antes de sonreír aterradoramente y usar su propia varita para devolver el golpe. Harry se sujeto a su padre mientras pedía con la mirada que detuvieran todo, no quería que Reg saliera herido por una mujer estrecha de mente.

—Todos calmados—Severus detuvo la magia de Molly sin importarle un poco la mujer—Reg...—llamo suavemente.

Él hombre recuperó su postura y miró a Harry que ya podía escuchar la discusión. Él niño parecía perdido, asustado y sumamente preocupado por todo. Asintió guardando su varita en su manga y abrió los brazos para recibir al pequeño crió que parecía aterrorizado.
El pequeño azabache corrió hacia el mayor, casi lo tiro con el impacto. Su cabeza golpeó el esternón del hombre que se quejo por la fuerza y por el dolor agudo que se formó en la zona magullada.

—No vuelvas a hacer eso—pidió él niño—no vale la pena.

—No me pasara nada Harry—prometió revolviendo suavemente el nido de pájaros que tenía por cabello—nunca me iría de su lado.

—Debes prometerlo.

—Lo prometo—sonrió un poco divertido por la reacción infantil de su hijo que hace tiempo no veía.

—Debes estar bromeando—la voz de la mujer rompió el momento—el famoso niño que vivió, Harry Potter no puede ser un Black.

—Sí lo es o no, sólo es mi problema Molly—Severus arrastró las palabras con decisión—es mi hijo, no el tuyo. Mi hijo podría experimentar las artes oscuras pero nunca sería un pequeño mocoso petulante que acosa a otros niños por la pureza de su sangre—gruñó amenazante—mucho menos seria un tonto descerebrado que acusa a los padres de otros alumnos sin pruebas, armaría un escándalo en el pasillo porque sea o no homosexual.

Regulus suspiro ignorando a la mujer y regresando a su siempre tan amable carácter. Su indiferencia enojo más a la mujer y al director. Solo prefería ignorar todo el mundo con la voz de Severus de fondo. Lucius solo miró todo antes de asentir en reconocimiento al otro hombre.

—Mi esposa es un Black—la voz baja del hombre rubio rompió el ambiente—mi hijo es un Black y creo que tienen más sentimientos sobre su familia que usted—movió su bastón un poco sin mirar hacia la horrible mujer—¿o qué pensaría el mundo mágico sobre usted abandonando a tres de sus hijos solo por ser Slytherin?

—Tú...—grito la pelirroja intentando arremeter de nuevo—eres él hombre y mortifago más horrible que he conocido Lucius Malfoy.

Sonrió tan petulante y divertido ante las palabras absurdas y repetitivas de la mujer pelirroja. Le habían dicho cosas peores, cosas que podrían haber hecho llorar a la gente blanda. Pero Lucius Malfoy hace mucho tiempo que había perdido todos los escrúpulos y sentimientos de dolor ante palabras vanas o vacías de los malditos magos sin cerebro.

—Sí, tal vez lo sea—acepto divertido—pero mi esposa, una Black, es peor—juro—y sí sigues diciendo que mi hijo hechizo al hijo de uno de mis amigos y padrino del mismo, no tengo más opción que llevar esto a los periódicos—suspiro tan falsamente que hasta Regulus y Severus rodaron los ojos con fuerza—Rita se daría un festín cuando se revele que una de las famosas familias del lado de luz, del bien, de los mil colores y muchos sabores—se burló ganándose un par de bufidos divertidos—ha estado acosando a el famoso Harry Potter, al niño que vivió.

—Tú...

—Yo no, mi esposa—asintió hacia la mujer y luego miró al director con una promesa de dolor—es un placer verlo director, espero que no vuelvan a llamarme por un disturbio por las preferencias de mi hijo y su amigo. Sí mi hijo quiere casarse con Harry, ¿qué les importa a todos ustedes?, es algo entre sus padres y nosotros. Tenga buen día.

Él director no pudo ni despedirse ante lo rápido que Lucius se levantó de su lugar y camino con indiferencia entre ellos. Inclino ligeramente la cabeza hacia Regulus y Severus.

—Severus, Regulus—asintió—es un placer verlos, no esperaba que fuera de esta forma pero siempre es gratificante ver que están bien.

Se llevó a Draco con facilidad, mientras este le prometía al niño de ojos verdes verlo en un rato.

—Hasta luego Lucius—Regulus aceptó divertido de todo el escándalo que Cissy podría armar—sí eso es todo director, me retiro.

Se llevó con la misma tranquilidad a Harry hacia afuera. No tenía caso seguir alzando la voz cuando Lucius ya había dejado todo en claro. Aunque no era una amenaza, lo más seguro es que Cissy hubiera comenzado a dar la noticia.

Hoy tengo doble actualización. Porque amo el dramaaaa, preparen sus pañuelos para el segundo capitulo.