Secretos||•Artemis Hidalgo✔️

Cap 18

Escuché gritos secos del otro lado de la puerta y la abrí lentamente, mis hermanos y madre se gritaban entre ellos.

—¡No contesta las llamadas! —grito mi madre y cerré los ojos con fuerza, mi teléfono se había quedado sin batería.

—¡Y si le pasó algo! —Ciara había comenzado a entrar en pánico, abrí la puerta por completo y está rechino, los cuatro pares de ojos se giraron para verme y el mayor se acercó a grandes zancadas hasta a mí me tomo del brazo en un movimiento rápido y me pegó a su pecho.

—¿Sabes que hora es? —bramo entre dientes. Un escalofrío recorrió mi columna vertebral, jamás había escuchado su tono de voz tan molesto.

—Si, lo siento, estaba en Alpha 3, el profesor me envió ahí.

—¿Artemis de nuevo? —pregunto molesto y retrocedí.

—No, es solo el profesor... —mire a mi madre —. Deberías hablar con él, se ha pasado de la raya está vez.

—Si el profesor cree correcto que estés ahí entonces no puedo contradecirlo. —me miro molesta.

Suspiré —. Lamento haber llegado tarde, de verdad, las horas se me pasaron volando.

Mis hermanos menores se relajaron y pasaron a mi lado sin mirarme.

—Ve a tu habitación. —ordeno mi madre pasando a mi lado sin mirarme.

Mi hermano me dedico una mirada reprobatoria y se alejo de mí de igual manera.

Buffet molesta y arrastre mis pies a mi habitación, entre y ni siquiera me di el tiempo de encender la luz, una corriente de aire me envolvió y me aproxime a cerrar la ventana.

Me abracé a mi misma, me despoje de mi ropa y me acerque a mi cajón a sacar mi pijama, frunci el ceño cuando no la encontré, abrí el cajón de abajo esperando encontrarla, estaba apunto de gritarle a mis hermanos para ver si alguno me la habia escondido cuando sentí una presencia atrás mío.

Iba a gritar pero entonces hablo —. ¿Por qué hay escalones de madera debajo de la enredadera bajo tu ventana?

Solté el aire que había reprimido por el miedo y mi corazón comenzó a latir desenfrenado al recordar que me encontraba semidesnuda en la oscuridad de mi habitación con Artemis detrás mío.

—Mi hermano y yo pensamos en todo, solíamos escaparnos de casa en mi antigua ciudad y era complicado salir por la ventana, antes de mudarnos mandamos a esconder los tablones bajo la enredadera. —murmure.

Se pegó a mi cuerpo y cerré los ojos en respuesta a la calidez repentina, me abrazo por la cintura y comenzó a jugar con el elástico de mis bragas.

—Supongo que debo darte las gracias, a sido facil escabullirme en tu habitación. —mordio el lóbulo de mi oreja y me frote a su entrepierna buscando más su proximidad.

—Crei que Ares era el que saltaba por las ventanas. —gire mi cabeza sobre mi hombro para verlo, entre la oscuridad pude distinguir sus ojos brevemente.

Me giro y quedé frente a su rostro, lo abracé por el cuello y se aferró a mi cintura —. No podía llegar por la puerta.

Sonreí, lo empuje y callo de espaldas a mi cama. Palmeo sus piernas y sonreí ladinamente en respuesta.

Me aproxime y pase mis piernas por cada lado de sus caderas.

Suspiré cuando sentí su erección rozarme.

Desate su cinturón y desabroché los botones, me ayudó a quitárselos.

Sujetó mis caderas y me hizo balancearme de atrás a adelante sobre el él.

Cerré los ojos y apreté la boca en una línea fija para que ningún sonido escapará.

Me baje de él y me aproxime a mi mesita de noche de donde saque la pequeña bolsita plateada, me acerque a él sujete sus boxers y los deslice lentamente fuera de sus piernas liberando lentamente su gran erección la cual instantáneamente se pegó a su abdomen.

Me subí lentamente sobre el y comencé a desabrochar los botones de su camisa. Cuando deje su pecho al descubierto deje un beso casto sobre su pecho y gruño en respuesta.

Me giro en un movimiento rápido, sujetó mis bragas y escuché la tela desgarrarse estaba por reclamar cuando atrapó mi clítoris con sus dedos.

—Creo que la cama no es una buena opción con toda mi familia en casa. —murmure cuando estuvo apunto de introducirse en mí.

Se separó, me abrazo por la cintura y se levantó de la cama conmigo en brazos.

Me dejó caer lentamente sobre el suelo de la alfombra y abracé con mis piernas su cintura, sujetó con un mano mis muñecas sobre mi cabeza me miró a los ojos fijamente —. Si cierras los ojos voy a detenerme, ¿Me escuchaste? Quiero verte reforcerte de placer mientras te follo.

Tragué y antes de que pudiera reaccionar se abrió paso por mi interior en una estocada dura, tapo mi boca con su mano evitando que el ruido saliera de mi boca.

—Sssh, vas a despertar a tus hermanos. —comenzo a entrar y salir lentamente dejando que me acostumbrara a su tamaño.

Soltó mis manos y las deslice por su cintura hasta que llegue a su culo y lo hice enterrarse en mi fuertemente.

Estuve a punto de cerrar los ojos por el placer cuando recordé sus palabras.

Me dedico una sonrisa ladina en medio de la oscuridad —. ¿Quieres que te folle duro? —quito su mano de mi boca.

No respondí, me rehusó a decirlo en voz alta.

—Si no lo dices no voy a moverme.

—No tienes que hacerlo. —nos hice girar, cuando quedó debajo mío tome su miembro con mi mano y lo posicione en mi entrada antes de dejarme caer lentamente.

Flexionó los brazos y recostó su cabeza sobre las palmas de sus manos y se acomodó, listo para verme usarlo para darme placer.

Sople para apartar un mechon de pelo que se había colocado en mi cara, recargue mis manos en su abdomen y me deslice arriba y abajo creando una deliciosa sensación en mi interior.

Después de unos minutos, sentí mi interior contraerse, Artemis se incorporó, sujeto mi cintura y enredé mis dedos en su cabello, me alzo y me dejó caer en una estocada dura gemi levemente y el continúo hasta que ambos nos venimos, se dejó caer conmigo en su pecho y respire pesadamente.

—Quiza, deberíamos ir a la cama, hará frío. —le sugerí y se levantó conmigo en brazos, me dejó sobre la cama y se acostó a mi lado.

Me abrazo y cerré los ojos.

Nota.

Yellow.

Bueno, bueno, bueno. *Inserta voz de Eric*

Las leo luego Artemisas.