Secretos||•Artemis Hidalgo✔️

Cap 21

—¿De verdad? —me cruce de brazos, mis hermanos me miraron con lastima y me dí la oportunidad de odiarlos brevemente por ello.

—Solo queremos que te distraigas. —me aclaro el mayor.

Rodé los ojos —. Me conocen, saben que no resultará, lo único que provocarán es que me termine desquitando con esos pobres niños. —estamos en la entrada del orfanato.

Este no es el primer intento de secuestro por el que pasamos, a Ciara y Ciaran también los han intentado raptar y el auto siempre tiene las mismas características. Una camioneta color negro.

O quizá esa ya es la camioneta de los secuestradores.

Suspiré —. Si les digo algo oriente quedará en sus conciencias, no en la mía.

Entramos y me escoltaron hasta el salón, los pequeños pares de ojos me enfocaron y se iluminaron.

—¡Señorita TN! —gritaron emocionados todos al unisono.

Sonreí sin darme cuenta —. De nada. —mi hermano me dió un empujoncito y entre al salón.

Me encanta enseñar. El tonto tenía un buen punto de porque esto me distraería.

El pequeño chico del otro día, que en realidad se llama Stephan se acercó con una sonrisa —. ¿Le gustaron las rosas? —pregunto emocionado y sus mejillas se tornaron de un tono carmesí, mi ceño se frunció ligeramente.

—¿Cuáles rosas?

—Si, hace unos días le pedí a mi hermana que le enviará unas rosas.

El pétalo en la puerta.

Pero no había tales rosas.

Fingí entender —. Oh, si claro, perdón, estoy un poco distraída. Me encantaron.

El sonrió mostrando unos lindos hoyuelos—. Los chicos pusieron un poco de dinero para comprarlas.

Les sonreí a los demás forzadamente —. Muchas gracias, fue un lindo detalle.

Ellos me sonrieron de vuelta.

Podría asegurar que las rosas llegaron a casa, por el pétalo, pero, ¿Dónde están? Mis hermanos nunca me dijeron nada sobre ningunas rosas.

Algo hizo click en mi cabeza.

El día que encontré el pétalo...

No, el no se las llevaría, no tendría porque, no, no, no, no lo haría.

Hice puños mis manos y me deje caer en la silla detrás del escritorio.

Me pase una mano por el rostro.

¡AGH! Maldito.