Secretos||•Artemis Hidalgo✔️

Cap 36

El silencio es incómodo, casi asfixiante, esperamos a que den una respuesta, pero en realidad no hay mucho que esperar.

Ambas familias están reunidas en una sola mesa, Juan y mi madre en cada punta.

Mi mano tiembla bajo el mantel, pero Artemis la toma minorizando la sensación de mareo y ansiedad de que no digan nada.

—¿De verdad soy el único que no está sorprendido? —Ares llena el silencio, casi dandome una bocanada de aire —. Digo, la vez pasada en la pista casi se foll...

Apolo le dió un sape, callandolo.

—Era algo bastante obvio —Apolo le dedicó una última mirada despectiva a Ares antes de mirarnos con una sonrisa cálida —, actúan raro cuando el otro está cerca.

—¿Eso era todo? —el tono de voz de mi madre casi me provoco escalofríos. Asintió, quitándose la servilleta de la pierna y aventandola frente a ella de una forma poco cortes, se levantó mis hermanos y yo la miramos a la deriva, la mire fijamente, y mis hermanos me miraron con lastima —. Sabes cómo funciona esto filia, casi veinte generaciones que han levantado un poderoso imperio. ¿Acaso crees que llegue hasta aquí sintiendo amor?

Mis ojos se llenaron de lágrimas, y mi pecho ardió ante la falta de aire.

Sentí una náuseas repentinas, me levanté y salí corriendo al baño.

Escuché varios pasos siguiéndome, avente mi bolso y me empine al escusado.

Sujetaron mi cabello, ni siquiera estaba vomitando comida, ya que por el nerviosismo había perdido el apetito. Solo un liquido blanco, parecido a la baba.

Las arcadas se detuvieron, me senté en el piso y recargue mi espalda en la pared.

Cerré los ojos y trate de calmar mi respiración.

Cuando los abrí, me encontré con todos mis hermanos al rededor de mi bolso, Ciara se agachó y abrí los ojos de par en par cuando ví que recogía la varita color rosado.

—¿Que significan las dos rayitas? —pregunto mirando al mayor.

Los demás se acercaron, no tuvieron tiempo de responder cuando Apolo y Ares se miraron entre sí con una sonrisa —. ¡Seremos tíos!

Artemis apretó mi mano, ni siquiera note que estaba a mi lado —. ¿Estás embarazada?

—Deje la prueba en mi bolso después de hacérmela, no me había atrevido a ver el resultado. —le respondí, por lo bajo. Mi madre me miró perpleja, casi atónita.

El baño se llenó de risas por parte de nuestros hermanos, mientras el señor Juan y mi madre se miraban entre sí.

—Papá la habría apoyado. —la voz dulce de mi hermano menor dejó un silencio abrupto, mamá lo miro sorprendida, el jamás había cuestionado o hecho algún comentario respecto a sus decisiones —. Y yo lo hago, yo la apoyo.

—Yo igual —dijo Adham acercándose a mí —, me pidió cuidarla, si no cuido sus intereses estaría defraudando a papá.

Ella suspiro y miro a la pequeña —. TN será una gran mamá. A cuidado de nosotros, desde siempre, creo, que está preparada para esto.

Artemis se levantó y mis hermanos corrieron a mi lado, susurrando por lo bajo si me encontraba bien.

—Amo a su hija. —fue tan directo, sin titubeos, que simplemente mi corazón se detuvo y luego solté un suspiro —. Y le prometo que haré todo lo que esté en mis manos para hacerla feliz, ¿A caso eso no es suficiente para cualquier madre?

Mi mamá lo miro, no, lo escaneó, quizá buscando algún punto de debilidad o duda, cuando no lo encontró solo le sonrió.

—Es difícil encontrar hombres como mi Félix. —suspiro —. Y no esperaba menos para mi hija señor Hidalgo. —lo aparto y me miró, nos miró —. Mis hijos merecen todo y se los eh dado, solo les toca desear a alguien que al igual que yo, quiera darles todo. ¿Está dispuesto a darle todo de usted?

—Desde que la conocí, las cosas dejaron de ser mías, todo le pertenece.

Mi madre se acercó hasta que lo tuvo frente a frente —. ¿Tambien usted?

—Por supuesto.

Nota.

Necesitábamos un libro con final feliz, a poco no?

No es final, calma, aún faltan 4 caps.

Si, acabará en el cap 40.

Las leo luego Artemisas.