CAPÍTULO CINCO - HEROÍNA

8.3K 582 329
                                    

Eleora

El lazo sanguíneo es lo que nos conecta con otro ser que llamamos familia. En mi caso siempre reconocí como familia sanguínea a tres personas Damon, Isabella y Francesco. Desde muy pequeña fui nómada viajando de un país a otro sola porque para una niña de cinco años solo reconocía estar acompañada cuando estaba sujeta de la mano de su padre o su madre en cambio me tocó ir sujeta de las manos de escoltas que iban y venían junto con una cuidadora que cambiaban por cada año que pasaba.

Para los cumpleaños y navidad recibía obsequios que cualquier niño deseaba pero que yo los rechazaba porque ¿de qué sirve tener todo cuando no lo compartes con quienes amas? Con los años los regalos fueron cambiando dejaron de ser muñecas a convertirse en caballos, casas, joyas e islas que al final del día nunca podía disfrutar porque no tenía un hermano o hermana o algún familiar de mi edad con los que compartir teniendo solo a Lucas y a Angelo que jugaban conmigo en los pocos días que duraba en Italia en casa de los Martinelli.

Pero que ahora esté parada frente a un hombre Martinelli me hace cuestionar que clase de familia soy que no sé reconocer a un familiar desconociendo sus gustos, sus pasiones, sus miedos y su vínculo real conmigo.

— ¿Martinelli? — pregunto estática.

—Sí, el último hombre de nuestro linaje sobrino de tu abuelo — responde soltando mi mano caminando hacia el escritorio —. Así que realmente no somos nada cosa que me alegra— repara mi atuendo indicando que me sienta.

Observo el lugar detallando las paredes blancas, los muebles en colores claros y los grandes ventanales que hacen lucir el ambiente fresco y agradable.

—Si somos familia ya que vienes siendo un primo de la segunda generación — tomo asiento —. Pero no vine aquí a un reencuentro familiar así que hablemos de lo que nos interesa— mascullo.

—Me gusta — susurra, pero logro escucharlo—. Preparé una carpeta con las fórmulas que he estado diseñando para crear una nueva droga, he estudiado sus reacciones y es como un arma biológica porque puede reaccionar sobre las cadenas de ADN adaptándose a ellas como si fuera una proteína más haciendo que con una sola dosis reaccione en el cuerpo como si fueran diez— explica entregándome la carpeta.

—Debes ser muy mezquino para crear tal cosa— comento mirando las combinaciones moleculares.

—Esto es la mafia, Eleora. No un laboratorio farmacéutico para crear un medicamento para sanar — aclara entrelazando los dedos—. La Bratva tiene las armas de fuego, el clan búlgaro el tráfico de órganos, el francés la prostitución y comercio de sustancias psicotrópicas, el clan turco lavado de activos, crimen organizado y acopio de armas y nosotros los mejores laboratorios con las drogas más demandadas...

—Para ser un científico estás muy informado sobre los clanes— lo interrumpo al ver como habla de cada uno de los clanes del esqueleto.

—Soy quien debía tener tu puesto, pero como los hijos pagan los errores de los padres heme aquí siendo mandado por una niña que ni siquiera se ha dado cuenta en el mundo que está metida— se levanta —. Sé cómo te sientes, crees tener todo bajo control y piensas que dirigir el esqueleto es solo quedarte en tu trono con la corona en la cabeza supervisando todo lo que hacen los demás, pero tu puesto es más que eso— afirma.

— ¿Qué más hay? — arreglo mi postura en la silla— Ilumíname — pido.

—Extorsionar, aniquilar, matar, planear y diseñar estrategias para tener a cada clan de tu lado, aunque no es con base de palabras de motivación es demostrando que eres igual o peor que ellos— afirma—. Es transmitir el miedo por los poros, es como ahorcar a una persona sintiendo como la yugular late buscando oxígeno mientras que el caliente que se forma en tus palmas te incitan a apretar el agarre hasta que tu victima deja su vida en tus manos siendo ese acto es tan delicioso y tan perturbador a la vez — describe con tal excitación que da miedo —. Pero si Francesco decidió darte ese puesto es porque ya has manchado tus manos de sangre dejando ir con tus victimas tu humanidad porque solo así pierdes la humanidad robándole la vida a un ser humano — cambia el tono de voz volviendo a su tono normal.

ÉXTASISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora