"Los susurros de ángeles y demonios siempre anuncian muertes o claves de salvación. "
Senix Fire es descendiente de una raza de criaturas antiguas con habilidades y poderes extraordinarios. Y el ser alejada de su verdadero lugar de origen provoca qu...
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—Iré por Kia y Lisa, ¿alguien quiere acompañarme?
—Definitivamente yo no—Leyton dio media vuelta, dispuesto a irse, pero un leve movimiento de Serleny con su varita dorada lo hizo regresar a su lugar.
—Ahora que hiciste eso le diré a Senix que te lleve—enfatizó la peliblanca.
—¿Les gusta ver sufrir a un hombre?
—A uno cobarde, sí—dije, frunciendo el ceño—. No tienes por qué temerle a Lisa. Por muy espeluznante que haya sido antes contigo, Leyton, ahora sabemos que todo lo que hizo fue por una fachada que debía mantener por su propio bien y el de Kia, ¿entiendes?
—Lo sé pero...
—La mayoría iremos—intervino Setem—, yo igual, así que tranquilo.
—Está bien, ¡vámonos!—dijo sonriendo, olvidando su antiguo temor a la anciana.
—Debí haber empezado pidiendo tu presencia antes que la de cualquiera, Setem. Me hubiera ahorrado esa breve explicación.
Cuando necesitara a Leyton simplemente llamaría a Setem ya que ahora ellos dos iban en el mismo paquete.
—Entonces todos menos Verso iremos... —empezó diciendo Lumina, pero fue interrumpida por la castaña.
—Menos Ryan y Dalya también—expuso—, ellos vendrán conmigo.
—¿Nosotros?—Dalya la miró sorprendida.
—Sí, ¿no quieren?
—¡Por supuesto que sí!
—Yo también quiero—Ryan se puso a un lado de Verso, como si fuera un guardaespaldas profesional.
—Como quedamos, chicos, Serleny los llevará a Kia Dark y Lisa Wolf para después reunirse con nosotros. Esta vez intenten no tardarse demasiado. Ya alargué de más mi estadía aquí.
—¿De verdad debes irte? ¿Tan pronto? —le preguntó Dalya, con la súplica palpable en su llamativa mirada.
—Sí, Dalya Flack—la Fénix Oscura sonrió al escuchar su nuevo apellido, cortesía de Mell—. Muchos otros asuntos necesitan de mí y aunque quisiera no debo posponerlos.
—Entiendo. De verdad gracias por todo.
Verso asintió hacia ella y la guió a su otro lado, ni siquiera alzó ninguna mano para hacer uso de su poder. En un nanosegundo un resplandor dorado los envolvió a los tres, desapareciéndolos y dejando pequeñas partículas brillantes flotando en el aire.
Ellos iban directo al Salón de los Secretos, ese del cual habíamos estado hablando con Mell sobre si existía realmente. Y la respuesta era un claro sí confirmado por Serleny. Así que los demás iríamos por Kia y Lisa para luego reunirnos en en la entrada del misterioso lugar.
