Capítulo 56: Mellandry

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Capítulo dedicado a: JiminJN34 Muchas gracias por todo tu apoyo y paciencia, espero que el capítulo te guste. <3

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Senix Fire

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Senix Fire

-Todos los heridos ya han sido atendidos por los Blancos y se sienten en excelentes condiciones-informó Tawet, se había quitado parte de su armadura, incluyendo su casco protector. Su cabello le caía a la altura de los hombros y era de un tono gris celeste imposible de pasar desapercibido.

-¿También mis amigos?-pregunté.

Tawet asintió.

-Todos ya han consumido esferas de Vitalidad y se encuentran mejor que nunca.

-Perfecto-dije-. Jhon, tú también come una.

Lumina, que repartía esferas de Vitalidad a todos se acercó a nosotros y nos extendió seis esferas a Jhon y a mí.

-Tú también las necesitas, Senix-dijo Lumina.

Jhon y yo tomamos las esferas, él ni siquiera las examinó, solo tomó la primera y la lanzó a su boca. Cerró los ojos y suspiró, en su rostro finas líneas platinadas empezaron a resplandecer, avanzando también a su cuello y a sus brazos. Comió las otras dos y su aura azulada se encendió con más fuerza.

-Guau-le dije-. Te ves increíble.

-Y me siento increíble-dijo, formando una enorme sonrisa. Se dio media vuelta y siguió a Lumina, que no paraba de caminar de aquí para allá entre todos los Fénix.

Tomé entre mis dedos una de las tres esferas que tenía, la miré con sumo detalle, tratando de escrutar su acuoso contenido blancuzco. Se veía como una perla grande y neblinosa.

La coloqué en mi boca y la esfera se rompió como un fino cristal de hielo. La sensación al saborearla era indescriptible, traté de masticar pero la esfera se deshizo por sí sola, sabía a... ¿Limonada? No... Era como menta sutil, luego sabía a manzana y después a naranja... Era extraño pero delicioso. Cuando tragué fue como haber bebido un trago de agua fría.

-¿Todo bien?-preguntó Leo, quien sostenía también varias esferas y me veía con los ojos entrecerrados y brillantes.

-Todo genial-le dije, sonriendo en un intento fallido de Mona Lisa-, esta cosa es exageradamente deliciosa.

Y me comí las otras dos sin pensármelo dos veces.

-Sí, es buena-dijo el rubio-. Senix-apuntó a mi alrededor-, ahora parece que vas a estallar en pequeñas llamitas.

Asentí varias veces.

-¡Es que me siento con mucha energía!

-Lo estoy notando, solo no estalles en serio, ¿sí?

La Princesa Fénix |Aeternis #1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora