Capítulo 31: Juramento de lealtad

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Senix

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Senix

—¿Crees que estarán bien?

Observé atenta hacia el frente donde Leo, Miranda, Yudor, Klyos y Setem yacen listos para ser transportados a Mifnix. Nesesitabamos un espacio abierto y el campo en el que aparecimos aquel dichoso día después del perturbador viaje a Drynox fue nuestra única y más segura opción.

—Claro que estarán bien —sonrío a Diana y ella hace una mueca. —Oh vamos, están con Leo ¿Que les podría pasar?

—Mmm, déjame ver; Ser atacados por un centenar de sombras dark o capturados por la mismísima reina Erika.—Diana sonrió, una sonrisa que no concordaba con las pesimistas palabras que soltó.

—A veces tu positivismo me es admirable.

Ella se encogió de hombros y avanzamos hacia los demás.

—Será más seguro que trasporte a dos a la ves, haré dos viajes para llevarlos a los cuatro, ¿Les parece bien? —Decía Leo, sus músculos se flexionaban en su camisa azul marino. Se veía mucho más pálido bajo la cálida luz del sol. —¿Miranda?

Miranda lo observo a los ojos por primera ves. Aunque parecía estar viendo a la nada y un corto suspiro escapo de sus labios, nadie lo noto, excepto yo.

—Me parece estupendo. Setem, tu puedes venir conmigo.

—Oh, no no no—Exclamó Yudor, abrazo por detrás a Setem, acaparandolo por completo. —mi dulce Setem se queda conmigo.

—Basta—el trato de librarse del agarre, incomodo aunque sin dejar de sonreír.

Todos reímos y observe los colgantes de los tres hermanos. Desde que los conocí sus nombres me parecieron muy peculiares, sin embargo, siempre logré distinguirlos. Diana y Diego los confundían todo el tiempo. Ahora que ya estaban a la vista los dijes de sus collares era más fácil identificarlos. Las iniciales de sus nombres palpitaban contra sus pechos definidos y el color plateado de estos resaltaba con los tres pares de impresionantes ojos verde selva.

—Okey... ¿Entonces?—Leo los observo, escrutando sus reacciones—Hay por favor, tampoco es que no se van a ver en muchos siglos. Si Miranda prefiere los llevo por separado, o trataré de que sean todos juntos...

—No no, esta bien. Iré con Klyos, Yudor, Setem es todo tuyo.—respondió Miranda, claramente exasperada.

—Te idolatro por eso. Siempre me consientes.—Yudor sonrió de forma perversa y Diana se estremeció a mí lado.

—¿Y a ti que te pasa?—indague.

—¿Acaso no es lindo? ¿No ves sus ojos?—un brillo soñador paso por su mirada. Oh no.

—Si, es lindo, técnicamente todos los chicos que están aquí son lindos. Tienen los mejores genes. Claro... Otros más que otros... —dirigí mi mirada a Leo, el me hizo un guiño y le sonreí de vuelta.

La Princesa Fénix |Aeternis #1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora