ᴍᴀʟᴀs ɪᴍᴘʀᴇsɪᴏɴᴇs // 𝐊𝐞𝐧 𝐑𝐲𝐮𝐠𝐮𝐣𝐢 𝐱 𝐎𝐜 //

Capítulo 13

| Cuidados |

Me encontraba en el salón de clases, llevábamos menos de la mitad del día y ya sentía que solo quería irme a casa, no porque me de pereza o algo por el estilo, pero desde la mañana que me sentía horriblemente mal, desperté sudando frío y tiritando, además de sentirme extrañamente de caída.

Había llegado a la escuela mucho más abrigada de lo común mientras que el resto andaba con mangas cortas y cosas por el estilo, pero claro, a nadie le extraño que yo estuviera así de abrigada a excepción de unos cuantos curiosos en mi salón.

Era día miércoles nuevamente, Draken me había ido a dejar a la escuela el Lunes al igual que la vez anterior, aún que el martes y hoy al parecer no había podido, pero no me quejaba.

Mientras el maestro explicaba la clase, estaba allí tiritando en mi propio asiento, hacía mucho frío.

-jhm... -levanté la mano.

-entonces las células... ¿si, Abril? -me preguntó.

-¿profesor puedo... ir a la enfermería? No me siento muy bien.

-bien, ¿desea que alguien la acompañe?

-no, muchas gracias. -me levanté de mi puesto- permiso. -dije abriendo la puerta.

Salí del salón camino a la enfermería, no me encontraba tan mal como para desmayarme o algo parecido, simplemente tenía demasiado frío y estaba algo de caída.

Al llegar a la enfermería, golpee un par de veces antes de entrar, únicamente estaba la enfermera sentada viendo su móvil con unos dos niños pequeños de diferentes edades sentados allí.

-disculpe. -entré- me eh sentido muy de caída.

-si... se nota, debes tener fiebre. -dejó su móvil en su mesa mientras se levantaba- siéntate allí por favor. -apuntó a uno de los sofás en dónde tomé asiento. De pronto volvió con un termómetro- tenlo bajo tú brazo por unos minutos.

-bien. -esta helado.

Habían pasado unos cuantos minutos cuando de pronto comenzó a sonar un pitido del termómetro. La enfermera llegó y me lo retiró viendo la temperatura.

-jhm... tienes fiebre. Si quieres puedes ir a casa pero... ¿no tienes a nadie que pueda venir por ti debido a tú condición?

-no... pero no se preocupe, no vivo muy lejos. -me levanté.

-bien entonces, avisaré al conserje.

Salí de la enfermería volviendo al salón por mis cosas, una vez las tomé y guarde todo en mi mochila, mis compañeros me observaban curiosos hasta que me retiré nuevamente del salón.

Salí hacía la puerta de la escuela en dónde comencé a ir a casa, había sol, pero yo lo único que quería era llegar a casa, acostarme y poner mi calienta camas.

No tenía medicinas, tal vez lo mejor sea pasar a comprar algunas.

Me desvíe del camino hacia donde habían unas cuantas tiendas, entre ellas una farmacia, no tenía idea de que medicamento me servía, pero ellos deberían saber, ¿no?