Reencuentro

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Los años pasaron y, al igual que a su alrededor, ellos cambiaron. Puede que para bien o para mal.

Horacio salió de su nueva casa cansado y se apoyó en la barandilla del patio trasero. Había estado ocupado comprando muebles y pintando paredes así que no había ido a trabajar durante unos días.

De vez en cuando alguno de sus amigos iba a ayudarlo o simplemente a hacerle compañía.

—Oye, ¿ya has conocido a tus vecinos? —El hombre con pelo blanco lo había visitado esta vez y, para recompensar, Horacio había pedido comida china.

—Mmm no, aunque creo que tampoco lo haré. Prefiero que sea así. —Se encogió de hombros mirando hacía su casa.

Decidió no ir a presentarse a sus vecinos porque, ¿con qué nombre se presentaría? ¿Horacio? ¿Dan? ¿Axel? Sería una completa locura y ni siquiera sabía si ellos eran de alguna banda o algo parecido. Simplemente no.

Por otro lado, Volkov había vuelto de sus vacaciones. En consecuencia de eso, el ruso tenía mucho trabajo pendiente. Más que nada papeleo, por lo que decidió hacer todo ese trabajo en su casa.

Había estado semanas encerrado en su oficina pero no lograba concentrarse debido a la mudanza que había al lado de su casa.

¿Por qué hacían tanto ruido? Risas de un lado a otro, algun que otra bocina de varios coches. El ruso no iba a aguantar mucho pero aún así no fue a quejarse ya que seguro esa persona tenía mucho con la mudanza.

Separó su vista de la computadora y miró hacía la ventana que daba hacía la casa nueva. Notó como un coche se estacionaba y de pronto salió una figura de la puerte. Parecía un hombre pero no se veía su cara ya que llevaba gorra y una máscara.

¿Su vecino era un ladrón? Lo que le faltaba. Suspiró cansado y volvió con su trabajo, deseaba terminar lo antes posible.

Con los días, se le hizo rutina observar por aquella ventana, solo por aburrimiento y para poder despejarse un momento del trabajo. A veces veía a aquel hombre salir pero siempre salía con máscara y ropa oscura.

Hasta que un día vio que aquel hombre misterioso, pero llamativo para el ruso, salió con una ropa diferente. Parecía un uniforme pero con una máscara. Su identidad seguía siendo un completo misterio, pero lo que le llamó la atención fue que llevaba una chaqueta del FBI.

¡¿Su vecino era un agente del FBI?! La sorpresa era tan grande que no escuchó que alguien lo estaba llamando desde el celular. Luego de ver como el agente corría hacía su auto y desaparecía de su vista, salió de su trance.

Llevó su mirada de nuevo al escritorio para seguir trabajando pero notó que alguien lo había llamado. Devolvió la llamada atento a Kovacs.

Unos segundos después escuchando, se levantó rápidamente y se dirigió a la entrada. No tenía que cambiarse de ropa ya que tenía una camisa así que era aceptable para salir.

Mientras manejaba algo apurado, pensaba sobre ese agente. ¿Toda esta situación tendría algo que ver con él? Apretó el acelerador para llegar lo más pronto posible a comisaría.

Al llegar notó que habían demasiados patrullas en el estacionamiento del edificio, ¿qué rayos estaba pasando?

—Oh Volkov, que bueno que ha llegado rápido. —Entró a comisaría para buscar la reglamentaria y todo lo necesario, mientras tanto, el comisario iba a la par suya explicándole la situación.

Al parecer, la LSSD iba a hacer un operativo en un laboratorio. Un agente que estaba investigando, avisó que ese era el momento perfecto para atrapar toda una organización y cerrar el laboratorio.

Some Volkacio And Something ElseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora