STRIP » MinJoong

Capítulo 7: Hijo Del Diablo.

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—Él no podía venir hoy.

—¿Y por qué no lo dijeron antes?

HongJoong suspiró dejando su café a un lado al instante. La mirada asesina que le dirigió a la pareja bastaba para enviarlos cinco metros bajo tierra. No podía creer que tuvieran la osadía de citarlo a esa cafetería cerca del hotel donde trabajaba —en su día libre— aún cuando sabían que el otro chico no se uniría porque tenía clases en la universidad.

El ojigris retomó su café con cansancio y respiró hondo varias veces para controlar sus ánimos alterados. Como cereza del pastel ese día no durmió bien y se levantó con una migraña que lo hacía estar irritado por todo y por nada. Tal vez, no debería volver a tomar el turno extra hasta la medianoche. Además, a su terrible ánimo se le sumaba algo más; algo que lo mantenía intranquilo. Estaba esperando por una llamada o un mensaje que parecía que no iba a llegar nunca. Vaya mezcla de estrés para su cabeza.

¿MinGi estaba tan ocupado que no podía contactarlo? ¿Debía llamarlo primero? ¿Eso no sería muy intenso?

Cada vez más preguntas surgían en su mente y sus nervios sacaban lo peor de él. Dos semanas, habían transcurrido dos semanas desde que se había ido a Incheon por «asuntos del trabajo» y... esos nervios se transformaban en algo feo retorciéndose en su estómago y haciéndole sentir descompuesto. HongJoong siempre lo supo, era fácil seducir y un peligro ser seducido.

Por primera vez, estaba en peligro.

—Lo sentimos, hyung... —se disculpó San apenado y deslizó el plato con muffins hacia el peliazul—. Ordenamos tus muffins favoritos, ¿aceptas nuestras disculpas? —sonrió con sus dos hoyuelos muy marcados en sus mejillas.

—No le puedo decir que no a los muffins... ni a tus hoyuelos —se calmó y drenó todo su enojo con una larga exhalación.

—YeoSang tenía el día libre, pero el profesor escribió de último momento que daría la clase de recuperación hoy y no podía negarse —aclaró SeongHwa poniéndole sus mejores ojos de gato.

—Puedes volver al trabajo si-

—San, yo también estoy libre.

—Oh, mierda... —San se sonrojó e hizo un puchero apenado—. La próxima prometo que será en nuestro apartamento y nuestro novio Sangie estará ahí.

—Ya estamos aquí... cuéntenme, ¿cómo es que terminaron envueltos en una relación de tres sin decirme nada?

—Bueno... San lo conoció y... —Park desvió la mirada y dijo—: queríamos hacer un trío y creímos que sería interesante hacerlo con él. Era algo pasajero así que no te dijimos nada. Pero, las cosas se salieron de control. Lo involucramos mucho... y para cuando nos dimos cuenta a ambos nos gustaba él. Por supuesto, también nos queremos, San y yo somos novios después de todo. Nos peleamos, luego hablamos. Después hablamos con YeoSang y descubrimos que sentía lo mismo —relató escuetamente.

—¡Fue una locura! —San se rió recostando su cabeza del hombro de su novio—, pero ahora no podemos imaginarnos sin YeoSang, nos complementa, ¡es muy tierno y sexy!

—Sí, lo es —Park sonrió embobado.

—Woah, ustedes en serio están totalmente mal por ese chico. ¿No tienen más fotos de él?

—Ten, en mi galería hay bastantes.

Kim tomó el teléfono del rubio y mientras navegaba por la galería viendo el montón de fotos, tomaba de su café escuchando las anécdotas y los chismes que la pareja contaba sin parar. No había nada mejor que reunirse con sus mejores amigos y ponerse al día.