Capítulo 16: Dos Corazones Rotos.

164 35 11
                                    

━━━━━ • ஜ • ❈ • ஜ • ━━━━━

3 semanas después.

Las luces alumbraban sus figuras en la oscuridad. Tenía una brillante sonrisa que ocultaba sus pesares, mientras sus manos se deslizaban por su cuerpo en un espectáculo que alteraba a cada hombre frente a él. Sus labios se movieron sincronizados con la canción, pronunciando cada palabra como una invitación a que lo besaran y así cumplir las fantasías que tarareaba. Cada persona en su asiento vitoreaba piropos obscenos, pero él estaba consumido por el momento. ¿O por el alcohol? Sea cuál sea la respuesta, tomó el tubo de striptease entre sus manos y bajó lentamente tal como había practicado la coreografía, moviendo sus caderas.

Un par de billetes volaron en su dirección, alguien gritó, los demás rieron. El calor comenzaba hacerlo sudar y el alcohol en su cuerpo a marearlo. Pero, eso le daba una apariencia más salvaje por lo que aprovechó de llevarse el cabello hacia atrás y gateó hacia una de sus presas.

HongJoong regresó con menos de los billetes de los que esperó. Aun así, siguió bailando alrededor del tubo. ¿Qué opción tenía? No era una buena noche, se sentía como estar nadando contra la corriente, obligado a hacer algo que no quería. Sin embargo, siguió con el espectáculo: sonriendo como si amara estar ahí y usando el tubo y la pasarela como si fueran de su propiedad. Nadie pudo notar lo desconectado que se sentía.

Al final, regresó a los vestidores vistiendo nada más que su ropa interior y no tardó en tomar un abrigo y dirigirse a la barra. El alcohol le seguiría ayudando a sobrellevar lo que quedaba de noche.

—¡Buen show, HongJoong-ah! ¡Llevas varias noches haciéndolo bien! Aunque los clientes han estado un poco rudos desde hace un tiempo —comentó JiWoong, vertiendo un martini en una copa para uno de los clientes borrachos en la barra.

—Ugh, puedo notarlo... Ya no están dando tanto efectivo —resopló hastiado, su falta de humor se estaba convirtiendo en un malhumor—. Sírveme cuatro shots de soju. Lo pagaré luego de que me den mi porcentaje de esta noche.

—¿No es un poco fuerte?

—Sólo daré un show privado.

—Tienes varios tragos encima. Ninguno de ellos ha sido suave.

—Éste nada más —le mintió—, no voy a llegar al final de esta noche... y necesito hacerlo, JiWoong... por favor.

—Sea lo que sea que tengas, debe-

HongJoong alzó la mano cortando lo que iba a decir. El gesto fue demasiado rudo; no obstante, JiWoong no lo reprendió y lo dejó pasar por esta vez ya que el peliazul no se veía para nada bien. En el escenario era deslumbrante, sabía captar la atención, mantenerla sobre él y entretener al público dándole lo que ellos querían y un poco más. JiWoong creía fielmente que HongJoong no pertenecía allí... era un pez grande en una pescera pequeña y vaya que se destacaba. Era lamentable que siempre terminara regresando al club y más ahora que —en esta quinta vez— la desconexión que tenía con todo demostraba lo infeliz que era.

Mientras preparaba los shots, observó al peliazul perdido en un trance mirando su teléfono. El más bajo se veía roto, como una muñeca con grietas que estaba apunto de quebrarse si algo llegara a rozarlo. Iba a preguntarle que sucedía, pero el ojigris recibió un mensaje y dio un respingo... ¿acaso sus ojos estaban cristalinos?

JiWoong le dejó los shots al frente y HongJoong le agradeció vagamente para luego tomarse uno de un sólo trago.

—¿Qué haces aquí? ¿Por qué demonios volviste justo cuando el club está en su peor momento? Estarías mejor en casa que aquí —soltó abruptamente, el peliazul se atragantó y tosió varias veces hasta que por fin se recompuso.

STRIP » MinJoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora