Capítulo 15: Mal Presentimiento.

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El descaro de levantarlo a las cinco de la mañana aún le hacía hervir la sangre.

Si con despertarlo en la madrugada en su día libre no bastaba, dejó quince llamadas para enfatizar su desesperación. XiaoJun había corrido con la suerte de que le tenía aprecio, pero comenzaba a pensar que tenía un grupo de amigos irresponsables que lo llevaban de fiesta a los lugares de la peor calaña en la ciudad. Cada vez que salía de fiesta en sus días libres regresaba en peores condiciones y esa madrugada fue la gota que derramó el vaso: el extranjero le había suplicado con la voz ronca y adolorida para que lo pasara buscando a un dirección extraña. Y la condición en la que lo encontró fue peor que deplorable.

¿Cuál era el punto de tener noches alocadas si al día siguiente se iba arrepentir de lo que hizo? Pero, como buen amigo ahí estaba HongJoong supliendo el turno de XiaoJun por la mañana hasta que el chico pudiera recomponerse para trabajar después de la hora de almuerzo. Si sobrevivía a la resaca, por supuesto. Sino HongJoong estaba preparado para quedarse hasta que cerraran el restaurante por la noche. Siempre podía contar con que MinGi le pidiera comida y le diera alojo toda la noche si estaba muy cansado.

Esas eran las ventajas de salir con el hijo del CEO... y a esa lista también se agregaban otras cosas, como que MinGi lo haya invitado al sauna después de que cubriera el turno de XiaoJun. HongJoong sonrió revolviendo la comida de su plato. Song MinGi tuvo que haber hecho algo raro en él.

¿Cómo era real que le gustara tanto?

—Oh, te ves de la mierda... —miró a su compañero entrar a la sala de empleados con lentes de sol, una gorra, la camisa abotonada más arriba de lo que debería y la piel tan pálida y enferma que pasaría fácilmente como un cadáver de la morge.

—Sí, lo que sea —se tiró desganado en la silla aledaña y al quitarse los lentes dejó ver unas ojeras oscuras—. Tu uniforme me queda y tu roomie me hizo té para la ronquera... Pero, ¿hay aspirina en el botiquín? ¿Crees que con un poco de café se me quite el sueño?

—Le diré a EunBi que te prepare un café fuerte. Nos quedamos sin aspirinas, pero creo que HaNeul debe tener algo para tu dolor de cabeza... ¿seguro que estás bien?

—Sigo vivo y respirando por desgracia, así que sí. Debo estar bien.

—¿A dónde demonios fuiste?

—Si me pudiera acordar te diría. Fui a un lugar, luego a otro... acabé a la orilla del río y... tengo esto en el cuello —se bajó un poco la camisa y varios moretones se asomaron. Su cita debió ser muy apasionada.

—No lo vas a tapar con maquillaje.

—Lo sé... Tu roomie ya lo intentó y lo peor es que odio los chupones, pero se sintieron bien cuando me los hicieron. Ah... mierda... no volveré a salir de fiesta así.

—Por favor, no quiero seguir recogiendo tu trasero en sitios extraños. Ni cubriendo tu turno.

—Tampoco quiero que lo cubras, sin mi preciosa sonrisa, el encanto del bar se pierde —presumió y HongJoong le dio un empujón—. Tienes una cara bonita, pero me necesitas en el bar. Yo le doy vida a este lugar.

—Cállate, debes seguir ebrio —le dio un manotón al castaño para que aleje sus manos de su comida—. ¡Oye, me lo regalaron! Ve a conseguir tu medicamento para la resaca y luego come un sándwich o algo —XiaoJun le hizo un puchero y el ojigris cedió dándole su comida.

—¡Está muy buena! Tu novio se lució hoy. ¿Ibas almorzar con él, no? ¿Les arruiné la cita?

—Nop, tenemos otra clase de cita en un rato.

STRIP » MinJoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora