Contract. Capitulo 28

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Capitulo 28:

Siendo sábado por la tarde, específicamente las 21:00 horas, termino de retocar los últimos preparativos para la celebración privada marital que puse en marcha junto a mi suegra, la señora Marchetti.

Mi madre política con entusiasmo me ayudo a crear una sorpresa para mi marido. Ideamos juntas un regalo de aniversario único para Bruno, ya que él y yo hoy cumplimos siete años de matrimonio.

Hace un mes busque a mi madre en casa para pedirle consentimiento y ayuda para preparar un aniversario de matrimonio que fuera ligeramente diferente a los seis aniversarios anteriores que celebramos en familia.

Debido a mi plan lascivo mi madre política al principio se mostro impactada, cohibida y avergonzada, pero luego mirándome con admiración, respeto y entusiasmo se animo a prestarme su cooperación para aprender en el proceso sobre lo que nos apasiona a su hijo y a mi en nuestra intimidad, cosa que ella y todos los adultos en la mansión Marchetti conocen a cabalidad, porque Bruno y yo jamás pretendimos esconder esta parte de nuestra relación, es mas Bruno hace seis años puso como primera condición a sus padres aceptarnos con nuestras preferencias sexuales a cuestas, o no volvía a pisar la casa de los Marchetti junto a mi y a nuestro primer hijo.

Mis suegros ansiosos y desesperados por conocer y compartir momentos con su primer nieto no pusieron trabas a las demandas de Bruno. Es mas, jamás hemos escuchado ni recibido mi marido y yo criticas, recriminaciones o un desaire en estos últimos seis años de parte de mis suegros. Mejores padres y suegros no podríamos tener Bruno y yo. Por ese motivo hace un año y tres meses Bruno y yo, junto a nuestros tres hijos decidimos mudarnos a la mansión Marchetti. Además yo necesitaba un poco de ayuda externa que no fuera una niñera para criar a mis hijos, puesto que tenia sobre mis hombros el difícil rol de asistente ejecutiva, madre y esposa. No es fácil ser madre y profesional. Ambos trabajos absorben mucho tiempo, dedicación y esfuerzo.

Yo no tenia apoyo femenino para criar de una manera cómoda y menos dificultosa a mis pequeños hijos, los cuales exigen bastante tiempo y dedicación. No cuento con una madre, hermana y abuela. Mi madre esta muerta hace muchos años y tanto mi abuela materna, como mi hermana mayor no forman parte de mi vida. He tenido contacto con mi abuela materna, pero no podemos vernos ya que no tengo buena relación con su marido el cual es mi abuelo. El todavía no me perdona elegir a Bruno por encima de mi familia, de la cual yo era la proveedora. Y mi hermana mayor me aborrece puesto que me tiene una envidia malsana que no le permite vivir por su cuenta de una forma pacifica. 

Mi hermana continua empeñada en reemplazarme como la señora Marchetti, pero yo no le he dado cabida en mi familia para que lo intente siquiera. 

Cuando me vi enfrentada a la crianza de mi segundo hijo tuve que por obligación contratar mujeres capacitadas como niñeras. Al principio todo marchaba muy bien con las cuidadoras. Ellas ejercían su tarea de una manera excelente, pero mas tarde cada una de ellas tuvieron la pésima costumbre de poner los ojos en mi marido luego de descubrir nuestra erótica intimidad sexual.

Las cuidadoras descubrieron que a mi marido y a mi nos apasiona practicar el bondage puesto que nuestra habitación matrimonial tenia por doquier implementos y accesorios de bondage.

Cada una de esas mujeres pensó erróneamente que Bruno teniendo predilección por practicas sexuales altamente lascivas y morbosas no tendría mayores reparos en aceptar a una segunda mujer en nuestra cama o de hecho, que seria capaz de reemplazar a su esposa por una amante.

Esas niñeras ambicionaron a mi esposo, como suele suceder con otras mujeres que comparten con él un espacio laboral.

Bruno me agrade o no, atrae la atención no bienvenida por parte de las mujeres aunque él solo tenga atención para mi.

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