Contract.

Contract. Capitulo 2

Capitulo 2:

Cuando llego a mi oficina faltando quince minutos para las 08:00 am en compañía de mi solicito y entusiasta asistente ejecutivo Marco, me encuentro a la deliciosa señorita Ema White detrás de su escritorio con una expresión nerviosa y sombría.

La aprendiz de asistente ejecutiva se pone aún mas nerviosa luego de verme. Noto como se estruja las manos y no tiene color en el rostro, así que adivino que me esperaba. Lamentablemente para ella también resulto alguien intimidante.

Marco se irá en un par de semanas a Miami para ocupar el puesto de director gerente de administración de aquella nueva sucursal de Fantasy, así que hace seis meses elegí a Ema White para reemplazar a mi fiel mano derecha.

Ya son tres años que no tenía como secretaria personal a una mujer porque antes de contratar a Marco mis secretarias tuvieron el pésimo mal gusto de enamorarse de mi y en vez de dedicarse a desempeñar correctamente su trabajo, buscaban el mejor método para meterse en mi cama.

Detesto que la tensión sexual en mi lugar de trabajo me distraiga de mis obligaciones laborales, pero Ema es un asunto diferente. Ella es una mujer diferente. A penas es consciente de mi carisma sexual.

Ema es la única mujer que me conoce que puede mantenerse seria, fría y compuesta frente a mis ojos verdes oscuros e imagen general perfecta.

Tener presente que soy una persona con una apariencia llamativa no me convierte en alguien arrogante y vanidoso. Son simples hechos que solo un tonto no usaría a su favor. A mi me agrada lucir mi apariencia pero solo en el ámbito laboral. Mi apariencia resulta ser intimidante. No me interesa atraer la atención sexual de las mujeres, ya que estoy harto de eso.

Mujer más sensata y profesional que Ema White no podría encontrar para desempeñar el papel de secretaria personal, pero resulta que no la elegí como mi asistente ejecutiva por ser inmune a mi atractivo. Ridículamente y estúpidamente deseo que la tensión sexual surja entre los dos con mayor intensidad para sacarle el mayor provecho. Hasta ahora Ema lucha para no sucumbir a mis encantos, aunque todavía no hago uso de la seducción en su contra. Eso pronto cambiará.

La oscura verdad detrás de mi deseo de convertirla en mi asistente personal radica en mi ferviente deseo de ponerle las manos encima. Por ella, debido a ella quiero pasar por alto mi política de no mantener un romance de oficina.

Deseo echar abajo el muro emocional que Ema White erige a su alrededor en contra de los hombres.

Quiero mucho más que mantener un romance de oficina con ella, y esto hace seis meses era un secreto hasta para mi secretario Marco.

Lo que quiero mantener con Ema White no es una insultante relación de amantes pasajeros clandestinos. No, con ella quiero formalizar en una relación mucho mas formal. Hecho que me sorprende en primer lugar a mi mismo ya que jamás he mantenido una relación formal con ninguna mujer. Tener novias no es lo mío. Mucho menos el matrimonio.

Ema es de hecho alguien especial para mi, más de lo que quisiera admitir.

Esta mañana tengo el presentimiento de que Ema quiere decirme algo delicado urgentemente, pero esta bastante temerosa e insegura para plantearme el problema que la esta aquejando. Ella es una dama muy independiente y reservada. No esta habituada a apoyarse en nadie, mucho menos en el trabajo.

Mi sangre como siempre cuando la observo corre por mis venas con adrenalina. Su presencia ilumina el espacio dónde se encuentra, mas bien me ilumina a mi. Su belleza y su fuerza motriz una vez mas me impacta. Nadie a parte de ella me convierte en un manojo de ansiedad y excitación. Ella despierta mi lado humano y un instinto protector que me parece patético, pero no puedo evitar sentirme de esta manera.