Contract.

Contract. Capitulo 6

Capitulo 6:

Hace un momento solté el cabello de Ema y este cayó como una capa larga, lisa y dorada por su espalda. Además le saque el brasier y retire de su sexo la tela de su braguita.

 No le saque la falda, tampoco la braguita, solamente deslice con los dedos de la mano derecha hacia el lado izquierdo la tela de encaje negro, dejando al descubierto la parte más íntima de su cuerpo. 

Ahogue un gemido de crudo deseo y de lujuria, puesto que su clítoris realmente es rosa como sus pezones. 

No me alcanzarían las palabras para describir cuan hermosa, y sensual es mi chica desnuda y excitada. Se me hará un vicio ponerla en este estado. 

Para mi grata sorpresa he descubierto que Ema se depila, no deberé por ende llevarla a un spa para que deforesten esa delicada zona erógena. 

El vello púbico cubre y oculta la belleza del sexo de una mujer, además limita la estimulación que se le puede hacer a la piel del triángulo de venus.

Subo las piernas de Ema sobre el escritorio, luego las separo. Queda sentada, y apoyada con las palmas sobre la madera, totalmente expuesta a mi mirada lasciva. 

Sumisa me permite acomodarla a mi antojo. Su pecho agitado es lo único que la acusa de lo nerviosa y avergonzada que esta. Consciente o no, me muestra ahora mismo a plenitud cada resquicio de sus pliegues vaginales. Le suma belleza que sus fluidos escurran como hilos de plata.

 Su sexo es realmente apetecible. Me muero de ganas por degustar su erótico sabor.

Dejándola expuesta y lánguida de excitación busco alejarla completamente de la imagen correcta, seria y distante de la eficiente y estirada secretaria que siempre ha sido, para convertirla en una amante sensual, lujuriosa y dispuesta. 

Tengo la mente completamente lucida y centrada para no perderme ninguno de sus gestos y sonidos mientras juego con su cuerpo vibrante que esta en pleno descubrimiento del placer, del éxtasis y del clímax. 

Riego besos seductores sobre su cuello y hombro izquierdo mientras ella ebria de deseo se mantiene quieta permitiéndome explotar su cuerpo. Lamo el contorno de su oreja izquierda y sonrió perversamente sintiéndola sacudirse debido a los espasmos del placer. 

Cierro la mano izquierda en su seno derecho y lo masajeo. Muerdo sensual su mentón y bajo con la punta de la lengua desde ahí a su seno izquierdo. Cierro los labios en el botón erecto y juego con el con la punta de la lengua y termino succionándolo. Ema saca pecho para invitarme sin palabras a chuparla y acariciarla con más pasión y descontrol. 

Con el pulgar derecho estimulo su clítoris gentilmente, aumentando la presión según el lenguaje de su cuerpo. 

Aumento y mantengo los espasmos de su cuerpo chupando y lamiendo sus pezones, mientras estimulo deliciosamente su clítoris. Me detengo cuando esta a punto de acabar. Gime frustrada, cada vez más ansiosa y agitada. 

Vuelvo a torturar sus senos y el botón sensible de su centro. La empujo a un nuevo éxtasis negándole la rendición cuando esta a punto de tocar el clímax. 

Quiero que enloquezca de placer, de ese modo cuando se corra experimentara un orgasmo descomunal. 

Disfruto de la erótica imagen de la piel de Ema mientras suda y enrojece. Me alimenta su voz jadeante. Me erotizan sus gemidos audibles. Ella recibe, acoge y disfruta libremente de cada nueva sensación a través de mis caricias. 

Finalmente ella se atreve a sujetarse de los músculos de mis hombros y termina por colgarse de mi cuello con los brazos perdida de si misma, atacada por convulsiones salvajes e involuntarias, ya que ha comenzado a sentir las descargas del orgasmo.