Capitulo 19:
Impactada al punto de quedarme en blanco, no atino a nada mas que a ver como Bruno se levanta de la silla junto a la mesa y sin mirarme directamente toma las llaves de su automóvil deportivo rojo. Llaves que estaban sobre la mesa, sin mirar atrás y se marcha del departamento, quién sabe a dónde fuera de New York.
Todo mi cuerpo; mi corazón, mi alma y mi consciencia me piden, mas bien me ruegan ir tras él y gritarle que no deseo que se marche a ninguna parte porque lo necesito a mi lado más que nunca, pero no soy capaz. Me gana la cobardía o es un poderoso sentimiento de deslealtad para con mi familia, lo que me impide decirle al hombre que amo y que me ama, que él es lo que más amo y necesito en esta vida. Me quedo anclada en la silla, en silencio, cuando en realidad quiero pedirle a Bruno que se quede conmigo. Y que quiero con muchas ganas formar aquella familia de dos que me ofrece.
Abandonar a mi familia. Cortar nuestros lazos me hace sentir perdida. Me aterra estar sola, sola en el mundo, y no debería si Bruno me ha demostrado con hechos que es la única persona que desea estar conmigo por propia voluntad, sin un interés malsano de por medio. Sino que siente unas poderosas ansias de poder amarme y protegerme.
Me encuentro en una situación en la que debo elegir entre dos grupos de personas que amo.
Para continuar velando por mi familia debo dejar ir al hombre que amo. Y si elijo a Bruno debo olvidarme de mis abuelos y de mi hermana que son lo único que me daba una sensación de pertenencia.
Junto a ellos me sentía parte de un hogar, parte de una familia. No era una familia ideal, no era una familia perfecta, pero era mi familia al fin y al cabo.
Siendo ellos tres, tres personas incapaces de hacerse cargo de si mismos me sentía necesaria.
Siempre he sabido que ellos son egoístas y auto centrados, pero era mejor convivir con ellos de aquella manera, con esas condiciones, que estar sola. Me aterra estar sola. Me aterra no ser importante para alguien. Me aterra la soledad.
Bruno me ofrece su amor y su apoyo sin condiciones ni imposiciones egoístas. Es lógico que si me ama desee que corte los lazos con una familia que solo me causa preocupaciones y pesares.
El tiene toda la razón. No seré una mala persona por pensar finalmente en mis propias necesidades.
Es hora de buscar mi propio bienestar. Debo buscar mi propio lugar en el mundo como lo hizo Bruno. Si él pudo, yo también puedo ser capaz.
Mi familia no me necesita. Brindarles toda mi atención, afecto y lealtad no hará que me amen.
Ahora me doy cuenta de que yo no existía. Me movía, y respiraba, pero no estaba viviendo. La vida pasaba y yo estaba encerrada en mi misma.
Aferrarme a mi familia a hecho que se convirtieran en algo lamentable. Estaban succionándome la vida.
Como Bruno ya salió de mi campo de visión. Ya que Bruno se marcho herido o enfadado, me digo que es mejor permitir que las cosas se enfríen. El y yo necesitamos tiempo para reordenar nuestras prioridades. El dijo que volverá y que espera que yo este esperándolo y eso es justo lo que haré.
No me iré de vuelta a la casa de mis abuelos. Ese lugar ya no es un lugar para mi. Ahora que he despertado del letargo me ahogaría y me moriría de frustración por lo que deje atrás, es decir a mi maestro, a mi jefe, a mi amante, a mi pareja.
Estaré esperándolo en este departamento. Y espero no haber echado a perder lo que circula entre los dos.
En su ausencia aprovecharé de resolver mi situación con mis abuelos y con mi hermana. Este dinero que Bruno me regaló, será invertido en pagar las deudas que contrajo mi abuelo y luego me dedicaré a pensar solo en mi. Y en Bruno.
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Contract.
RomanceEma White es una joven secretaria la cual su único sueño en la vida es convertirse en la asistente ejecutiva de Bruno Marchetti, siendo él un exitoso, atractivo, sensual, carismático, profesional y enigmático ejecutivo con una personalidad magnética...