Dánae
—¡Vamos Dánae ponte para la foto!—Dijo Alessandra mientras hacia un selfie con su móvil frente al río Tíber.
Habíamos visitado diferentes lugares, todos preciosos, si de algo estaba disfrutando era del paisaje, Roma era cautivadora. Geovani y Matteo, los nuevos amigos de Angus eran muy divertidos y además guapos, como bien decía Daniela, Italia tenía chicos guapos. Durante toda la tarde estuvieron hablando sobre su canal de Youtube en el que hacían vídeos sobre distintos juegos de Ps4 o Nintendo switch, al parecer eran realmente buenos jugando.
En un momento de la tarde, los chicos se quedaron hablando acerca de un youtuber famoso en España y Alessandra aprovechó para hablar conmigo a solas. Fuimos hasta un banco que quedaba cerca del río, estaba anocheciendo por lo que la escena era fantástica. Noté a la chica un poco nerviosa y no entendí el por qué. Entre tanto silencio decidí romper el hielo, pero cómo ya me había pasado la última vez, sin pensar bien en la pregunta.
—¿Sabes cómo se siente estar enamorada?— ¡OTRA VEZ ESA ESTÚPIDA PREGUNTA! ¿QUÉ ME PASABA? Alessandra no hizo ningún gesto raro, sólo respondió a la pregunta en un tono muy serio.
—Supongo que sí.—dijo cabizbaja. Sabía que le pasaba algo, pero apenas la conocía de un día por ende no iba a preguntarle nada sobre su vida personal. Decidí preguntarle acerca de sus hobbies intentando tener alguno parecido al mío, y desde luego el único que podíamos compartir era la música. Al parecer, su padre era un gran fan del mundo del Rock, Punk rock, Heavy metal y demás. Ella siempre había escuchado ese estilo de música, aunque ahora estaba empezando a escuchar un poco de Pop estadounidense.
—¿De casualidad te gustan los libros?—pregunté un poco avergonzada.
—Pues si te soy sincera no, sólo me leo los que hay que leer para clase y nunca los termino.—dijo riendo, hizo una pausa y siguió.—Pero si a ti te gustan, puedes ir al club de lectura que hay en el instituto, me han informado que es bastante bueno.
¿Un club de lectura? ¿qué pintaba yo ahí? es decir, sí, me gustaba leer, lo amaba con todas mis fuerzas pero no creía que encajaba en ese lugar. Entre tanta pregunta nos olvidamos de los chicos que nos estaban buscando desde hacía ya un buen rato. Agradecía esa pequeña charla con Alessandra, había sido muy agradable conmigo desde el primer momento y tenía la sensación de que podría entablar una buena relación de compañera con ella, al final no estuvo tan mal la idea de venir a Roma.
Al llegar a casa fui directa al baño para ducharme antes de que Angus se gastara todo el agua caliente. Y una vez más, la inseguridad se coló por todas las partes de mi mente, haciendo que mi cabeza se llenase de pensamientos intrusivos, cómo los odiaba, me hacían sentir mal. Mi mente se llenaba de preguntas como ¿Y si salgo de casa sin avisar a nadie y desaparezco? ¿Y si no soy lo suficiente para alguien? ¿Y si realmente no le importo a nadie?, empecé a ver borroso, sabía lo que venía, un enorme ataque de ansiedad que me recorría todo el cuerpo, odiaba esa sensación, la primera lágrima se dejó caer por toda mi mejilla mientras me agachaba hasta el suelo para intentar relajarme. ¿Por qué me pasaba esto a mí?, tenía una buena vida, mi padre y mi hermano me querían, no pasaba hambre, podía permitirme ciertos lujos...no entendía nada.
Cuando conseguí tranquilizarme fui hasta la ducha, no tenía ganas de nada en ese momento, ni de cenar, por lo cual decidí encerrarme en mi cuarto para leer una historia en Wattpad que poco a poco estaba acabando con la poca estabilidad emocional que me quedaba. Me puse los cascos y seleccioné un álbum diferente, esta vez tocaba One direction. A veces simplemente no sentía nada, no me sentía ni bien ni mal, sólo estaba ahí, en mi mundo, existiendo...
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Heaven
Любовные романыEntre libros y música, Dánae llega a Italia, pero no de la manera que más le hubiese gustado. Tras cuatro años viajando por el trabajo de su padre, por fin consigue estar en un lugar dónde se siente cómoda. Aunque la ciudad de Roma será testigo de u...