21. "Don't go away"

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Dánae

—Por favor Dánae, es lo único que te voy a pedir durante un mes.—suplicaba Angus tras haberme pedido el favor unas cuarenta y cinco veces antes.

—Está bien, pero tienes que prometerme que no te dejarás tanto con las clases.—accedí finalmente.

Mis notas de los primeros exámenes eran muy buenas, sobre todo en biología, estaba convencida de que sacaría un nueve en el primer trimestre, sin embargo, Angus no llevaba el curso de la mejor manera, había suspendido dos exámenes de matemáticas seguidos y eso en el último año no era bueno. Alessandra no era una persona que se preocupase mucho por los estudios, no iría a la universidad, sólo quería terminar el curso sin saber qué haría después, y lo más seguro es que estuviese influyendo un poco en los estudios de Angus. Por mi parte, matemáticas no me encantaba, pero sabía llevarla hasta una nota media, así que no me costaba mucho ayudar a mi hermano aunque fuese para sacar un seis.

—Iremos a la biblioteca sobre las 16:30 y no quiero ninguna excusa, luego tengo que hacer cosas.—dije subiendo a mi cuarto con un pequeño vaso de agua.

Durante toda la semana estuve tan pendiente a los exámenes que no le escribí a Daniela para ver cómo se encontraba, tampoco sabía nada de Jay desde aquella noche en su casa, y en parte era mejor, porque me daba pudor recordarlo. Según él, esa noche no pasó nada, a pesar de que ambos amanecimos en ropa interior, sólo me quedaba creerle. En los descansos iba en busca del bloque B dónde se suponía que estudiaba él, pero era más difícil encontrarlo que intentar juntar a One direction de nuevo. En pocas palabras, él era así, aparecía, me hacía sentir mil cosas y luego, simplemente no volvía a verlo durante días.

Entre tanto, no le había dedicado mucho tiempo al libro que Jay me regaló, por lo que aproveché esa tarde para leer un poco antes de ayudar a Angus con su último examen de matemáticas. Después de estar un buen rato leyendo, cerré el libro para mirar qué hora era, y efectivamente tenía que ir bajando. Angus apenas estuvo una hora estudiando, así no tenía muchas posibilidades de aprobar pero me contó que había quedado con Alessandra ya que era su primer mes juntos y no podía fallarle, no me quise meter en sus cosas, él debía saber cuáles eran sus prioridades en ese momento.

Busqué a mi padre en el salón con la intención de proponerle salir a tomar algo debido a que hacía bastante que no pasábamos tiempo juntos, pero me comentó que estaba cansado y se iría a dormir temprano. Supuse que esa era mi vida, seguiría leyendo hasta quedarme dormida, aunque esa noche no tenía mucho sueño, por lo que opté por ver una película tranquilamente en mi cuarto. Elegí mi favorita, Pearl Harbor, aunque lo más probable es que no la terminase puesto que duraba mucho. Había visto esa película tantas veces, pero nunca me cansaba de verla, me encantaba la historia, sin embargo, no podía engañarme, me encantaba mucho más uno de los protagonistas; Dani.

Oí cómo había empezado a llover y tenía intenciones de asomarme para ver la lluvia, pero estaba muy cómoda con mi manta. La película continuaba y con ella seguía el insomnio detrás de mí. De pronto, algo chocó con mi ventana y me levanté para poder comprobar qué había sido. Segundo golpe. Tercer golpe. Deslicé la cortina y abrí la ventana, aún llovía, pero más me sorprendió ver a Jay empapado bajo la lluvia y encima sin chaqueta.

—¿Pero qué haces aquí?—pregunté confundida.

—Esta escena ha sido parecida a la que tanto te gusta de Romeo y Julieta.—gritó temblando del frío que había cogido.

Cerré la ventana y bajé corriendo lo más rápido posible para abrirle la puerta. No podía hacer mucho ruido ya que mi padre se encontraba durmiendo, aunque también era complicado despertar a alguien con un sueño tan profundo como el suyo. Abrí la puerta y le pedí que entrase, él negó con la cabeza, seguramente no quería mojar la casa pero no podía dejarlo así.

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