Heaven

13. "Benvenuto a Roma Dánae"

Dánae

Durante toda la semana de clases estuve ocupada, ya tenía varios trabajos, y dos exámenes, uno de biología y otro de matemáticas. Geovani intentaba acercarse a mí durante los descansos pero yo trataba de evitarlo, no quería hacerle ilusiones si estaba interesado en mí, ya que nos habíamos formado como grupo: Angus, Alessandra, Matteo, Geovani y yo, pero digamos que los dos primeros no contaban, pues estaban ellos en su mundo, no tenían una relación pero quedaba claro que algo había entre ellos.

Por primera vez empezaba a ver las cosas de otra manera, aunque eso no quitase los ataques de ansiedad noche sí y noche no, ni tampoco la inseguridad que sentía conmigo misma, pero era más ameno pasar los días con ellos. Aún pensaba en Jay, no lo vi ningún día de instituto, pensé entonces que no íbamos al mismo, tampoco quería preguntarle a Matteo por él, ya que podría sonar un tanto sospechoso, supuse entonces que no lo vería más o quizás en la siguiente fiesta que hicieran, cosa que era muy poco probable, pronto empezarían los exámenes y en el último año no podíamos distraernos continuamente.

Como cada Viernes por la tarde, quise relajarme con una pequeña historia de Wattpad que me dejase llorando el fin de semana pero me di cuenta de que no tenía nada por leer. Había empezado a escuchar un grupo de música nuevo "Radiohead", no porque no me gustase la música que escuchaba, al contrario, la adoraba, amaba cada canción de mis bandas favoritas, pero quise probar algo nuevo que llevaba un tiempo saliéndome en recomendados.

Estaba aburrida, y nadie quería pasar un viernes sola en casa sin tener nada que hacer. Papá tuvo una reunión de última hora y Angus había salido al cine con Alessandra, Daniela no podría hacer videollamada, me daría alguna excusa de que tenía que salir con su madre, por lo que mis opciones cada vez iban a peor. Iba a desistir cuando de pronto recordé algo, ¡Todavía no había visitado ninguna librería en la ciudad!

Busqué la más cercana, casi todas estaban cerca del río, por lo que no tardaría mucho en llegar. Cogí la cartera por si tenía suerte de encontrar algún libro que me llamase la atención y salí de casa emocionada. ¿Cómo no lo había pensado antes?

Desde fuera se podía notar lo acogedora que era. Parecía antigua, como todo en Roma, pero esa era una de las cosas que más le caracterizaban y hacía que se viese más bonita aún. Según entrabas, a la derecha se encontraba el mostrador para pagar, con una amable dependienta que no pasaría de los cuarenta años. Si seguías un poco más adentro, podías observar los libros ordenados con mucha precisión, y al fondo dos sillones con una mesa para poder pasar el rato con un buen libro. No había mucha gente, por lo que pude parar a mirar bien cada libro. Ningún libro había conseguido captar mi atención, aunque para ser honesta no había mucha variedad.

Caminé hacia atrás unos pasos, con la intención de salir y buscar otra librería, probablemente tendría suerte en otra, pero me tropecé con un escalón. Me di la vuelta y vi como unas escaleras señalaban hacia arriba marcando un camino. Al llegar al piso superior, la librería dejaba de ser tan amplia, pero sí había más variedad o al menos eso parecía. Comencé a mirar las fabulosas obras de  William Shakespeare y dudé entre llevarme Hamlet o Romeo y Julieta, ambos los había leído hacía años, pero me apetecía volver hacerlo.

Finalmente me decanté por Romeo y Julieta, di un paso atrás, segura de la compra que iba a realizar cuando de repente choqué de espaldas con algo, o con alguien. Giré con el propósito de disculparme pero mis ojos se abrieron como nunca.

—Vaya, otra vez tú.—dijo Jay con una mirada astuta.

—Lo siento.—me limité a decir. Estaba nerviosa, muy nerviosa, ni siquiera me había fijado en que tenía un libro en la mano.—Un  momento.—dije dudosa.—¿No era que no leías?