Las luces de Londres

12

El viento soplaba con intensidad, la luz en sus ojos inexpresivos se reflejaba como un arcoíris en el agua. Sentía nerviosismo de aquel silencio, y su mirada fija a ese pedazo de hierro forjado. Quizá no quería lo mismo que yo.

-Athena.--me sacó de mis pensamientos y me miró fijamente con unos ojos rojizos y aguados por las emociones encontradas en su ser.-- ¿Qué te gusta de mi?

-¿Qué?...

-¿Qué te gusta de mi? 

Recuerdo cuando le pregunté lo mismo a ella. Quizá ella duda de mi y por eso se le nota distante.

-Que seas lo suficientemente inteligente para poder escoger sabiamente con quién quieres estar.

Su rostro enternecido por mis palabras se escondió en mi pecho, espero pueda escuchar los latidos apurados de mi alegre corazón por entender que finalmente estaría junto con alguien que me quiere de tal manera que cambia de humor por mi culpa.

-Estoy feliz de que me permitas amarte.

-Cállate o voy a llorar...--rió mientras acomodaba su cabeza para escuchar mejor mis latidos.-- Tu corazón... late muy fuerte.

Después de esa confesión y disfrutar un rato la vista, finalmente regresamos a Londres.

A pesar del tráfico el camino se hizo corto, ya que estaba pasando tiempo con Bella, sus carcajadas por alguna idiotez que se me ocurría me contagiaban la alegría.

Esos pequeños momentos de alegría son los que recordaré el resto de mi vida. Las risas en el carro, los abrazos inesperados y las lágrimas de alegría

Me pidió dejarla en casa con la excusa de que hoy era el cumpleaños de su roomie y no la había visto desde ayer. Al dejarla y llegar a casa, por alguna extraña razón hizo que el departamento se viera más grande y frío. Creo que las personas tienen razón sobre mi departamento, parece más un museo que otra cosa.

Tomé un largo baño en la bañera que suelo usar pocas veces, pero debería usarla más seguido. Miraba el techo y escuchaba la bulla... la bulla de la soledad.

Quizá la extraño mucho y es por esta razón que ahora me doy cuenta de lo vacío que se siente mi departamento.

Después de ese largo baño relajante me dirigí a mi habitación, hoy si dormiría en mi cama...

Al observarla noté que olvidé decirle que había dejado su ropa aquí... Aún tiene impregnado es perfume suave que aún no descubro de que está hecho, sin embargo, podría pasar toda mi vida oliéndolo y nunca cansarme.

Lorraine

*Envió una foto*
Recuerdas? 

La están volviendo a pasar?

Sí!
En ODEON.
Quieres verla mañana en la noche?

No te confirmo nada
Estaré algo ocupada.

Está bien, estará todo el mes.
No tiene que ser mañana.

La foto que envió era de ella junto a un cartel de Love Actually, se observaba poca parte de su cara pero lo suficiente para entender que está emocionada. Esa película fue la primera que vimos en el cine, antes les comenté que conocí a Lorraine en el último año de preparatoria, era muy popular por que es hermosa y todos los chicos se morían por ella, yo solía pasar desapercibida, pero al ser amiga de Elio, es difícil hacerlo, cada vez que triunfaba en un concurso, todos sus amigos, incluido él, celebraban como si fuera un partido de fútbol.