3. Caramelo

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Pov Darius.

No paro de besar sus labios, cuello y mentón, mientras aprieto su lindo culo a mi voluntad, sus gemidos son lo más excitante que he escuchado en mi vida.

Esta chica es hermosa con unas curvas perfectas, su piel tiene un lindo color caramelo que me tiene loco, y deseoso de lamer por completo.

Desde que la vi llegar con esos otros amigos no pude dejar de mirarla, esas curvas, y esas bellas piernas, cuando lo vi con ese chico creí que era el novio, pero no juega de ese lado así que fue más ventaja para mi, cuando empezó a bailar y mover sus sensuales caderas fue mi perdición, debía tenerla y la tendré.

A tropezones entramos a mi pent─house, siempre que me acuesto con alguna mujer hago que me lleven a su departamento, nunca las llevo a un lugar mío, pero no lo soportaba más y mi pent─house está a una cuadra.

Una vez dentro la tomó de la cintura y hago que enrede sus hermosas piernas en mis caderas mientras camino a mi habitación, mientras bajo el cierre de su vestido y dejó sus frondosas tetas a mi disposición. La bajo a los pies de la cama y termino de sacarle el vestido quedando en diminutas bragas de encaje negro.

─Eres una obra de arte─ digo delineando sus curvas con mis manos atrayéndola hacia mi pecho, para que sienta lo duro que me tiene.

─Menteur─(mentiroso)─ suspira jadeante.

─No lo soy─ tomo su rostro para que me mire─ y ahora te disfrutare todita mi precioso caramelo─  aseguró para luego besarla.

La recuesto en la cama sin dejar de besarla, bajó por su cuello hasta sus pechos,  tomó uno de ellos en mi boca lo mas que puedo y masajeo el otro y pellizcó sus pezones, se arquea hacia mí en respuesta gimiendo, y  jadeando sin parar, bajo por su abdomen dejando besos húmedos hasta la cinturilla de sus braguitas, separó más sus piernas y la toco por encima de la tela, hasta volverla loca y muy necesitada de mi.

Le quitó sus braguitas y la tiró a algún lado de la habitación, separó aún más sus piernas y pasó mi lengua desde su entrada hasta su hinchado y necesitado clítoris.

─¡¡Dios!!─ jadea mientras me tomo del cabello.

─Mmmm ....sabía que probarte sería la gloria, así como tu hermosa piel sería todo un manjar─ aseguro y la escucho reír.

Que hermosa risa.

─Eres la primera persona que me dice eso─ dice.

─¿Que eres deliciosa? Lo dudo─ digo introduciendo un dedo en su interior.

─Ah...mmm...me referia a que mi piel es hermosa─ dice entre gemidos.

─Lo es, es muy hermosa─ aseguro antes de besar el interior de sus muslos para después volver a su clítoris.

Busco su punto de placer y lo estímulo hasta que la hago llegar al orgasmo gritando incoherencias en francés mientras tira de mi cabello, sin ser demasiado brusca.

Queda quieta en mi cama jadeando mientras yo me despojo de todas mis prendas, me subo sobre ella y vuelvo a besar y chupar dejando una marca en ella, en pocos minutos la tengo retorciéndose debajo de mi.

Nos hago girar colocandola a horcajadas sobre mí, su cabello cae desordenado por todo su rostro, con los labios hinchados, es una vista preciosa.

Tomó de nuevo sus labios y me responde gustosa, el beso sube de intensidad, y yo no aguanto las ganas de metersela duro, pero primero lo primero, extiendo una de mis manos hasta la mesa de noche, donde tengo preservativos, nunca me acuesto con nadie sin uno, aunque me digan que estan control.

Oveja NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora