23. Yeso

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Narrador Externo.

Los días pasaron dándole la llegada al viernes, Leila viajaría en la tarde y Darius también tuvo que viajar a New york por un negocio importante, a pesar de todo Bella no se sentía preocupada al quedarse ella sola ese fin de semana.

No lo pasaría en el departamento de Leila y ella, lo pasaría en la casa de su padre, la razón, tenía que hacer una maqueta de una casa para su clase de arquitectura y no la hacía en el departamento porque se conocía muy bien y sabía que terminaría haciendo cualquier cosa menos su tarea.

Además sus verdugas no estarían en la casa, ese fin de semana era el de un evento anual en el que todas las mujeres de la familia Montesco debían asistir, pero al ella no se considerada parte de la familia, a pesar de llevar su sangre.

No había vuelto a hablar con su padre, el cual no encontraba la manera de acercarse a ella y hablar sin terminar en gritos y discusión, así que por el momento mantenía la distancia con ella.

Sábado.

Bella despertó a eso de las nueve de la mañana, no había nadie en la casa, el día anterior sus verdugas se habían ido por ser fin de semana y su padre, al ella estar en la casa no había empleados y su padre había pasado la noche en su departamento, pero eso Bella no lo sabía.

Se preparó su desayuno mientras contestaba mensajes de sus amigos y su novio, se dio una ducha relajante, se puso ropa cómoda y empezó ha hacer su proyecto.

Debía hacer un proyecto a escala en yeso de una casa que ella misma había diseñado y aprobado previamente por su profesor.

Ese proyecto valía la nota del mes, Bella procuraba solo tener A en cada materia ese año, los pasados iban entre B y A esperaba que sus notas impresionaran y opacaran las malas referencias que le habían hecho tener.

Casi a medio día Maximiliano entró a su casa confundido de no encontrar a sus guardias en sus lugares y ningunos de los empleados de la casa. Cuando salía de la cocina y al no encontrar a nadie, una música captó su atención, así que subió descubriendo que venía de la habitación de Bella.

Ella había pasado las horas anteriores moldeando cada una de las piezas para hacer su maqueta. Max se quedó mirándola desde la puerta confundido por lo que estaba haciendo.

─¿Qué es todo esto?─ preguntó.

En ese momento Bella tenía en sus manos la parte que sería la base para el segundo piso, pero al escuchar de repente una voz se asustó y la dejó caer al piso haciendo que esta se rompiera.

─¡Por Dios!, ¿cuál es tu hábito de asustarme?─ dijo ella exaltada agachándose donde se había caído la pieza.

─Lo siento, no era mi intención asustarte─ se disculpó su padre entrando a la habitación─ pero no has contestado mi pregunta─ le dijo.

─Una maqueta que debo entregar el lunes─ contesto sin mirarlo, tratando de ver si podía salvar la pieza que se le había caído, pero no tenía arreglo, debía hacer otra─ genial más trabajo─ se quejo tirando las piezas en una funda que tenía preparada para lo que tiraría después.

─¿Qué pasa?─ le preguntó.

─Esto ya no sirve, debo hacerlo de nuevo─ dijo mientras lo tiraba y buscaba más yeso para volver a hacerlo─ pero ya no tengo más yeso, debí comprar más─ dijo mientras revisaba su materiales.

─Te llevo a comprar el que necesites─ le dijo su padre de repente, Bella lo miró sorprendida y un tanto dudosa por sus palabras.

─¿De verdad?─ preguntó ella dudosa sin creer lo que le había dicho.

─Por su puesto, en todo caso fue por mi culpa que se te ha roto, es lo menos que puedo hacer─ dijo.

─Ok, deja me cambio y nos vamos─ dijo y fue al armario.

Max se sentía contento, estaba dando buenos pasos en ese momento y quería que continuara así, unas figuras que Bella tenía en la mesa llamaron su atención así que se acercó.

Todas las piezas eran blancas y estaban bajo la luz de una lámpara, al acercar pudo notar que eran pequeños muebles que Bella había creado, eso lo hizo sonreír y recordar cuando era pequeña y siempre iba a su estudio a mostrarle los pequeños muebles que había creado, quiso tomar una pequeña silla en su mano pero al tocarla la arruino, ya que aún estaba húmeda.

¡¡Papá!!!─ se quejó Bella saliendo del armario con otra blusa puesta y lo apartó de la mesa y lo puso al lado de la puerta de la habitación─ quédate ahí, a este paso me harás hacerlo todo de nuevo─ dijo mientras volvía al armario para cambiarse rápido.

Una de las pocas cosas que había sacado de su padre, era la curiosidad extrema que tenía por tocar las cosas que le resultaban interesantes.

─Ok vamos─ dijo Bella saliendo del armario.

Salieron de la casa y subieron al auto de él para ir al centro comercial donde Bella le dijo. El ambiente en el auto era un poco tenso ya que para ambos era un poco extraño estar en un mismo lugar.

─¿Solo te falta el yeso?─ le preguntó Max rompiendo el silencio, recordando el consejo que la amiga de Leila había dicho.

─No, también me falta algo de pintura y otras cosas, pero iba comprarla mañana─ contestó.

─¿Por qué no elegiste otro tipo de material?─ preguntó.

─Fue decisión del profesor, no la mía─ se encogió de hombros.

Max no pregunto mas, no sabia de que, así que el resto del camino, el cual no fue mucho, la pasaron en silencio. Al llegar al centro comercial su padre la siguió hasta la tienda donde compraría lo necesario.

Mientras caminaban a la tienda donde Bella compraría los materiales, Max noto muchas miradas de varios chicos y hombres que miraban a su hija de manera lasciva, aunque la ropa que usaba no era para nada provocativa, ella era hermosa al igual que su madre, por lo que llamaba la atención sin percatarse.

─Si sigues así tropezaras con algo─ le dijo a Bella ya que estaba con la vista en el celular y no por donde iba. Ella solo guardó su celular y continuó caminando hasta que llegaron a la tienda.

─Buenas tardes Bella─ saludó la señora detrás del mostrador, Bella acostumbraba mucho ir a esa tienda por materiales para la clase de arquitectura, como también para sus obras.

─buenas tardes señora Hooks─ saludo con una agradable sonrisa.

─¿Vienes mucho aquí?─ le preguntó su padre.

─Más o menos─ dijo mientras tomaba lo que iba a necesitar.

─¿Para qué son todas estas cosas?─ le pregunto mientras la veía tomar cada vez más cosas.

─La mayoría de los frascos son de pintura, la presentación es muy importante, esas secan rápido y ayudarán a que sea más resistente─ dijo─ y esto es para darle forma y de talles a las piezas de la maqueta─ dijo mientras seguían.

─¿Y no se supone que va en una máquina?─

─Sí. y está en la casa─ contestó─ las que tenía se rompieron─ se explicó llegando al mostrador.

─Siempre las rompes─ dijo la señora Hooks y Bella negó divertida mientras pagaba.

─¿De dónde sacas dinero?─ le pregunto mientras salían, era algo que no pudo evitar preguntar, se supone que hace mucho le había quitado las tarjetas de crédito.

─De las mismas maquetas, conozco chicas con hermanas pequeñas que les encantan estas casa, y luego de presentarlas en clase, las vendo─ contesto.

Eso era y no era verdad, porque ella lo hacía así antes de conocer a Dan y Leila.

─Ya, ¿quieres ir a almorzar ya que estamos aquí?─ propuso.

─Sí, muero de hambre─ dijo. Fueron a un restaurante de comida italiana. Comieron tranquilo hablando de cualquier trivialidad, ambos muy felices de pasar ese tiempo sin algún conflicto entre ambos.

Yeso de pared

Oveja NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora