Oveja Negra

44. Perdon

-¡¿QUE?!- contestó un furioso Darius, desde hace un rato lo estaban llamando, pero lo ignoraba y se concentraba en su caramelo, creyó que si lo dejaba sonar esa persona se cansaría, pero insistía aún más.

-También me da mucho gusto escucharte primo- dijo Leila con burla.

-¿Qué quieres?- le pregunto serio con bella sentada en sus piernas mirándolo con curiosidad.

-Que me pases a Bella, llevo rato llamándola- dijo.

-¿Para qué?- pregunto.

-Tú solo ponla al teléfono- le dijo y Darius le paso el celular a Bella.

-Es Leila- le dijo mientras se lo entregaba.

-Lela, ¿qué pasa estás bien?- le preguntó Bella.

-Estoy perfectamente, tranquila, ya llegaron las cartas- le dijo emocionada.

-¿Qué cartas?- preguntó Bella confundida.

-Las cartas de las universidades- le dijo.

-¿Llegaron?- pregunto sin creerlo.

-¡¡¡Si!!!- dijo emocionada.

-Voy para allá- dijo levantando se apresurada de las piernas de piernas de Darius mientras colgó la llamada.

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Leila colgó feliz por ella. No tenía dudas que en cada una de las cartas que había enviado la habían aceptado, Bella había trabajado mucho para estar en ellas se lo merecía de verdad y con esa misma sonrisa volvió con Max a la sala, él cual no tenia buena cara.

- ¿Max?, ¿estás bien?- le pregunto se veía algo agitado y nervioso.

-Yo….¿ese es el nombre de tu amiga?- pregunta señalando el nombre que decían las cartas.

-Si, Isabella Montezco Hernández- contestó algo confundida por su pregunta- mira es ella- le mostró una foto de ambas.

Max sintió que todo le daba vueltas a su alrededor, todo lo que su hija le había dicho durante los últimos años de Fedora y Katrina era verdad, los maltratos, los golpes, los insultos, las mentiras que le decían de ella, todo era verdad pero no lo creía, no creyo nada de lo que su hija le dijo.

-¡¡¡Max...Max!!!!....por favor di algo- le dijo Leila preocupada, cuando él se puso pálido de repente y se desmayó en el sofá- Max mi amor despierta.

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-¿Qué pasa?- le preguntó Darius a Bella mientras iban en el ascensor.

-estoy nerviosa y si no entre?- dijo.

-Seguro que lo hiciste mi amor- le dijo abrazándola.

-Pero, también estaba pensando en….

-¿En que?- pregunto.

-Bueno que no sería tan malo si no entro a la universidad de españa y si a una aquí- dijo.

-Por qué?- preguntó Darius sorprendido por lo que había dicho ya que él sabía que ella deseaba mucho entrar a esa universidad, no entendía de porqué su cambio de opinión.

-Porque estaría cerca de ti- contestó- es algo que estaba pensando hacer aún si entro a esa universidad- dijo.

-Oh no señorita- dijo haciéndola girar para quedaran frente a frente- tú irás a esa universidad, es lo que siempre has querido, no puedes dejar ese sueño por mi, mi amor-  le dijo maravillado por la espectacular mujer que era.

-Pero yo no quiero estar lejos de ti- dijo Bella.

-Y yo no voy a permitir que lo estes, mi caramelo- dijo seguro- yo estoy organizándolo todo para encargarme de la empresa desde españa en todo caso la central está allá- dijo sin importancia.

-¿De verdad?- preguntó sorprendida, él asintió- te amo, te amo, te amo, te amo, te amo- dijo feliz llenándolo de besos.

-Yo también te amo mi caramelo- dijo besándola y las puertas del ascensor se abrieron- ahora vamos a coordinar la fecha de cuando nos mudaremos- le dijo.

-Aún está la posibilidad de que no entre Darius- le recordó.

-Una muy muy muy, pero muy pequeñita mi caramelo- le dijo mientras salían, Bella negó divertida, pero dejó de sonreír cuando escuchó la voz nerviosa de Leila.

-¡¡¡Amor reacciona por favor!!!- la escucharon gritar y de inmediato fueron a donde se escuchaba su voz encontrando a Max inconsciente en el sofá.

-Por Dios, Leila ¿que paso?- preguntó Bella acercándose a ellos, no pasó desapercibido el hecho que Max estuviera ahí, pero era más importante el hecho de que estaba inconsciente.

-Yo...yo...no...no sé- dijo nerviosa, Darius de inmediato la sostuvo mientras ella intentaba despertarlo.

-¿Llamaste a Nataly?- le pregunto mientras no paraba de mover a su padre, Leila asintió entre lágrimas- ¿que le hiciste?- pregunto preocupada.

-Yo no sé qué le pasó, estaba bien después se puso muy nervioso, y se desmayó- dijo preocupada.

-Darius sientala- le pidió, no podía atormentarla más, sobre todo en su estado- papi reacciona- le pidió bajito mientras lo movía

-Désolé, Je suis désolé, mon petit(lo siento, lo siento mi pequeña)- dijo en francés recuperando un poco la conciencia- Désolé (lo siento)- repitió de nuevo.

-ne t'endors pas s'il te plait, ne me laisse pas trop (no te duermas por favor, no me dejes tú también)- le dijo preocupada, aunque un poco aliviada de que estuviera recuperando la conciencia.

Leila se quedó mirando la interacción de ambos, no entendió ni una palabra de lo que se decían, pero era claro que se conocían, pero ella nunca los había presentado.

En ese momento llegó Natalia y Bella se apartó para que ella pudiera revisarlo.

-¿Leila que le dijiste?- le pregunto.

-Estábamos bien, fui a llamarte para decirte lo de las cartas al volver lo encontré tenso y nervioso, me preguntó que si ese era tu nombre el que estaba en las cartas, le dije que sí y le mostré una foto de ambas, comenzó a sudar frío y se desmayó- le explicó, entonces Bella entendió de porque estaba asi- ¿de donde lo conoces?- pregunto.

-¿A qué te refieres?- preguntó Bella confundida.

-A él, a mí Max, de donde lo conoces?, yo nunca los presente- dijo sin poder ocultar los celos en sus palabras.

-Como que de dónde lo conozco….. espera, dijiste ¿mi Max?- preguntó sorprendida.

-Si Mi Max- repitió Leila, dejando a Bella y a Darius sorprendidos.

-Con él es que has estado saliendo estos meses?- pregunto y Leila asintió segura-Était-ce celui que vous alliez me présenter?( era a ella la que me ibas a presentar?)- le preguntó a su padre y este solo asintió también mientras lo revisaban- esto de verdad que no lo vi venir- dijo sentándose en unos de los sofás.

-¿Qué cosa?- preguntó Leila confundida.

-A ustedes dos juntos- los señalo a ella y a Max y Leila la miró aún más confundida- no te dijo quien es en mi vida, verdad?-

-¡Ni siquiera sabía que se conocían!!- dijo exaltada.

-Tranquila respira, alarmarte no te hace bien- le dijo tratando de tranquilizarla- te contaré, si lo conozco desde muchos años antes que tú. porque Maximiliano, tu Max como me lo has restregado todo el rato, es mi padre.