Pov Bella.
Reviso las fotos que había mandado a revelar, junto con mi cámara para una revisión, es una cámara antigua de mi madre, es de los pocos recuerdos que tengo de ella y siempre la tengo bien cuidada.
Muchas de las fotos que mandé a revelar son de Darius, es tan hermoso que simplemente no puedo evitar tomarle una foto. Las puertas por fin se abren en su Penthouse y entró.
─ Buenas tardes─ escucho la voz de una mujer y me asusto─ disculpeme, ¿debe ser Bella, verdad?─ pregunta y asiento─ el señor lo está esperando en la terraza─ me dice y me da una sonrisa cordial y se va.
Sigo por donde me indico y salgo a la hermosa terraza que Darius tiene con piscina y cuando lo encuentro no puedo evitar tomarle una foto.
¡¡Nadie puede juzgarme!!, harían lo mismo en mi lugar.
─ Hola mi caramelo─ me dice cuando me nota y bajo mi cámara.
─ Hola─ susurro perdida en su cuerpo mientras camina hacia mí.
Me tomó de la cintura estrechándome contra su cuerpo, está mojado, pero su cuerpo se siente muy caliente o tal vez sea yo.
─ Estas mojado─ le digo rodeando mis brazos en su cuello.
─ Estaba nadando, me acompañas?─
─ No tengo traje de baño y más importante, no sé nadar─ le digo, nunca aprendí como.
─ Yo te puedo ayudar y lo del traje de baño está resuelto, ven─ toma mi mano y me lleva a su habitación, tiene una caja negra encima de la cama me la tiende─ tenía planeado pasar la tarde en la piscina y ahora se volverá una clase de natación─ me dice.
─ Espero que seas un profesor con paciencia─ le digo luego de pensarlo unos minutos.
Voy a su baño y me pongo el traje de baño que compró, en realidad es un bikini diminuto de leopardo blanco con negro.
─ Te queda mejor de lo que pensé─ me dice cuando salgo y veo sus ojos más oscuros.
─ Eso es discutible─ digo y me pongo una de sus camisas.
Salimos de nuevo a la piscina y nos metemos, más bien Darius se mete y yo me cuelgo de su cuello muerta de miedo por no ahogarme.
─ Tranquila no es tan profundo─ me dice─ primero debes aprender a flotar─ me dice.
Pasamos una divertida tarde en la piscina entre clase, besos y caricias, pero más besos y caricias, muchas caricias. Nos detuvimos un rato cuando Greta, la señora que me recibió nos trajo algo que merendar, Darius me dijo que es su ama de llaves, desde hace varios años.
─ ¿Qué te pasó aquí?─ pregunta pasando los dedos por mi muslo derecho.
─ Me empujaron por las escaleras, había un clavo suelto y me corto, pase la noche en el sótano, vende la herida con la ropa que llevaba no pude curarla adecuadamente─ contesto─ resumido, cada una las cicatrices que tengo me la hicieron ellas, excepto esta─ levantó mi muñeca y le muestro la cicatriz de una quemadura.
─ ¿Qué te pasó?─ pregunta.
─ Tenía diez, fue mi primera clase de cocina con mi madre─ le digo con una sonrisa al recordar─ me callo un poco de caramelo caliente─ digo.
─ Ya veo porque sabes tan bien─ murmura y besa mi cuello.
Echó la cabeza hacia atrás dándole mejor acceso, su mano toma mi muslo haciendo que quede sentada en su regazo, Darius muerde mis labios y no puedo evitar gemir por lo bien que se siente sentir su cuerpo sobre el mío, sus caricias, sus mimos. El calor sube entre ambos a una temperatura que ninguno de los dos está dispuesto a detener, pero…..
─ Emmmm….mmmm─ un ronco carraspeo nos interrumpe y separa.
En la puerta que da a la sala se encuentra un hombre muy apuesto, quizás tres años mayor que Darius que nos mira con curiosidad y se podría decir que un poco divertido.
─ ¿Qué haces aquí?─ pregunta Darius irritado por interrumpirnos.
─ ¡¡Vaya!! así me recibes hermanito─ dice el hombre haciéndose el ofendido, pero riendo abiertamente de la cara de Darius, el cual bufa y me baja de sus piernas.
─ Hola hermano─ dice caminando hacia él y se abrazan.
─ ¿Y no nos presentaras?─ pregunta mirándome con curiosidad.
─ Ella es Bella─ dice mientras caminan hacia mi─ hermosa el es mi hermano Tristán─ nos presenta y nos damos la mano.
─ Un placer─ me dice.
─ Para mi igual ─ contestó un tanto incómoda, estoy casi desnuda conociendo a su hermano.
Pov Darius.
─ Ahora volvemos─ le digo mientras dejo un beso en su mejilla y me llevo a mi hermano dentro del penthouse.
─ Creí que ya te habían aburrido las modelos hermano─ me dice cuando estamos solos.
─ Ella no es modelo─ le digo. Tengo que dejar algunas cosas claras con el, en este poco tiempo he notado lo sensible que es Isabella con que sepan quien es, el más mínimo indicio que puede dar lo que sea de arruinar todo lo que ha planeado se aleje, y no quiero que se aleje de mi.
Y no puedo dejar que mi hermano vaya de chismoso con nuestros padres y diga que me a vista con una mujer, además Bella aun tiene 17, no sería bien visto o tal vez si, mis padre son personas de mente abierta, además mi madre era menor cuando mi padre la conoció, lo más probable es que sean comprensibles con esto, pero no quita que la inundarán de preguntas sobre su vida, sus padre y no creo que se sienta cómoda con todo ello.
─ Si tu lo dices─ dice aun mirándola, lo que me molesta─ pense que habias dejado las andadas y sentarias cabeza─ me dice, la última vez que hablamos es lo que le había dicho.
─ Eso hago hermano, solo me tomará más tiempo de lo que pensé─ le digo─ y por ningún motivo le dirás sobre esto a nuestros padres─ le advierto.
─ ¿Por qué no?─ pregunta y se cruza de brazos─ si es algo serio que quieres tener con ella ¿por qué ocultarlo?─ pregunta.
─ Ella aún tiene 17 y su vida es algo complicada, no puedo contarte mucho porque debo respetar su privacidad, además necesito algunos detalles más, pero por favor no digas nada aún le pido.
─ ¿Quieres algo con ella de verdad?─ me pregunta.
─ Sí─ contestó sin dudar. Con mi caramelo lo quiero todo.
─ Bueno entonces si debo contar un poco hermano─ me dice─ nuestra madre está obsesionada con que le des nietos así que te esta buscando novia─ me dice.
─ Pero si tu ya le estas dando nietos, ¿no puede esperar unos años más?─ me quejo.
─ Ya la conoces, cuando algo se le mete en la cabeza no hay poder en esta tierra que se lo saque─ me dice y bufo.
─ Bien, has que deje de buscarme pareja, pero no cuentes demasiado─ le digo.
─ No se nada hermano, solo que es complicado no comentarlo en estos momentos─ me dice─ pero bueno, debo irme, no pretendía quedarme mucho de todos modos─ dice mirando su reloj.
─ Nos vemos entonces─ digo y lo abrazó de nuevo─ avisa la próxima vez o si a nuestros padres se le ocurre venir también.
─ Lo haré tranquilo, aunque no prometo nada de nuestros padres─ me dice y lo acompañó hasta el ascensor.
Un problema evitado.
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Oveja Negra
RomanceDesde que ellas llegaron a mi familia mi vida se fue a la mierda, pusieron a mi padre en mi contra, contándoles mentira tras otra que supuesta mente hacía, no importo cuantas veces lo negara, lo desmintiera, siempre, toda y cada una de esas veces l...