Dos años y medio después.
─No te levantes, sabes que no puedes hacerlo, yo voy─ le dijo Darius a su esposa que estaba esperando a su segunda bendición.
Habían decidido quedarse a vivir definitivamente en España aunque de vez en cuando viajaban a Seattle por trabajo de ambos.
Bella se graduó con honores de la universidad, todos estaban muy felices y orgullosos de ella. Al terminar empezó con su propia constructora con varios compañeros de ella, tuvieron un gran éxito y en ese momento tenían gran demanda de proyectos a realizar.
La morena se acomodo mejor en su cama sentándose esperando que su amado esposo llegara con su hija que había despertado en medio de la noche llorando.
Su pequeña Laura, como la habían llamado por la madre de Bella, era idéntica a Darius excepto por los ojos y el cabello que lo había heredado de su madre, le encantaba pasar el dia pegada a su padre, más aún cuando trabajaba, la niña estaba encantada con los autos con los que su papi trabajaba.
─Aquí estamos─ anunció Darius entrando con su hija acurrucada en su pecho, abrazando su peluche con un bracito y chupándose el pulgar.
─¿por qué gritabas mi amor?─ le preguntó Bella cuando Darius la acomodo a su lado.
─los montluo me depetalon─ le contesto aún con el pulgar en su boca─ escodielon debajo de mi cama─ le dijo a sus padres quienes la miraron con ternura.
─Bueno tu papi revisará mañana que no haya ninguno─ le dijo─ ahora vamos a dormir, aquí con nosotros no te harán nada─ le dijo y la pequeña asintió abrazando su gran vientre.
─Si yo cuido a Pela─ dijo la pequeña besando la panza de su mami.
Si, iban a tener otra niña y el español estaba más que encantado con la noticia, le encantaba estar rodeado de sus amores. Los tres se acomodaron la primera en dormirse fue Bella, seguida por su pequeña y por último Darius que se quedó un rato contemplandolas.
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─Aún sigo diciendo que esto es innecesario─ dijo Darius se ponía una camisa blanca.
─Es tu cumpleaños, no es innecesario celebrarlo─ le dijo Bella mientras terminaba de arreglar el cabello de su hija.
─¡si pastel!─ dijo su pequeña, era lo único que le interesaba de los cumpleaños, el pastel, en cada fiesta de sus primos y tíos se la pasaba robando pedacitos de pastel, mientras los demás jugaban.
─Así es mi amor, abra un gran pastel─ le dijo a su hija sabiendo lo feliz que la pondría esa noticia.
─Es innecesario, porque Uno: tú debes mantener reposo, aunque si ya sé estarás sentada a mi lado todo el tiempo, pero aún así no me gusta, y Dos: me la pasare recordando que me estoy poniendo más viejo y dejare de gustarte─ le dijo. Bella dejó a su hija en la cama muy entretenida con su peluche favorito y fue con su esposo, abrazándolo todo lo que su vientre le permitía.
─No debes preocuparte por eso mi amor─ le dijo besándolo─ sabes que mientras más mayor eres, más me encantas─ mordió su labio.
─Solo me das más razones para no ir─ dijo él pegandola aún más a él, presionando su erección contra su vientre.
Salieron a la mansión, por decirlo de alguna forma de Tristán, Bella estaba por cumplir 9 meses por lo que estaba apunto de dar a luz y su médico le indicó reposo.
Al llegar los demás ya estaban ahí, Maximiliano y Leila, dos meses después de que Bella anunciara la llegada de su primer hijo, ellos anunciaron la llegada de el segundo, fue una niña de bellos ojos grises casi transparentes a la que llamaron Cristal.
─De hay no te mueves─ le dijo Darius acomodándola en el sofá de la sala.
─¿Y si me dan ganas de ir al baño?─ preguntó con curiosidad.
─¿Quieres ir?─ le pregunto a lo que ella asintió.
Pasaron una agradable tarde celebrando el cumpleaños de Darius, mientras él llevaba a su esposa al baño cada 20 minutos, no entendía de dónde sacaba tanto líquido si apenas tocaba su bebida. Tanto Bella como su hija acapararon el pastel de cumpleaños de él.
─Te amo tanto─ dijo Bella, mientras la llevaba al baño por décima vez.
─Y yo a ti mi amor, a las tres─ dijo acariciando su vientre y su pequeña le dio una patada en respuesta─ eres lo mejor que me pasó en la vida mi caramelo...
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Y aquí termina esta historia.
Gracias por cada voto y comentario que le dieron a esta historia.
MUCHAS GRACIAS.
Las espero en "El Doctor Quiere Un Hijo."
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Oveja Negra
RomanceDesde que ellas llegaron a mi familia mi vida se fue a la mierda, pusieron a mi padre en mi contra, contándoles mentira tras otra que supuesta mente hacía, no importo cuantas veces lo negara, lo desmintiera, siempre, toda y cada una de esas veces l...