Tres años después.
Bella terminó de organizarse con sus compañeros para la presentación, que tenían que presentar al volver de las vacaciones. Como casi todos los días al salir del campus su sexi español la esperaba.
Vestía de forma casual con unos jean rasgado una camiseta negra de cuello V con una cazadora de cuero y lentes de sol, tan apetitoso.
En esos últimos años, ambos no habían hecho nada más que enamorarse aún más de el otro, por supuesto tenían sus discusiones como cualquier pareja, más aún por los celos del español.
─En serio, otra vez─ se quejó Bella cuando estuvo cerca y vio su expresión, conociéndola a la perfección.
─Ya me conoces mi caramelo no puedo evitarlo─ dijo mientras se sacaba los lentes de sol─ más aún si te comen con la mirada─ dijo.
─Porque es lo único que pueden hacer mirarme─ le dijo mientras rodeaba sus brazos en su cuello─ el único que me puede besar, tocar, lamer y comerme completita eres tú mi amor, nadie mas─ termino de decir mientras lo besaba.
Las manos de él la apretaban más a su cintura evitando cualquier milímetro de distancia entre ellos mientras se besaban con deseo.
─Te amo tanto mi caramelo─ jadeo casi sin aliento.
─Y yo a ti mi amor─ dijo ella igual.
─¿Lista para irnos?─ preguntó.
─Por supuesto─ dijo feliz.
Tenían esa semana de vacaciones y lo pasarían en la hacienda de la familia de Darius, estaba ansiosa por ver a su hermanito.
Si, su padre y leila tuvieron un varón que llamaron Esteban, era muy parecido a su padre, pero con los ojos y el cabello de Leila, Bella estaba encantada con su hermanito, no podía evitar llenarlo de besos cada vez que lo veía.
Bella ya estaba casi al terminar su carrera, un semestre más y el título sería de ella, había hecho muchos trabajos extras y cursos avanzados para terminar antes.
De camino a la hacienda ambos hablaron de cómo estuvo su día y los trabajos por venir de la próxima semana, aunque ambos prometieron olvidarse de todo eso al menos por esa semana y disfrutar en familia.
El viaje duró unas dos horas y media hasta la hacienda, todos los recibieron felices.
─Mami─ le dijo Bella a Leila, siempre lo hacía para molestarla.
─Por Dios no soy tan vieja─ se quejo como cada vez que se veían.
─Hola papi─ le dijo a Max quien la abrazó feliz─ ¡¡¿y cómo está mi hermanito bello?!!─ dijo feliz mientras lo abrazaba y llenaba de besos toda la cara.
Su padre y Leila se casaron cuando Esteban cumplio un año fue una celebración muy íntima y sencilla con los más allegados.
─Te tengo excelentes noticias de la última exposición─ dijo Leila emocionada.
─Oh no, ¿nada de trabajo recuerdas?─ le dijo Darius abrazándola por la espalda.
─Es cierto, lo siento Leila, nada de trabajo hasta el domingo─ dijo Bella.
Tristán y su esposa se había quedado solo con sus cuatro hijos y cerraron la fábrica de bebés, dejándole es puesto a Darius y Bella.
─Me parece la mejor decisión─ dijo Alexa y le guiño el ojo a su hijo sin que Bella lo notara.
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─Bella─ la llamó Leila entrando a la habitación que estaba compartiendo con Darius, la escucho en el baño vomitando su almuerzo.
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Oveja Negra
RomanceDesde que ellas llegaron a mi familia mi vida se fue a la mierda, pusieron a mi padre en mi contra, contándoles mentira tras otra que supuesta mente hacía, no importo cuantas veces lo negara, lo desmintiera, siempre, toda y cada una de esas veces l...