─Todo eso es mi culpa, debí cuidarte y no alejarte mi pequeña─ dijo Max abrazando a su hija─ espero que no sea tarde para reparar mi error─ dijo y Bella lo abrazó más fuerte
Estuvieron ahí un rato sin hablar, hasta que Bella recordó su proyecto que debía terminar. Ambos bajaron, encontrando a la madre de Darius y Fernanda en la sala, Max se fue con los demás que estaban en la caballerizas.
─¿No quieres algo de comer?, apenas si lo hiciste en el desayuno─ le dijo Fernanda.
─No, gracias, no tengo hambre─ dijo, se le había cerrado por completo el estómago.
─Claro que comerás algo, señorita─ dijo la madre de Darius.
A pesar de las protestas de Bella la llevaron a la cocina para que comiera algo más, y hasta que no lo hizo no la dejaron ir a seguir con su trabajo.
Pasó toda la mañana preparando su maqueta, incluso almorzó ahí, todos entendieron que ella no quería estar cerca de Fedora o Katrina, faltando una hora para cenar Bella estaba llena de restos de madera y pintura.
─Lo siento, no me fije─ se disculpó Bella al chocar con la espalda de alguien. Era un hombre de la misma altura de Darius, muy apuesto y quizás un poco más joven que su español.
─Ich kann dich nicht recht verstehen (No puedo entenderte linda)─ dijo en un perfecto alemán el hombre.
─Aber ich entschuldige mich dafür, dass du deine Jacke durcheinander gebracht hast. (Pero yo sí, disculpe por ensuciar su chaqueta)─ contesto Bella también en un perfecto alemán sorprendiendo al hombre.
─Zum Schluss noch jemand, der mich verstehen kann (Al fin, alguien que puede entenderme)─ dijo el hombre alto confundiendo a Bella.
─¿Hija dónde aprendiste alemán?─ le preguntó Max.
Bella no había notado a todas las demás personas que se encontraba en la sala, fue ahí cuando recordó que los Rivalde estaban recibiendo a varias personas que podían ser nuevos compradores o socios.
─Con una amiga ─contestó tranquila.
─Gracias al cielo─ escuchó decir a Tristán─ necesitamos que seas la traductora, ninguno aquí entiende algo de alemán─ dijo.
─Claro, pero debo darme un baño primero─ dijo.
Se disculpó unos minutos con los presentes y el alemán para subir a la habitación darse un baño rápido y cambiarse de ropa.
Una vez Bella bajo incluyó al alemán en la conversación sobre las tierras y las cosechas de uvas y café que habían.
─Was für ein Mann! (¡Que hombre!)─ dijo el alemán sorprendiendo a Bella cuando Darius regreso a la sala después de una ducha, estaba sencillo con una camisa que remangada hasta los codos y el cabello un poco húmedo, un completo bombón que después iba a tener el completo placer de lamer.
─Pflege gehört mir. (Cuidado es mío)─ le dijo Bella con una sonrisa.
─Was für ein Glück (que suerte la de algunas)─ dijo el alemán dramático haciendo que Bella riera, llamando la atención de Darius.
No le estaba empezando a gustar nada lo cómoda que se veía al lado de otro hombre, pero en ese momento no podía hacer nada al respecto, luego hablarían.
La cena fue tranquila, Katrina y Fedora no pudieron lucirse como siempre pretendían ya que todos le prestaban más atención a Bella, lo que las tenían muy molestas, pero no podían hacerle nada mientras estuvieran en esa casa. La cena terminó acordando verse al día siguiente para un tour más detallado de la hacienda, con cierto detalle que evitaron decirle a Bella.
*********
─¿Por qué reías tanto con Alexander Petrov?─ le preguntó Darius, estaban en la habitación de ella cuando todos dormían, Petrov es el alemán.
─Le gustas─ contestó Bella sobre el pecho de él.
─¿Qué?─ dijo sorprendido.
─Así es, pero le dije que tu eres mio─ dijo contesto coqueta besándolo─ así que la única que se tiene que preocupar aquí soy yo─ dijo.
─No tienes que estarlo,soy todo tuyo, de nadie más─ dijo el español pegando la más a él de ser posible.
─Al igual que yo, soy solamente tuya y no debes dejar que tus celos imaginen locuras─ le dijo. Entonces Darius los hizo girar dejándola debajo de él.
─Lo sé, pero hay ocasiones que es más grande que yo─ dijo mientras besaba su cuello.
─Da...mmmm─ Bella se tapó la boca con una mano para no dejar salir ningunos de los gemidos que le estaba provocando Darius.
Él comenzó a bajar de su cuello hasta sus pechos tomando uno entre sus dientes y pellizcando el otro con sus dedos, Bella tomó una de las almohadas y la puso sobre su cara para así acallar sus gemidos y jadeos.
Cuando Darius tuvo suficiente en ese momento de sus pechos, siguió su recorrido hasta llegar a su intimidad sacando consigo la fina bata que su caramelo usaba para dormir.
Separó sus labios dejando su botón de placer expuesto para él, para hacer lo que quisiera, pasó la lengua desde su entrada hasta su botón para después soplar suavemente.
─Mmmmm─ la escucho gemir a través de la almohada y decir algo que no entendió.
La estuvo preparando hasta llevarla al borde del placer y detenerse justo en la orilla.
─No─ se quejó bajito Bella no por no querer que alguien la escuchara, si no porque apenas si tenía aliento. Darius sonrió al verla agitada y deseosa de él, se acercó a su boca y la besó metiendo su lengua en su boca para que se probara a sí misma.
─Mi delicioso caramelo─ murmuró sobre sus labios para después hacerla girar, poniéndola en cuatro para el.
El duro empalado y grueso miembro del español se deslizó suavemente por sus pliegues sacandoles suspiros de satisfacción a ambos al estar unidos. Darius la tomó de los hombros sentándola en sus piernas para después tomarla del cuello con una mano.
─Esto tendrá que ser rápido mi amor, habrá un largo día mañana─ susurro besando el cuello de Bella, la cual solo gimió desesperada porque se moviera.
Darius daba estocadas rápidas y duras contra su coño haciendo que gimiera alto, cosa que no podía hacer por que era capaz de despertar a todos en la casa, giró su cara y juntó su boca con la de él callandola sin dejar de moverse, así hasta llegar al orgasmo cuando Bella mordió su labio hasta casi partirselo.
─Te amo─ dijo Darius dejando caer a ambos en la cama sudados y sobre todo satisfechos.
─Y yo a ti─ contestó Bella en un susurro casi quedándose dormida.
Darius los cubrió a ambos con las sábanas y se quedaron dormidos pocos minutos después, abrazados uno al otro.
Al día siguiente Darius se había despertado un poco más tarde de lo que acostumbraba para salir de la habitación de su caramelo, se bajó de la cama sin hacer ruido para no despertarla, para después colocarse su pantalón de dormir, no usaba ropa interior cuando dormía.
Abrió la puerta y salió de la habitación chocando de frente con su madre.
─mamá─ dijo sorprendido.
¿Qué hacías ahí dentro Darius?─ preguntó su madre─ contesta me...
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Oveja Negra
RomanceDesde que ellas llegaron a mi familia mi vida se fue a la mierda, pusieron a mi padre en mi contra, contándoles mentira tras otra que supuesta mente hacía, no importo cuantas veces lo negara, lo desmintiera, siempre, toda y cada una de esas veces l...