Bienvenidos al month Noviembre 2021, dónde puedes elegir la pareja que más te guste de Karmaland! No te lo pierdas y sigue leyendo nuestras actualizaciones, podrás encontrar mini historias de tu pareja favorita.
Pareja elegida: Rubegetta
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Música de Ambientación: Introduction and Rondo Crapiccioso — Saint-Saëns
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El pozo mágico de las burbujas. Sobre ese lugar tan místico y sorprendente se hallaba leyendo Samuel en la biblioteca. Su padre era amigo del bibliotecario y solía llevarlo a leer libros de historia y fantasía, donde últimamente le gustaba pasar el rato leyendo historias míticas sobre lugares ficticios o seres fabulosos. Cualquier persona que leyera un libro semejante pensaría que son disparates o una pérdida de tiempo, pero para la imaginación de Samuel eran grandes aventuras que él quería vivir, así pues salió de la biblioteca con toda autoridad pues sus padres al ver lo ávido que era le habían dado permiso de rondar a solas únicamente dentro de los límites del pueblo. Salió dispuesto a ir al pequeño bosque al lado de su casa pues según los relatos que había leído todas estas criaturas y lugares se hallaban allí.
Decidido empezó el camino a paso rápido puesto que estaba ansioso y silbando una canción se fue andando tranquilamente hasta el bosque. Luego de un rato empezó a vislumbrar los grandes árboles y alegre por fin se adentro entre el verde de aquel gran lugar. Al principio todo era muy tranquilo y solo escuchaba el revoloteo de alguna ave o el sonido de un grillo hasta que...
— ¡SAAAAAM! —giro rápidamente su cabeza hacia donde provenía aquel grito encontrándose a Rubén y un chico de lentes que venían corriendo hacia su dirección, con una cara de completo espanto.
— ¿¡Que!? —no pudo terminar de resolver sus dudas cuando se dio cuenta de que el peliblanco pasaba corriendo por su lado y lo agarraba del brazo para lanzarlo a correr con él.
— CORRE!!! —ante el jalonazo acato la orden de su compañero al lado pero sin entender aun que estaba pasando o por que se encontraban corriendo en la mitad del bosque, pero sus preguntas se vieron resueltas cuando escuchó detrás suyo un gran rugido, al ver a sus espaldas visualizó a un gran oso café y al entender ya mejor las cosas se dispuso a correr.
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— Joe' Rubiuh —miro al susodicho con culpa—. Te dije que no molestarah a sus cria' —ya hace un rato habían perdido a la gran osa y ahora se hallaban delante de una gran piedra intentando recuperar el aliento.
