X / ~Chiste sin gracia~

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Música de Ambientación: Mazurka en La menor (Op. 67 No. 4) — Chopin

Llevaban caminando un buen rato atravesando el bosque y después buscando llegar a la casa del mayor de todos para buscar alguna solución o antídoto para el hechizo fallido que acababan de provocar y presenciar y del que ahora un par de ellos eran ...

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Llevaban caminando un buen rato atravesando el bosque y después buscando llegar a la casa del mayor de todos para buscar alguna solución o antídoto para el hechizo fallido que acababan de provocar y presenciar y del que ahora un par de ellos eran víctimas. 

— Les dije que no era buena idea —mencionó Samuel

— Si sabe lo todo, ya lo sabemos —rechistó Rubén algo cansado de la actitud de su amigo.

 Bueno si hubieras hecho caso esto no estaría pasando O Z I T O —dijo jocoso haciendo recalcó en la última palabra.

— Cállate! —replicó a la actitud del contrario.

— Bueno ya! dejen de pelear. Eso no ayudará a solucionar nada —intervino el castaño.

— Y Luzu sobre soluciones estás seguro que hay un antídoto? —cuestiono Willy a su lado.

 Algo parecido, la pócima que hicimos no es como tal la de transformación animal digamos que la hicimos a medias o mal —explicó a sus compañeros.

— Claro, se suponía que era otra cosa —resaltó Fargan.

 Y para la de transformación animal hay antídoto pero ya que no se hizo del todo no se si se solucioné como tal —comentó dudoso.

— Y si no funciona... —mencionó Fargan—. ¿Hay alguna otra cosa que podamos hacer?

— No, es lo único que tenemos —contesto con tono lamentable.

Nadie dijo nada al respecto y el resto del camino se sumió en profundo silencio y aires de preocupación. Finalmente llegaron a la casa de Luzu el cual rápidamente empezó a buscar entre su libro de hechicería y magia que su padre le había regalado de quinceavo cumpleaños mientras que los demás esperaban pacientemente.

— Bien, al parecer tengo la mayoría de los materiales pero me hacen falta un par de objetos —indicó.

¿Y qué es? —preguntó Rubén.

— Uno es una hierba roja que se consigue en el lado norte y el otro es unas rocas especiales que se consiguen en la laguna al oriente —expresó.

Pues nada, tendremos que ir por ellas —enunció Samuel.

Ya pero, ya es muy tarde y no quiero que mi mamá mandé a toda la policía de Karmaland a buscarme —opinó el de alas de pollo.

 Y entonces mejor le explicas que tienes un par de alas gigantes? —objeto Willy.

 Si, creo que prefiero empezar a buscar esas cosas antes de tener que intentar esto a mi mama —comento el de orejas.

— Oh venga, tu lo tienes fácil, como se supone que esconda yo entras dos cosas? —protesto.

— Bueno ya, Fargan tiene razón, ya es bastante tarde como para ir a buscarlos —intercedió Luzu.

Entonces qué haremos? —demandó Rubén.

Pues Rabis esconder lo tuyo es fácil —indicó—. Y Fargan puedes llamar a tu madre y decirle que te quedas en casa de Willy.

Y qué hago yo para decirle a mi mamá que sí mi amigo mitad pollo se puede quedar? —argumento Willy incrédulo y "cerrando" los ojos.

Si... Más bien conmigo —soluciono.

Tus padres no volverán de viaje mañana? —averiguó Samuel.

Se supone pero aún así llegarán en la tarde así que no te preocupes —contestó gentil—. Bien entonces mañana en la mañana haremos grupos para buscar los objetos que hacen falta y luego nos reuniremos para hacer el antídoto y estará resuelto.

Bien —respondieron al unísono.

— Entonces quedó claro? —preguntó el mayor

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Entonces quedó claro? —preguntó el mayor.

— ¡Sí mi capitán! —contestaron Rubén, Fargan y Willy graciosos.

Si Luzu, quedó claro —respondió Samuel por su parte.

Bien nos vemos aquí a las dos —finalizó.

Arrancaron pues en su travesía en grupos ya organizados en busca de los objetos para el antídoto, por un lado Luzu, Fargan, y Willy irían por las hierbas que quedaban cerca de la casa del último y por el otro Samuel y Rubén irían por las rocas que quedaban en la laguna cerca a la casa del albino. Partieron en direcciones casi contrarias unos por el bosque y otros por la playa, mientras unos hablaban animadamente entre bromas y otros entre comentarios divertidos pero a la vez de reproche.

Si me hubieran escuchado esto no hubiera pasado —regañó el azabache al albino.

Si, si señor perfecto como digas —replicó su acompañante.

— Solo dices eso por qué ahora eres mitad oso 
—comentó.

Y tu mitad subnormal —atacó Rubén.
 
 ¿Qué dijiste doblas? —interrogó con tono serio.

Nada señor perfecto —burló el otro.

Si fueras más precavido-

Oh sí bueno siento no ser más precavido, seguro que tú si lo eres no? —alegó el contrario harto de la actitud egocéntrica de su compañero y amigo.

Pues más que tú sí —espetó en contra.

Ah si no me digas! Ay mírenme soy Samuel de Luque y soy perfecto y todo el mundo me adora pero la verdad es que todos tienen que aguantar hipócritamente a alguien tan fastidioso y aburrido —dijo a modo de insulto y molesto.

— ... —durante unos segundos se quedó en silencio procesando las palabras de su "amigo"—. Sabes, no tiene gracia.

Nadie dijo que tenía que darla —destacó con notable enfado.

Bien —habló con notable enfado pero más que todo con un tono  melancólico—. Gracias por decírmelo, y no te preocupes ya no me tendrás que aguantar por mucho, así que busquemos esas rocas rápido y así te deshaces de mí.

Rubén no supo qué decir al respecto y simplemente dejó que el silencio abrumara el resto del camino hasta la laguna detrás de su hogar, sintiéndose internamente culpable y arrepentido, pero su orgullo no le dejaba disculparse. Por otro lado el azabache se sentía horrible, pero más que culpar a su amigo, se culpaba a sí mismo, por qué pensaba que realmente tenía razón y era su propia culpa por actuar de esa manera con sus amigos.

Finalmente llegaron a la laguna admirando el espectáculo natural, el sol espléndido y el cielo azul reflejados en la laguna, rodeado por los altos pinos del gran bosque junto con la cálida brisa de verano. Y allí en el borde, medianas y grandes rocas con destellos blancos. Samuel fue el primero en acercarse al borde para empezar a buscar alguna roca de tamaño adecuado para llevar mientras que Rubén imitaba sus acciones, esperando internamente que el contrario pronunciará palabra y sin embargo no fue así. Se decidieron cada uno por una roca de las más pequeñas que lograron encontrar y partieron nuevamente al ligas que acordaron con sus compañeros.

El camino no fue distinto de vuelta, el silencio seguía predominando y ahora lo acompañaba la incomodidad en el ambiente, pero el orgullo herido del uno y el egoísmo del otro no dejaban que el ambiente cambiará. Cuando llegaron sus compañeros ya los esperaban y simplemente se saludaron con los demás sin establecer aún alguna conversación directa entre ellos.

 ¿Cómo les fue? — cuestiono Willy.

Bien, fue bastante fácil —contestó Samuel.

Por nuestro lado también —mencionó Fargan.

Bueno vamos, debo preparar el antídoto.

— Bueno vamos, debo preparar el antídoto

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Att: Maruna_07

My Life With You / ~Rubegetta Month~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora