Bienvenidos al month Noviembre 2021, dónde puedes elegir la pareja que más te guste de Karmaland! No te lo pierdas y sigue leyendo nuestras actualizaciones, podrás encontrar mini historias de tu pareja favorita.
Pareja elegida: Rubegetta
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Música de Ambientación: El Cascanueces — Tchaikovsky
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Samuel era un niño educado, responsable y respetuoso. Sus padres le habían inculcado los mejores valores y aunque tenía sus fallas siempre trataba de ser lo más correcto, por eso justo ahora un revuelto su estómago iba apareciendo y lo hacía sentir mal sin entender por qué. La culpa, la carga de conciencia de los humanos por sus malos actos, algo que para un niño era probablemente incomprensible e irracional pero esa era la causa del malestar de Samuel.
Pero Auron y Lolito le decían que era únicamente diversión y no era malo divertirse de vez en cuando ¿no? aun así no se sentía cómodo con lo que estaban haciendo pero por primera vez en su vida sentía la falta de valor para decirlo, ignorando los problemas internos que estaba teniendo internamente Samuel, por su parte los otros dos niños solo disfrutaban y se reían de su "broma" que consideraban inocente, aunque probablemente a la aldeana que en esta momento se encontraba espantada no le parecía tan inocente, pues ver esa gran cantidad de Ratas consumiendo y corriendo por entre su huerto aparte de causarle pavor, le causaba ira, pues estaba perdiendo los meses de trabajo en su huerto y la poca producción de alimentos que a penas había logrado producir.
Pero los niños no pensaban en eso al hacer sus frecuentes bromas sino en su propia diversión algo muy egoísta desde el punto de vista de Samuel pero nuevamente no tenía el valor de decirlo. Aun así trataba de "disfrutarlas" o por lo menos de no hacerse sentir incómodo.
— ¡Hey Auron! Vamos al lugar de la otra vez?
— ¡Va va! En esos arbustos hay vallas fétidas y las podemos cambiar por moras sin que se den cuenta!
— ¡Genial! ¿Qué dices Samuel?
— Aaam... Claro!
Emprendieron camino hacia el lago aledaño al pueblo y luego al templo sagrado de los dioses donde se les rendía culto cada año, estaba en la cima de una montaña y al ser tan pequeños definitivamente no planeaban llegar solos hasta arriba, así que simplemente se quedaron en algunos escalones del segundo tramo y tomaron vallas de los arbustos aledaños. Todos estaban bastante concentrados cuando empezaron a escuchar pasos y gritos a lo lejos. Enfocaron su vista hacia abajo y vieron una pequeña mancha rosada correr en su dirección y detrás dos niños persiguiendo la mancha y aunque no entendían lo que veían se quedaron estáticos esperando y al pasar de lo segundos lograron visualizar mejor "la mancha rosada" o mejor dicho cerdo y a Rubén y a uno de sus grandes amigos, Luzu corriendo detrás del animal.
— ¡SAAAAAM! ¡AGARRALO! —Samuel no entendió al principio la orden de Luzu pero después de analizar mejor la situación alcanzó a lanzarse sobre el cerdo justo cuando pasaba por su lado, logrando agarrarlo.
— ¡SII! —grito un emocionado Rubén al parecer feliz por ya no tener que perseguir al escurridizo animal.
— Gracias Samuel! —exclamó agotado Luzu terminando de subir un par de escalones más.
