Música de Ambientación: Claro de Luna — Debussy
Cometas de distintos colores y formas adornaban el blanco cielo nublado que contrastaba con el verde natural de aquel parque en el que ahora un montón de niños junto a sus familias corrían y disfrutaban de un lado al otro.
Samuel y Rubén llevaban a dos pequeños niños de la mano, una bella niña de pelo negro y ojos verdes y un pequeño niño menor a su hermana, de cabellos naranjas y ojos azules. Sus amigos Lolito y Mangel cómo les llamaban, habían decidido adoptar a dos niños hacía ya un año y ahora estaban de niñeros cuidando a los dos pequeños pues la pareja anteriormente mencionada cumplía su quinto aniversario y querían celebrarlo a solas ellos dos. Así pues se ofrecieron como niñeros de aquellas dos diminutas hermosuras que se mostraban ahora curiosos ante sus ojos al ver todas esas figuras volando en el cielo.
Samuel se veía encantado disfrutando con los pequeños, los alzaba, mimaba, consentía, como bien diría era el tío que los malcriaba. Rubén por su parte no la pasaba tan mal pero al ver a su pareja en esa posición le era imposible evitar imaginarse a su hombre como padre. Aunque en parte le agradaba bastante la idea por la alegría que transmitía, lo tierno que se veía y expresaba ante los infantes y el hecho de que sabía que uno de los mayores deseos del azabache era formar una familia, aún se veía reacio o más bien bastante temeroso ante la idea de tal responsabilidad.
Dejando de lado sus pensamientos hoy se harían cargo de Lolita y Manguito, cómo se llamaban los hijos de sus amigos o más bien sus sobrinos, y al ver lo hiperactivos qué eran decidieron tener una tarde bastante activa con el fin de sacar a relucir toda la energía que aquellos dos pequeño seres guardaban dentro de sí.
Aprovechando la época otoñal aprovecharon para ir al parque del pueblo y volar dos cometas que habían comprado esa misma tarde. Al llegar se encontraron así mismo un montón de niños y familias en el mismo plan formando un agradable ambiente en el lugar.
Durante un rato bastante interesados ambos pequeños aprendieron como volar cometa con sus ahora dos tíos favoritos, claramente con una par de caídas, enredos y otras dificultades que al final valieron la pena por un rato de entretención para los pequeños terremotos. Sin embargo, luego de un rato se cansaron de tener allí a vuelo las cometas y con permiso de sus tíos se fueron a jugar con otros niños dejando a los adultos con las cometas a vuelo.
— ¿Nos sentamos? —preguntó el mayor aún teniendo el palo del que se amarraba la pita de una cometa de pájaro que volaba en lo alto.
— Si —contestó el menor también con su propia cometa esta vez de una mariposa monarca—. No sé cómo pueden Lolito y Mangel.
— Si, es bastante agotador, pero en parte es parte de eso —comentó ya sentado en el verde pasto admirando el cielo—. Parte de ser padres.
— Supongo —habló incómodo por el rumbo que tomaba la conversación dejándose inundar por un tensionante silencio sin saber que decir al respecto—. Yo...
— No te voy a presionar con ello —dijo mirando a su pareja sabiendo lo nervioso que se encontraba—. Sé que no estás listo y sé que aún piensas en no tener niños pero, al menos prométeme que lo pensarás, aunque sea un poquito —mencionó en tono de súplica tomando la mano que su pareja tenía libre mientras que con la otra volaba la cometa—. No tiene que ser ya mismo pero tal vez en unos años si te sientes listo podríamos pensarlo.
— No lo sé Sam —respondió inseguro desviando la mirada hacia un lado—. Es que es demasiada responsabilidad, no se si sea capaz de...
— Nadie nunca está listo para ellos Rub, pero de eso se trata, de descubrir nuevas cosas y vivirlas —expresó con una ligera sonrisa intentando calmar los nervios de su chico—. Además sabes que no estarás solo, haremos esto junto como todo lo demás si así lo quieres —señalo con cariño dedicando una mirada tranquilizadora a su pareja que logró calmarlo y sacarle una leve sonrisa.
— Está bien —suspiró y cerró por un momento sus ojos como meditando las palabras anteriormente dichas por su pareja—. Lo pensaré, pero no te emociones solo por eso —advirtió con una sonrisa sabiendo cómo era su novio.
— No lo haré.
Pasaron el resto de la tarde volando cometas tranquilamente y observando como sus sobrinos corrían de un lado al otro alegres con sus nuevos amigos. Finalmente el sol del atardecer cayó en un paisaje hermoso y natural y dió paso al ascender de la luna que se preparaba para iluminar en el anochecer y así decidieron volver a su gran hogar junto a los dos niños.
Las estrellas ya iban saliendo poco a poco para adornar aquel inmenso mar negro que se avecino desde el horizonte y dio paso a la clara noche. Los niños ya reposaban en la cama de la habitación de invitados, quienes cayeron plenamente dormidos al tocar el suave y cómodo colchón debido al cansancio que traían después de gastar toda esa energía. Los anfitriones por su parte se quedaron un rato más despiertos viendo una película en el sofá de la sala con el fin de relajarse un poco y tener un momento a solas los dos, cuando un rato más tarde el sueño por fin los venció y así como sus invitados se fueron a descansar cómodamente con la compañía del otro deseándose dulces sueños y deseando estar así por muchos año mas.
Att: Maruna_07
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My Life With You / ~Rubegetta Month~
Fiksi PenggemarBienvenidos al month Noviembre 2021, dónde puedes elegir la pareja que más te guste de Karmaland! No te lo pierdas y sigue leyendo nuestras actualizaciones, podrás encontrar mini historias de tu pareja favorita. Pareja elegida: Rubegetta ┏━━━━━━━━━━...