El paraíso

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Narra Eli:

Después de la "fiesta" que tuvimos en la habitación, con Jess nos quedamos hablando de todo tipo de cosas. Habíamos visto una película de terror por lo tanto nos quedaríamos despiertas hasta el otro día, como siempre hacíamos. 

Tenía muchas ganas de contarle que en esta semana la habían llamado a Aly y le habían confirmado la grabación del cd, pero mi amiga aún no sabía nada, y Alyssa no quería que nadie se enterara. Iríamos este lunes después de almorzar y firmaría el contrato. Estoy muy emocionada de que me deje compartir estas experiencias con ella.

—¡Son las 7 a.m.! —me dijo Jess sobresaltada fijándose en su celular.

—¿Ya? —dije asombrada.

—Si... 

—Deben estar todos durmiendo... —dije pensativa.

—Es momento de despertarlos —dijo pícara.

—¿Qué vas a hacer? —dije levantándome y siguiendo a mi amiga que había salido por la puerta—. Estas en pijamas Jess... —le avisé en un susurro.

—¡Está todo el mundo durmiendo! —susurró haciéndome señas para que la siga.

—¿A dónde vamos? —dije ya a su lado.

—A despertar a James... —dijo con una sonrisa.

—Esta con Destiny... —le recordé. No creo que sea una buena idea despertarla ya estaría un poco resacosa. Mi amiga se detuvo y me miró con cara de pocos amigos.

—Vamos a ver que hacen... —dijo mientras seguía caminando.

Llegamos a la puerta de la habitación y ninguna de las dos nos animábamos a entrar, ni siquiera a golpear...

—Fíjate si está abierta, trata de entrar —le susurré.

Mi amiga apoyo su mano sobre el picaporte y lo bajó. La luz del sol nos provocó ceguera. Tenía las persianas abiertas, las dos camas deshechas y no estaban ninguno de los dos.

Jess entró y yo la seguí. Observábamos todo como si estuviésemos en una casa embrujada. La puerta del baño se abre y sale James con un pantalón corto y el torso desnudo.

—Hola chicas —dijo asombrado.

—Hola James... ¿y Des? —preguntó mi amiga apresurada y observándolo desde arriba hacia abajo.

—Duchándose... —dijo mirando hacia el baño.

Moría por sacarle una foto a mi amiga. Su rostro demostraba un poco de todo: horror, celos, sorpresa, y sobre todo, ganas de saber más sobre el rato que habían pasado juntos. 

—Oh —dije tapándome la boca.

—No, no es lo que piensan... —dijo James sorprendido. Mi amiga se cruzó de brazos esperando una explicación. —Esta mareada entonces la ayude a meterse a la bañera...

—Nos podrías haber llamado —dijo Jess enojada.

—Pensé que estaban durmiendo... —dijo obvio.

—Bueno, igual lo disfrutaste... —dijo mi amiga con el ceño fruncido.

James le respondió con una risa pícara.

—Veníamos a despertarlos, y a saber cómo estaba Des, ya que pensé que con mujeres se entendería mejor, pero veo que se entrega a cualquiera —dijo Jess dirigiéndose a la puerta.

—¡Ey, espera! —dijo James tomándola del brazo—. No se entrega a cualquiera, soy su amigo...

—Claro, eso me lo deja más claro... —dijo Jess soltándose del brazo y saliendo de la habitación.

The sound of loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora