Narra Alyssa:
Eran aproximadamente las nueve de la mañana. Me encontraba en la casa de los chicos, tal y como lo habíamos planeado. Ellos deberían aprenderse mi canción, y así podría cantarla en Central Park para su show.
A las ocho habíamos desalojado la playa, yéndonos nosotros a su casa, y los demás a la Universidad. La mayoría no había conseguido dormir nada. Por mi parte considero que he dormido bastante, quizá unas cuatro o cinco horas. Para estar en una playa me parece bastante bien.
Nos encontrábamos en su garaje ensayando. Era la quinta vez que cantaba mi canción, creo que mi voz estaba suficientemente preparada para mi actuación. Me sorprende lo rápido que los chicos se aprendieron la canción, y la hacen suya cada vez que la tocan.
—Creo que deberían dormir algo —dijo Denise que se encontraba sentada a un costado.
—Es cierto, no tendremos energía —dijo James.
—Además de eso, luciremos pésimos —agregué.
—Vamos dentro —invitó James abriendo la puerta.
Caminé entre ellos y una vez dentro nos servimos jugo de naranja y lo acompañamos con distintas frutas. Yo escogí una manzana y la comí rápidamente.
—Ethan, ¿le consigues una habitación a Aly? —le preguntó James levantándose.
—Claro, ve a dormir —le respondió su hermano mayor.
Luke y Denise ya habían desaparecido hace rato.
Ahora James desapareció de la cocina, dejándome sola con mi ex y nuevo amigo, Ethan.
—Sígueme, vamos a revisar que cama está preparada para recibir invitados. Hay tantas habitaciones que no se cual esta lista.
Revisamos una por una las habitaciones y no encontramos ninguna con la cama hecha.
—Mejor duerme en mi habitación, que yo me armaré alguna por allí —dijo caminando hacia su habitación.
Sabía perfectamente donde se encontraba. Esta casa me traía muchos recuerdos. Nuestra relación sin dudas había sido una de las mejores que tuve en mi vida. Lástima que tuvo que ser tan idiota como para hacer lo que hizo. Después de todo, es normal que siga sintiendo esa nostalgia, ya que yo no terminé con él, yo no decidí que todo terminara, y de la manera en que terminó.
De todas maneras, me alegraba que pudiéramos arreglar todo y volver a ser amigos.
—Aquí es... —dijo abriendo la puerta.
—Como si pudiera olvidarlo —dije en un susurro.
Solo me miró ante mi comentario, pero decidió mejor no responder. Había sido inteligente una vez en su vida.
—Ponte cómoda, nos veremos más tarde —dijo cerrando la puerta y dejándome allí dentro.
Dejé mi bolso en el piso, al costado de la gran cama, y me senté en ella. Recordé que esa cama era hecha especial para él, como siempre tan exquisito.
Observé toda la habitación, de punta a punta, de rincón a rincón. Todo seguía casi igual. Su guitarra favorita a la derecha de su escritorio, aquel cuadro traído de Finlandia, el televisor y sus grandes altavoces.
Me recosté en la cama, y traje los pies hacia mí para poder abrir las sábanas. Me metí en ellas y miré el techo, decorado a su gusto, blanco con un tramado propio vintage. Me sumergí en entre las sábanas y mantas y sentí su olor, el que alguna vez fue mío.
ESTÁS LEYENDO
The sound of love
RomansJessica y Elizabeth son mejores amigas, inseparables. Las une su única pasión, la música. Están a punto de cumplir su sueño de estar en una de las Universidades más importantes del Arte y la Música. Conocerán gente nueva, sus próximos mejores amigos...