Porque odio a los príncipes. [JJK + PJM] Jikookmin✨

25

Me encuentro en una habitación completamente oscura,
Sé que no debería buscar consuelo en lugares como estos, pero se siente tan familiar.
El ruido del calefactor me hace compañía.
Siento que si dejara de sonar, sería mi perdición.

~~~

-Lo siento, hijo.

Las lágrimas no dejaban de bajar por las mejillas de Jimin. No podía creer lo que su padre le estaba diciendo en esa llamada telefónica. Ni siquiera le importó que pudiera escuchar sus jadeos de dolor al otro lado de la línea, no podía soportar tanta tristeza.

Por el lado de Seung, le rompía el corazón escuchar a su hijo así. Solamente una vez conoció esa parte de Jimin, hace como año y medio, si no es que más, cuando Hyunjin lo rechazó y humilló al saber de sus sentimientos hacia él. Se le hacía muy injusto que Jimin se rompiera por amor, pues era un chico cariñoso y romántico a más no poder, no entendía cómo es que habían personas tan malas en el mundo que pudieran hacerle daño a alguien que solamente era amor puro. Si alguien no merecía sufrir por amor, era Jimin.

-N-no te preocupes, pa... Lo sospechaba...

La llamada terminó después de unos minutos dónde el señor Park consolaba a Jimin. Luego de eso el chico lloró toda la tarde en su cama hasta quedarse dormido.

-Me preocupa Jimin, no sé qué le dijo papá.

-Debe ser algo que definitivamente no se esperaba. Hay que darle su espacio, pero más tarde habla con él.

-¿Por qué tú no hablas con él? -Preguntó Seokjin.

-Porque aunque sé que me ama y me tiene confianza, no se compara a la confianza que te tiene a ti, Jin. Eres su hermano mayor y su confidente. Así que yo estaré ahí para cuando lo necesite, pero si se puede desahogar bien con alguien, ese "alguien" eres tú.

Jin asintió y le dió un sorbo a su taza de café. Su madre tenía razón.

~~~

-Hermano... -Jin tocó la puerta. Ya era de noche y Jimin no había aparecido en toda la tarde, ni siquiera para comer, y ya era la hora de la cena.

-Pasa...

Jimin le dió luz verde y Seokjin no tardó en adentrarse a la oscura habitación. Se acercó a la cama de su hermano menor y encendió la luz de la lámpara en la mesita de noche junto a la cama de Jimin.

La imagen que tenía del Jimin frente a él era sumamente triste. Estaba acostado en su cama, cobijado hasta el cuello, temblando y llorando bajito. Al darse la vuelta hacia Jin casi se le va el alma. Los ojos de Jimin estaban muy inchados, más de lo normal, su nariz estaba roja y constipada, su cabello era un desastre y su cara estaba húmeda por las lágrimas.

Habían pasado ya cinco meses desde que Jungkook desapareció, y en esos cinco meses Jimin trató de no dejarse caer, pues la ilusión de que Junkook aún lo amaba seguía latente en su corazón. Veía las películas que tanto le gustaban y le recordaban a él. Añoraba su toque y escuchar su dulce voz, solamente se daba falsas esperanzas cada día que pasaba, hasta esa mañana.

-¿Qué pasa? -Preguntó Jin acariciando el cabello azul del menor. -¿Qué te ha dicho papá?

-J-jungkook ya n-no me quiere...

Jin lo miró extrañado.

-¿Por qué dices eso?

Jimin en lugar de contestar se puso a llorar aún más fuerte. A pesar de que eso no le agradaba al mayor, lo entendía, Jimin aún no sé desahogaba del todo.