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-¿Noona?

La rubia abrió perezosamente los ojos, la luz que entraba por la puerta en la oscura habitación le molestaba, pero se preguntaba qué hacía Jungkook ahí a altas horas de la madrugada.

-¿Koo?

-Hmm... No puedo dormir...

Chaeyoung se sentó en la cama y encendió la lámpara que estaba en el buró a un lado de su cama, la habitación se iluminó con una luz tenue.

-¿Qué pasa, pequeño? Ven, siéntate. -Se recorrió a una orilla dejándole un hueco para sentarse a su lado, el chico se sentó y cubrió la mitad de sus piernas con la cobija.

-No puedo dejar de pensar en mi promesa, la que te hice hace unas horas.

La chica no dejaba de verlo atenta, esperando a que el castaño continuara hablando.

-Noona, tú sabes... -continuó el castaño. -...tú me conoces mejor que nadie. Recuerdo todos esos momentos en que llorábamos juntos cuando mi padre me castigaba. Los secretos que teníamos y cómo jugábamos. En ese momento era muy pequeño para darme cuenta de cuán grande era tu amor por mi. Aún no soy tan grande, sin embargo me ví obligado a crecer desde antes gracias a mi padre.

-Entiendo...

-¿T-tú crees... que sea malo decir que...?

-¿Qué cosa? -La rubia se preocupó al ver a Jungkook tan inseguro al hablar.

-¿Que yo, que... odio a mi padre? ¿Crees que sea... malo?

Chae se quedó quieta.

-Koo...

-Sabía que era malo... Soy horrible...

La chica seguía viéndolo, ella sabía por de más que Jungkook tenía un millón de razones (todas válidas) para odiar a su propio padre, y eso era lo de menos. No podía creer que después de tantos años el chico volviera a confiarle sus sentimientos, se estaba sincerando ahí mismo, y quién sabe qué otras cosas más le confesaría, pero ella sabía que escuchándolo era la única forma de que Jungkook abriera su corazón y tuviera voz para decir todo sin filtros. Sólo debía callar y escuchar.

-Tranquilo, no es malo.

-¿En serio?

-Sí. Tu padre no ha sido el más bueno contigo, Koo.

-Exacto.

Ella lo vió y le regaló una de sus típicas sonrisas que le hacían a Jungkook saber que todo estaba bien, y que estaba en un lugar seguro. Jungkook seguía ahí sentado, jugando con la cobija entre sus manos, y Chaeyoung con eso sabía que tenía más por decir, así que en silencio esperó pacientemente hasta que el castaño volvió a hablar.

-Hay algo más que debo decirte. Es algo que me hace sentir enfermo.

-Te escucho.

-Es muy difícil para mí ¿Sabes? El hecho de tan solo pensarlo me revuelve el estómago al grado de querer vomitar. Me hace odiarme a mi mismo y odiar todo a mi alrededor.

-¿Tan malo es?

-Eso es lo peor. Es... Es algo hermoso...

La chica sabía que era. Lo supo desde el inicio. Pero dejó a Jungkook terminar.

-Es... Creo que es amor. -Sentenció al fin el castaño.

Agachó la cabeza y apretó con fuerza la cobija hasta que sus nudillos se hicieron blancos. Pareciera que acababa de declararse culpable ante un crímen. Tan derrotado.

La rubia al ver esto envolvió con su mano el puño de Jungkook, y este volteó a verla con los ojos inundados en lágrimas y un gesto lastimero.

-Lo sé. Y está bien. -Le dijo Chaeyoung aún con su sonrisa.

El castaño la abrazó y comenzó a llorar silenciosamente, solamente se escuchaba como sorbía su nariz y uno que otro jadeo que se escapaba de su boca. Chaeyoung le acariciaba el cabello sin decir palabra alguna, lo mecía de un lado a otro y así estuvieron largos minutos hasta que Jungkook se desahogó.

-N-no está bien... -Se escuchó la voz ahogada del chico en la pijama de la rubia.

-¿Por qué lo dices?

-Porque... Creo q-que siento cosas por un... Un chico...

-Jungkook, mírame.

-N-no... -Se aferró más al pijama de la chica. Ella trató suavemente de separarlo. Nunca lo obligaba a nada, pero esta vez era necesario que la escuchara. Era hora de dejar de darle tantas vueltas al asunto.

-Por favor, Koo.

El castaño sintiendo que estaba siendo inmaduro se separó sin ganas y la vió a los ojos. El semblante de la chica era serio.

-¿Te gusta Jimin?

La pregunta heló cada uno de los huesos de Jungkook. Se quedó sin palabras, simplemente no podía reaccionar.

-Te gusta.

De nuevo sin respuesta.

-¿Y sabes qué? Yo ya lo sabía. -Ahora Chaeyoung volvió a sonreírle.

-¿C-cómo...?

-¿Se te olvida que sé leer el "idioma Koo"? -la rubia soltó una carcajada y le revolvió el cabello al castaño que comenzaba a lucirse irritado.

-N-no es gracioso...

-Calma. Jungkook, yo sé cuál es tu verdadero "tú" ¿Entiendes?

El rostro de Jungkook se encendió en un rojo fuerte. Desvió su mirada a otro lado.

Todo recuerdo "no normal" en él mismo quería eliminarlo por completo. Cada rasgo extraño que no encajara con lo que la sociedad y sus padres imponían quería exterminarlo de la faz de la tierra. Siempre quiso cambiar y amoldarse a lo que todos le indicaban era "bueno".

Él sabía cómo era en realidad, pero era algo que quería enterrar en un lugar profundo y oscuro, porque lo odiaba, odiaba con todas sus fuerzas al Jungkook que sentía cosas por hombres también.

-Sé que tú también sabes quién eres en realidad. Pero lo escondes, y lo escondes tan bien. Me sorprendió mucho que el personaje de "Jungkook hetero" lo interpretaras a la perfección... casi me la creo ¿Eh?

-Basta... -Las palabras de la chica le estaban calando como estacas en el corazón. Nunca había sido tan directa con él, pero el que fuese tan directa no era lo que le dolía a Jungkook. Lo que le dolía es que esas palabras cargadas de realidad eran acertadas. Todo este tiempo estuvo en un personaje, y él lo sabía. Y sin darse cuenta también se lo estaba creyendo y tomando en serio.

-Ahora, vuelvo a preguntar. ¿Te gusta Jimin?

Jungkook deseaba salir corriendo de ahí. ¿Le gustaba? Estaba casi seguro de que sí. Desde que comenzó a ser más abierto con su amigo se dió cuenta de que Jimin lo aceptaba, porque en parte eran muy parecidos. Se sentía tan libre con él, tan comprendido, y el pelinegro era tan jodidamente hermoso. Y como se sintió tan cómodo, sin darse cuenta le nacían actitudes en impulsos que después de pensarlo y regresar a su papel de "chico normal" le hacía querer arrepentirse.

¿Le gustaba? No sabía, y mientras siguiera estando en un papel que no le correspondió desde el inicio no sabría las cosas con seguridad. Primero debía ser él mismo, y lo demás se comenzaría a dar de forma automática.

-No estoy seguro. Pero cuando lo sepa, te lo diré.

La rubia lo vió y le sonrió, asintió con la cabeza y el castaño se levantó devolviéndole la sonrisa dando por terminada su conversación.

-Buenas noches.

-Buenas noches, Koo.

Jungkook salió de la habitación cerrando la puerta. Chaeyoung apagó la lámpara y volvió a acostarse, sintiéndose plena al recordar la respuesta de Jungkook.

-Al fin lo entendió.

Sonrió y cerró los ojos dispuesta a seguir durmiendo.

Porque odio a los príncipes. [JJK + PJM] Jikookmin✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora