Porque odio a los príncipes. [JJK + PJM] Jikookmin✨

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-¡¿Cómo que rechazada?! ¿Acaso son imbéciles?

-La investigación ya fue ejecutada, señorita, se rechazó por falta de pruebas.

-Literalmente les dimos la ubicación de una casa en medio de la nada, montada de camaras de vigilancia, y un internado con un registro mío de años, ¿Y dicen que hay falta de pruebas? -Rió sin gracia. -Deben estar jodiéndonos.

-Esos son los resultados arrojados. -Mencionó el oficial a cargo. -Ya no hay más que discutir.

-¡Son una mierda! -Gritó Jihyo, totalmente enfurecida. Pasó su mano con fuerza sobre el escritorio, tirando papeles y artículos al suelo, y posteriormente salió del lugar, siendo seguida por Jungkook y su madre.

-Jihyo, debes calmarte. -Le dijo una vez estando afuera.

-¡¿Cómo me pides eso, mamá?! ¡No dudo que ese cabrón volvió a sobornar a esta ley de mierda! Sabemos que merece pudrirse en la cárcel. ¡Él es el mentiroso, no nosotros!

Haneul no dijo nada, solamente vió a su hija con los ojos llenos de lágrimas, pues sabía que tenía razón. Se sentía igual de enojada y llena de impotencia, pero sabía que aunque quemaran el lugar, no lograrían hacerles cambiar de opinión.

La ley ya había sido comprada.

~✨~

-Por favor, debo contestar, puede ser urgente.

-Lo harás cuando termines de limpiar esos ventanales. -Contestó Hyojong viendo desde abajo a la mujer que estaba subida en una plataforma, haciendo la labor que un limpiavidrios debería, pero órdenes eran órdenes, además de que le divertía la desesperación de Sunhee, que apenas llevaba limpio un ventanal de siete que le faltaban. Volteó a ver el teléfono, viendo en la pantalla el nombre de "Jinnie", restándole importancia.

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-¿No te contesta a tí tampoco?

-No.

-Debe estar ocupada.

-Casi son las 11:00 de la noche, debería estar descansando, ¿No crees? No veo por qué no contestar la llamada.

-Ya pueden pasar a verlo. -La voz del doctor les hizo poner su atención en él, siguiéndolo de inmediato.

Ambos hermanos sintieron como su corazón se detenía al ver a su padre de espaldas, con su característica bata de hospital, sentado en su camilla.

-P-papá...

Al escuchar la voz de su hijo menor, volteó a verlos de inmediato, por fin reparando en la presencia de sus hijos, poniéndose de pie viéndolos con una gran sonrisa, y sus ojos se inundaron en automático.

-Hijos...

Abrió sus brazos, y Jin y Jimin no dudaron en correr hacia él como niños pequeños, abrazando a su padre y siendo abrazados, los tres consumidos por el sentimiento del momento, llorando sin filtros, sintiendo un alivio profundo. Así quedaron por largos minutos, donde el doctor era testigo del emotivo momento, observando con una sonrisa en silencio. Después del inmedible tiempo, se separaron, sonriéndole a su padre.

-¿De verdad nos recuerdas?

-Claro que sí, Mimi. Los recuerdo a tí y a Seokjin. -Acarició la cabeza del mayor que no dejaba de llorar con mucho sentimiento. -Mira tu cabello, parece un chicle. -Rieron. -¿Dónde está su madre?