28

1.1K 104 43
                                    

La luna luce tan desamparada.
Pareciera que ella es la que está derramando lágrimas desde el cielo.
Quise ser una estrella en tu cielo nocturno,
A pesar de que sabía que la mañana inevitablemente llegaría.

--------------------------------------

-Encantada.

Jungkook se quedó en silencio unos segundos sin saber cómo reaccionar, hasta que el carraspeo de la garganta de su padre se escuchó a su lado.

-¡Oh! Igualmente. -El castaño se inclinó un poco y alargó su brazo hacia la chica y ella le correspondió, dando un ligero apretón.

Se quedaron viendo un largo tiempo, no se supo si fueron solo segundos o si fueron minutos.

La vista que tenía Jungkook era una chica linda, sonriente de cabello negro y lacio, con las mejillas rosadas, tal vez en exageración. Estaba de pie con ambas manos detrás de su cuerpo balanceándose suavemente en sus pies de adelante hacia atrás. Llevaba un vestido floreado que llegaba hasta la mitad de sus pantorrillas, con falda de vuelo. Sus zapatos eran negros con calcetas blancas, parecía una muñeca Lolita. Jungkook aún no sabía a qué se debía la visita de aquella desconocida.

-Hijo, llévala a pasear por los jardines.

-Ah, claro. -Dijo el castaño aún sin quitar la vista de la chica. Ella se sonrojaba ante los intensos ojos de Jungkook, y volteaba a ver otro lado aún con su marcada sonrisa en el rostro. -Por aquí. -Dijo el castaño amablemente, indicándole con las manos que saliera por la puerta principal.

-Claro. -La chica se dió media vuelta y fue seguida por Jungkook. Los dos adolescentes salieron por la puerta mientras que Yoo los veía desde dentro con una sonrisa victoriosa en su rostro. Estaba escribiendo la historia a su antojo.

O al menos eso pensaba.

-Que lindo lugar, aunque muy alejado de la civilización. -Dijo la pelinegra con su dulce voz.

-Supongo...

-Me ha dicho tu padre que no puedes salir debido a una enfermedad... Lo siento mucho. -Mencionó, sus facciones decayendo.

Jungkook calló por un momento. Se dió cuenta el grado de mentiras al que llegaba su padre con tal de mantener en pie su sucio y retorcido juego. Y a él no le quedaba de otra más que seguirle ese juego.

-No te preocupes. Ya me estoy acostumbrando.

-Eso es perfecto. -La chica caminaba balanceando entre sus manos su pequeño bolso. -Igual vendré a verte muy seguido, no te preocupes. -Veía el piso con su sonrisa.

-¿Qué?

-No te tendré en el olvido, aunque me cueste trabajo llegar hasta acá, lo haré.

Jungkook estaba más que desconcertado. No entendía nada de lo que la chica le decía.

-¿A qué te refieres? ¿A qué viniste exactamente?

-¿Hm? -Su sonrisa pasó a ser un gesto de confusión. -¿No te lo mencionó tu padre acaso?

-¿Qué cosa?

-Seré tu novia de ahora en adelante. -La chica dió un saltito de emoción. Tenía toda la ilusión en su cara.

Pero Jungkook simplemente dejó de responder.

La chica al no escuchar sus pasos siguiéndola, se detuvo y volteó hacia atrás, donde en un par de metros se encontraba un castaño de pie viendo fijamente el piso.

-Oye. -Caminó de regreso a él y le tocó el hombro, con suma preocupación. -¿Estás bien?

Pero Jungkook solamente atinó a quitar la mano de la chica de su hombro, de una forma algo brusca. No dijo nada, ni siquiera al escuchar el pequeño quejido de la pelinegra. Salió corriendo del lugar de regreso hacia su casa.

Porque odio a los príncipes. [JJK + PJM] Jikookmin✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora